Capítulo 6 - Pesadillas

817 121 41
                                    

El cuerpo de Mark se encontraba parado en la esquina de la habitación con la mirada gacha y su alma en cualquier lugar menos con él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El cuerpo de Mark se encontraba parado en la esquina de la habitación con la mirada gacha y su alma en cualquier lugar menos con él. Me acerqué lentamente. Mis piernas temblaban con cada uno de los pasos que daba, y al mismo tiempo pedían devolverse. Mi cabeza divagaba entre un montón de frases que siempre quedaban a medias y ninguna encajaba con la situación actual.

Algo hizo que me detuviera en seco. Mark se giró para mirarme, y noté el ahora pozo sin fondo en el que se habían convertido sus ojos; era un completo vacío.

No tardé en darme cuenta de que algo no andaba bien. Las paredes comenzaron a acercarse, reduciendo cada vez más el espacio que quedaba entre los dos. Las ventanas desaparecieron junto con la tenue luz que minutos antes llenaba la habitación.

Mientras Mark seguía inmóvil, su piel comenzaba a caer por pedazos, y el olor que emanaba cuando estás tocaban el suelo hicieron que me tapara la nariz de inmediato; estaba descompuesto. Los huecos donde antes iban sus ojos habían comenzado a sangrar convirtiéndose en un río que inundaba todo bajo nuestros pies.

Sacó de su bolsillo trasero un cuchillo que al parecer ya había sido utilizado antes. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios a la vez que se abalanzaba sobre mí, pero mi cuerpo decidió que no lo haría; no saldría huyendo.

¿Por qué? No lo sé.

Me sudaban las manos, tenía un grito atorado en la garganta que luchaba por salir y podía sentir como el corazón estaba a punto de abandonar mi pecho.

¿Estaba aterrada? Por supuesto.

Me tomó por el cuello y me miró con sus ojos inyectados en sangre. Cuando estaba sintiendo como me quedaba sin respiración y como perdiendo el conocimiento, escuché a lo lejos una voz que me decía que me despertara, que abriera los ojos.

Alguien estaba sacudiéndome.

Volví a la realidad.

Mark estaba mirándome, pero ahora lo hacía de forma inocente. Tenía el cabello pegado en el frente a causa del sudor; estaba más aterrado de lo que debía de estar yo.

Lo que acababa de vivir no había sido más que una simple pesadilla, pero no sé por qué mi cuerpo estaba rígido e incómodo ante su tacto.

Le dediqué una pequeña sonrisa.

Cerré los ojos para tratar de conciliar el sueño nuevamente, pero tenía mi corazón a mil por segundo y sentía pánico de volver a aquella oscuridad que se había apoderado de cierta parte de mi cabeza.

Comenzó a sonar el despertador, pasé la mano sobre el hasta que logré apagarlo. Miré la hora y maldecí por lo bajo cuando vi que solo eran las 4:00am. ¿Quién diablos lo había modificado para esa hora?

Miré a mi lado y observé que Mark seguía durmiendo profundamente.

Tenía su cabello hecho un desastre, repartido por todo su rostro. Llevaba la boca entre abierta y su respiración era regular. Fue inevitable no sonreír.

Amarrada [Libro 1] (COMPLETA Y EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora