Sentí que me hacía pedazos cuando salí de la casa de Yulian.
Mi alma sentía que quería llorar, pero las lágrimas no salían.
Quería hacerle entender cuanto la amaba, de verdad la amaba. Me había enamorado de ella, y no podía, pero no me importaba. Aunque ella tenía toda la razón de desconfiar sobre mí. Le dije que necesitaba acabar con su vida.
Quería y necesitaba cuidarla.
Sus padres me lo habían pedido meses antes de que Martin diera la orden de asesinarla. Ellos mismos sabían que yo no podía hacerle daño. Teníamos la misma sangre.
Me agarré el cabello con las manos y lo jalé. ¡Deseaba gritar!
A medida que iba caminando me tocó colocarme a contar hasta diez, para no devolverme para donde Yulian a hacerle el amor de una maldita vez, y dejarle en claro que no quiero, ni necesito nada que no sea ella.
Un auto paró frente a mí. Un Lexus GS blanco. El auto de Liam.
—Anda súbete, pendejo.
—¿Qué carajos pasa contigo? —pregunté de mala gana.
—Anda hermano, vamos.
Le lancé de mis peores miradas y me monté en el asiento del copiloto.
El auto tenía un terrible olor a cigarros y alcohol.
Había botellas en el suelo y la silla tenía un pegote color blanco, que preferí no preguntar, y lo limpié con una toalla que encontré en el asiento trasero.
—Sabes que ganas de matarte no me faltan —le dije, sin mover la vista de la ventanilla.
—Oh... —me miró con malicia—. Por fin Mark tiene ganas de matar a alguien —sonrió con demasiado sarcasmo—. Sabes que no le haré daño a Yulian. Ella no es mi responsabilidad.
—Y yo no puedo matarla. Lo sabes —afirmé.
—Hermano —me llevó una mano al hombro—. Los dos la amamos.
Le quité la mano de mi hombro y lo miré con odio.
Él se rio.
—Mejor cuida tus palabras.
—Estoy muerto, hermano —se encogió de hombros—. Asesínala y recupera tus alas.
—Prefiero estar muerto y no recuperar mis alas, antes que matarla. Es mi misma sangre.
—¿Qué tiene que ver eso?
Liam cogió el rumbo a la autopista y aceleró.
—Tiene que ver mucho —lo miré y me mordí el labio, decepcionado ante sus preguntas tan estúpidas—. Eso significa que podría ser mi amor verdadero.
Liam soltó una carcajada y lo miré con los ojos entre cerrados, para que se callara.
—Y eso es lo que no termino de entender. ¿Si es mi misma sangre por qué Martin me mandó a asesinarla? Él nunca ha mandado algo así. Respeta mucho eso. Lo respeta demasiado, desde que mataron a su esposa, Karla.
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Amarrada [Libro 1] (COMPLETA Y EDITANDO)
FantastikPRÓXIMAMENTE EN FÍSICO Yulian, una joven que no creía en nada más de lo que tuviera frente a sus narices. Estaba confiada en que el mundo era bueno, pero la vida decidió jugarle una mala pasada obligándola a elegir entre la vida, la muerte y el amor...