Desperté en el hospital.
Tardé unos segundos en acostumbrarme a la tenue luz de la habitación. Los ojos me pesaban y cada que trataba de mantenerlos abiertos se volvían a cerrar.
Al acostumbrarme miré a mi alrededor dentro de la habitación. Las paredes eran de un rosa pálido, había una ventana junto a la cama y un pequeño mueble junto a la puerta.
A mi lado se encontraba una enfermera inyectándome algún tipo de medicamento.
Llevaba el cabello rubio recogido en una moña alta y una bata blanca. Enfocó sus enormes ojos negros en mí y no tardó en sonreírme.—Estás perfectamente —sonrió—. Solo estabas deshidratada.
Asentí.
La enferma salió de la habitación y a los pocos segundos entró Mark.
—¿Cómo te sientes? —saludó.
—Estoy bien —respondí—. Aunque me duele un poco la cabeza, es todo.
—La enfermera dijo que te desmayaste por deshidratación.
Asentí
—Debiste haberme dicho que no habías comido nada —comenzó a caminar en círculos por la habitación—, pero no. Al parecer es algo de tu forma de ser.
—¿Disculpa?
Ahora mismo si me sentía bien y hasta con ganas de decirle de qué se va a morir, ¡Maldito acosador!
Mark se sentó en el mueble junto a la cama y suspiró.
—Cada que te realizo una pregunta solo te quedas callada —hizo una pausa para pensar antes de responder—. No estoy lejos de creer que eres igual con tus padres.
—¿Mis padres? —pregunté sobresaltada en el momento en el que me acordé de ellos.
—¿Quieres que los llame? —preguntó colocándose de pie.
—¡No! —negué con la cabeza —. Es mejor que ni sepan que estuve aquí y mucho menos contigo.
—Y volvemos a la mismo —suspiró.
Le coloqué los ojos en blanco y él soltó una carcajada. Tenía una sonrisa hermosa que podía iluminar el lugar por completo. En esa cuestión de segundos y viéndolo así, fue casi inevitable no sonreír junto con él.
Cuando ya estaba dispuesta a irme del hospital con o sin la autorización del médico encargado llegó la joven enfermera de ojos grandes.
—¿Yulian? —me llamó la enfermera, que se quedó parada en el umbral de la puerta.
Tenía una voz chillona que no hacía unión con su apariencia tranquila y tierna.
La miré y sonreí levemente.
—Ya te hemos dado de alta. Como te dije hace un momento, solo era deshidratación. Tu novio te trajo a tiempo y ya todo está bien.
¿Ella había dicho que él era mi novio? No sé qué estaré pagando, en serio no lo sé.
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Amarrada [Libro 1] (COMPLETA Y EDITANDO)
FantasiPRÓXIMAMENTE EN FÍSICO Yulian, una joven que no creía en nada más de lo que tuviera frente a sus narices. Estaba confiada en que el mundo era bueno, pero la vida decidió jugarle una mala pasada obligándola a elegir entre la vida, la muerte y el amor...