Capítulo 14 - Ángel

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Mark había llegado y estaba abajo en la sala de mi casa

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Mark había llegado y estaba abajo en la sala de mi casa.

Lo vi por la ventada cuando había llegado en tu motocicleta. Iba a salir, pero mi habitación tenía la puerta cerrada con seguro.

Había alguien más.

Flashback

Estaba lavándome el rostro y luego iba a ponerme una camisa limpia cuando una oleada de frío inundo la habitación. Me giré nerviosa y lo único que pude ver era como una silueta cerraba la puerta. Salí corriendo hacia ella y escuché como le echaban seguro.

Apoyé mi oreja en la puerta y pude escuchar una respiración agitada.

—¿Quién está ahí? —eso había sonado más como un susurro, que como una pregunta.

—Lo siento —fue lo único que me respondieron.

Era una voz ronca, no podría decir de quién. En definitiva, no sabía quién ni por qué me había encerrado en mi propia habitación.

La persona que me había encerrado deslizo un pequeño trozo de papel bajo la puerta.
Escuché sus pasos bajando las escaleras a toda velocidad.

Me dejé caer sobre el suelo.

Fin del flashback

Me senté sobre el borde de la cama y observé el pequeño pedazo de papel que descansaba allí.

"Querida, nací siendo un ángel. Intenté seguir siéndolo, pero los demonios de este mundo me convirtieron en lo que ahora soy"

—Mark.

Mark me había dicho que no había sido él, ¿entonces quién? Alguien se estaba haciendo pasar por él y no teníamos la menor idea del porqué. Podría dudar de Martin o de Kristin, tal vez. Pero ellos no me habían vuelto a buscar o al menos no que yo me diera cuenta.

¿Mark un ángel? Podría haber sido una simple broma de mal gusto, ¿cierto? Hay cosas que habían pasado, que podrían hacerme creer que sea así, pero pudo haber sido pura casualidad.

Los ángeles no existen.

Comencé a escuchar gritos de dolor, y me quedé sin aire.

—Eres un maldito, hijo de puta —esa era la voz de Mark, estaba furioso—. ¡Me dijiste que no le harías nada!

—¡Suéltame, hermano! Tú no quieres hacer esto... no le hice nada, no la he tocado —hizo una pequeña pausa—. Aún.

Su voz se me hacía conocida, pero no podía decir con certeza quien era.

La piel se me puso de gallina.

"Aún no me había hecho nada"

Me senté en el suelo y pegué mi oreja a la puerta para continuar escuchando.

Amarrada [Libro 1] (COMPLETA Y EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora