Stydia Oneshots <3

Start of time

Bueno, creo que ya va siendo hora de que alguien escriba la escena del beso desde el punto de vista de la queen Lydia. (Todo el mundo sabe que justo esto fue lo que pasó por su mente cuando besó a Stiles, pls, hasta Jeff lo sabe). Así que, sin más dilación, aquí va el oneshot.

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There's a ghost upon the moor tonight
Now it's in our house
When you walked into the room just then
It's like the sun came out

~ Start of time

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Lydia cogió a Stiles del brazo y abrió la primera puerta que vio en el pasillo. Solo cuando entró empujando al chico delante de ella se dio cuenta de que eran los vestuarios.

Oía la respiración agitada de Stiles y ella misma se estaba empezando a poner nerviosa por si no se le pasaba pronto y acababa entrando en estado de shock, o peor, por si pudiera llegar a desmayarse.

-Vamos, ven aquí -le dijo Lydia con voz urgente.

La chica vio cómo Stiles se apoyaba en una de las taquillas y se apresuró a inclinarse sobre él para ayudarle a sentarse en el suelo. Ella se agachó frente a él y quedó de rodillas, dispuesta a alargar los brazos para cogerle si fuera necesario.

-Intenta pensar en otra cosa -Lydia cada vez estaba más alterada. -Cualquier cosa.

-¿Como qué? -preguntó Stiles en apenas un hilo de voz. Parecía como si se fuera a consumir.

-Cosas felices, bonitas -Lydia movía las manos mientras pensaba. -Amigos, familia...

De repente, Stiles alzó la vista y la miró con los ojos muy abiertos, y Lydia se dio cuenta de que no tenía que haber mencionado a la familia. Al fin y al cabo, Stiles estaba teniendo un ataque de pánico debido a que su padre había desaparecido y podía ser sacrificado en cualquier momento.

-Quiero decir... no, familia no -la chica no sabía qué hacer, se estaba desesperando. -Intenta... intenta calmar tu respiración.

-No... no puedo -Stiles se atragantaba con sus propias palabras.

El chico se puso la mano derecha sobre el corazón, como si estuviera intentando controlarlo de esa manera. Lydia estaba al borde de un ataque de pánico ella misma, pero no podía dejarse asustar en ese momento; Stiles la necesitaba, no podía dejarse vencer por el miedo que sentía.

Alargó los brazos y puso las manos en el cuello de Stiles, una a cada lado, y lo obligó a mirarla.

-Shh, Stiles, mírame -le pidió con la voz más suave que pudo, aunque también quería que sonara firme para que le hiciera caso. -Mírame. Shh, Stiles...

El chico jadeaba, no podía controlar la respiración y Lydia temía que pudiera ahogarse. Así que hizo algo que jamás hubiera pensado que haría.

Rápidamente, se acercó hacia Stiles y juntó sus labios con los del chico. En el instante en que se tocaron, notó cómo él dejó de respirar y el cuerpo se le tensó.

El tacto con sus labios era cálido y suave, y Lydia se encontró cerrando los ojos y colocando las manos sobre las mejillas de Stiles, para después deslizarlas hacia su barbilla a la vez que le acariciaba la cara con los finos dedos. El cuerpo del chico se relajó tan pronto como se hubo recuperado de la sorpresa.

De repente, sin romper el beso, Lydia sintió un calor en su interior que le empezó a recorrer desde el estómago por el pecho hasta llegar a sus mejillas, que estaba segura se habían tornado de color rosado.

Los labios de ambos encajaban a la perfección; Lydia había atrapado el labio superior de Stiles entre los suyos y dejó que el beso durara más de lo que hubiera pensado.

De alguna manera, Lydia se encontraba como si volara sobre una nube, muy por encima del suelo. Sentía como si su corazón se estuviera derritiendo en su pecho, aunque a la vez no paraba de latir cada vez más fuerte.

La chica deslizó sus labios hacia abajo, asegurándose de haber rozado cada centímetro de los de Stiles antes de separar sus bocas. No se atrevía a admitirlo, pero había estado atrasando el momento de alejarse de él, no quería romper el beso. En cuanto lo hizo, echó de menos el tacto de sus labios sobre los de ella.

Cuando se echó hacia atrás, Lydia mantuvo los ojos cerrados. Por un momento pensó que el beso no había sido real, y mantener los ojos cerrados la ayudaba a recordarse a sí misma que los labios de Stiles habían estado, efectivamente, sobre los suyos hacía unos segundos.

Finalmente abrió los ojos y, cuando lo hizo, miró directamente a Stiles a los suyos, sin vacilar. Sus miradas conectaron como habían conectado sus bocas; rápidamente y como si se hubieran estado esperando desde hacía tiempo.

La verdad era que Lydia estaba confundida. Había besado a Stiles para parar su ataque de pánico; algo había leído por ahí sobre que hay que contener la respiración para poder pararlo. Ahora, sin embargo, no estaba tan segura de que lo hubiera hecho exclusivamente para poder ayudarle.

Vio cómo Stiles estaba igual de confundido que ella, aunque durante el beso se había dejado llevar y en ningún segundo había dado señales de pretender alejarse. La expresión en su rostro ahora era de desconcierto, pero Lydia podía jurar que en sus ojos había un brillo de paz.

Unos segundos más tarde, Stiles volvió a respirar con normalidad y se pasó la lengua por el labio inferior. Si Lydia no hubiera estado tan paralizada en ese momento, habría sonreído ante ese gesto.

-¿Cómo has hecho eso? -preguntó al fin Stiles con voz ronca.

Y, en ese momento, Lydia se dio cuenta de que no había sido un beso para que él contuviera la respiración, sino que había sido un beso para demostrarle que ella estaba ahí para él, igual que lo estaría siempre cuando la necesitara.

Quería que Stiles comprendiera cuánto significaba para ella, pero también cuánto lo necesitaba.