Liam me dejó en casa y antes de despedirse me recordó que no podía dejar que Mark se enterara de que yo tenía el testamento.
En casa no había nadie. Ni siquiera estaba Mark.
Subí a mi habitación y aproveché que estaba sola para ponerme a leer el dichoso libro. Era bastante grande.
Tenía una pasta gruesa, en ella tiene dibujada el mismo ángel que toqué cuando iba de la mano con Santin, cuando no supe donde me encontraba. Cerré los ojos y volví a deslizar mis dedos por el hermoso ángel. Deslicé la yema por cada línea, por cada parte de él.
El libro tenía unas hermosas hojas cafés. Cada una de las hojas del libro estaba decorada con hermosas flores rojas a los alrededores.
Agradecí que los textos se encontraran en español. Era inevitable no pasar mis dedos por cada una de las páginas que leía. Se sentía una tranquilidad tan extraña. Es como si fuera un libro como cualquier otro, sin saber que es ente podría encontrar las respuestas sobre mi futuro.
Me detuve en seco en una página que tenía el dibujo de una chica sentada y amarrada a la silla, de manos y pies; alrededor de ella se encontraban tumultos de gente.
La chica, era yo.
"Tristemente nadie se da cuenta de lo que es capaz de hacer, hasta que se encuentra bajo presión. Hasta que eso lo pone entre la vida y la muerte."
Esa era la frase que estaba citada bajo la imagen.
Si el libro debía de tenerlo yo desde un principio, significaba que este, estaba escrito todo lo que debería realizar a partir de ahora, como si fueran las órdenes que me hubiera dejado mi familia.
Suspiré ante la idea.
Antes de pasar de página, unas letras negras y brillantes aparecieron en la parte inferior de la hoja.
"Es un completo placer estar por fin en tus manos, Yulian."
—Esto es una locura —susurré.
¿Quién más podría saber de esto?
Pasé de página.
En la siguiente no había imágenes, solo texto, que por lo que alcancé a leer, era una historia.
"Hace más de mil años, cuando yo trataba de salvar el reino de los ángeles. Cuando cuidaba a cada ángel como si fueran mis propios hijos, como si fueran de mi familia; dos de ellos decidieron desobedecerme y pasar por encima de la regla número uno.
La regla más importante.
1. Jamás enamorarse de un ser humano.
¿Cómo a algo tan simple y tan sencillo se le puede pasar por encima? Estamos rodeados de ángeles hermosos, con miles de poderes que los hacen a cada uno especial, ¿por qué una simple humana?
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Amarrada [Libro 1] (COMPLETA Y EDITANDO)
FantasíaPRÓXIMAMENTE EN FÍSICO Yulian, una joven que no creía en nada más de lo que tuviera frente a sus narices. Estaba confiada en que el mundo era bueno, pero la vida decidió jugarle una mala pasada obligándola a elegir entre la vida, la muerte y el amor...