Talking To The Moon (Kellic)

Capítulo 42

Entonces ahí estábamos ambos, caminando tomados de la mano con dirección a mi casa se había formado un silencio. Mis pensamientos divagan perdidos como en un desierto, sin rumbo alguno. Tenía una y mil cosas en mi cabeza, tenía muchísimas razones para sentirme enfadado, como lo tenía para sentirme confundido y sobre todo desorientado. Sentía malas energías en mí, quería desecharlos y liberarme de ello, así como de alguna forma quería encontrar a Joseph y arrojarlo desde 35 pisos de un edificio, lo haría con gusto, el solo imaginarme hacerlo hizo que denotara en mi expresión una diminuta sonrisa que Vic percibido rápidamente.

— ¿El motivo de eso? —hizo referencia a mi sonrisa.

—Algo agradable.

—Debe ser algo muy bueno para que te hayas puesto así.

— ¿Harías algo por mí?

—Lo haría.

—Mata a Joseph por mí —dije bromeando al respecto.

—No es mala idea —dijo —. Mataría por ti, sin duda.

—Eso se oye bien.

—Envenenado casualmente, torturarlo hasta matarlo, un disparo que le vuele los sesos, serian algunas de las opciones.

—Me gusta la segunda opción.

—Creo que tendré que cuidarme de no ser tu enemigo, no quiero aparecer muerto y torturado.

—Ten cuidado entonces.

— ¡Claro que lo hare! —exclamo.

Detuvimos nuestro paso al encontrarnos frente a mi casa, inhale el suficiente aire en mis pulmones, y me arme del suficiente coraje para enfrentarme nuevamente a mi realidad.

—Cariño, todo estará bien —murmuro Vic en mi oído. No me había percatado de que ahora sus brazos me envolvían lo cual hacia que mi cuerpo se relajara frente a la tensión de la situación y dejo un beso un beso en mi mejilla.

—Quiero creerte.

— ¿Por qué no lo haces?

—No puedo... no está bien, ahí dentro nada está bien —dije señalando mi casa, aquí era el momento en donde tenía que dejar a Vic y adentrarme a ese lugar, pero no tenía lo suficiente voluntad de dejarlo ir ahora —. Quédate conmigo —dije apoyando mi cabeza en su hombro.

—Hmmm —tardo en responder — ¿Crees que sea una buena idea?

—Por favor —suplique.

—No lo sé, es decir...

—Por favor, por mí —volví a insistir.

— ¿Por ti?

—Sip... por mí.

—Pero antes, prométeme que pase lo que pase ahí adentro, harás lo posible que no te afecte después. Solo quiero que estés bien.

—Intentare.

Adelantamos nuestros pasos, nos acercamos a la puerta, y esta se abrió de inmediato dejando ver a Lauren.

— ¡Kellin! ¿Dónde estabas? —cuestiono rápidamente ella, paseo su mirada en mí y en Vic de forma curiosa, tratando de hallar una respuesta pero antes de responder cualquier cosa me adentre a mi casa arrastrando a Vic conmigo.

— ¿Dónde está mamá? —pregunte al instante buscándola con la mirada.

—No esta... ella salió, esta mañana dijo que iría por ti, pero no te encontró, no se Kells, salió hace como dos horas —explico Lauren algo confundida por lo que estaba pasando.