Capítulo 2 - ¿Amor a primera vista?

2K 215 144
                                    

Me giré al mismo tiempo que tragaba saliva

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me giré al mismo tiempo que tragaba saliva. Mis ojos se encontraron con los suyos que no tenían intenciones de parpadear. Sentí que me iba el aire, que se me acortaba la respiración. Me dolía el pecho de forma extraña, pero no debía mostrar el miedo que estaba sintiendo en ese momento.

—¿Qué quieres? —pregunté, pero no pude evitar que no me temblara la voz. Mierda.

—No me digas —se llevó la mano a la cabeza—. ¿No me recuerdas? —se mordió su labio inferior suavemente.

Suspiré.

—Sí —me llevé los dedos al mentón y me di pequeños golpecitos—, pero que no captaste mi pregunta entonces, la repito, ¿qué quieres? —lo había hecho mucho mejor.

El joven se acercó unos pasos y quedó más cerca de mí, mucho más.

—Mucho gusto, me presento. Soy Mark Barner —sonrió con picardía, y a mí me dio una vuelta el estómago. Luego preguntó suavemente—. ¿Tú eres?

Estiró la mano y yo la acepté dudosa. Su mano se aferraba a la mía y podía sentir su tacto ahora mucho más frío.

—Yulian —solté—. Yulian Carter.

—No pensé que tuvieras un nombre tan lindo, para ser una chica tan torpe.

—No soy torpe —hice una mueca de desagrado—. Usted se cruzó en mi camino, estorbándome el paso.

—Claro, claro —sonrió ampliamente y mi mirada se enfocó en su boca unos segundos—. La culpa es mía.

—¿Necesitas algo o por qué tu mano sigue sujetando la mía?

No pudo evitar reír.

—Lo siento, pensé que era tu mano la que no quería soltarme.

Su comportamiento me empezaba a agotar la poca paciencia que siempre mantenía. Su personalidad era tan arrogante, como si el mundo tuviera que estar a sus pies, y eso me estaba generando una estúpida e insignificante curiosidad.

—¿Por qué te preocupa? —soltó, haciéndome recordar que no he soltado su mano.

Tiré de golpe.

—¿Por qué no debería preocuparme?

Se rio por lo bajo y suspiró.

—¿Deseas ir a tomar algo conmigo?

—Lo siento, pero no debería —giré mi rostro hacia la calle, y luego lo miré nuevamente—. Es mejor que me vaya.

—Yulian, por favor...

Su mirada cambió a los pocos segundos. Ya no se veía como ese chico arrogante de hace unos minutos. Su mirada se había oscurecido, y se veía ¿vulnerable?

Lo seguí a una pequeña cafetería que se encontraba en la calle frente al parque.

Nos sentamos en una mesa quedando frente a frente.

Amarrada [Libro 1] (COMPLETA Y EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora