Stydia Oneshots <3

Baby it's you

Este oneshot tendría lugar en la 3A tras el beso en los vestuarios, solo que, en este caso, tanto Stiles como Lydia tienen pareja. Aun así, la escena del beso ocurre tal y como la conocemos de la serie (ataque de pánico), hasta que llego yo y modifico un poquillo el final jejejeje.

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It doesn't matter what they say
I know I'm gonna love you any old way

~ Baby it's you

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-¿Cómo... cómo has hecho eso? -preguntó Stiles una vez sus labios se separaron.

Aunque seguía sorprendido por que Lydia le hubiera besado, no pudo evitar fijarse en la cara de la chica: ella estaba igual o más sorprendida que él. Había mantenido los ojos cerrados unos instantes y, cuando los había vuelto a abrir, lo había mirado como si todo su mundo se hubiera reducido a él.

Lydia le explicó que, según había leído en algún sitio, aguantar la respiración ayudaba a controlar un ataque de pánico, así que, cuando le había besado, había conseguido que Stiles dejara de respirar durante unos segundos. El chico asintió despacio y apretó los labios, intentando procesar lo que había pasado en cuestión de minutos desde que había empezado a sentir un agudo dolor en el pecho causado por el ataque.

-Muy inteligente por tu parte -consiguió decir.

Lydia sonrió débilmente y se puso de pie, ayudando a Stiles a mantener el equilibrio y levantarse con ella.

-Deberíamos ir a clase -apuntó Lydia. -Vamos a llegar tarde.

-Deberíamos.

Stiles vio cómo Lydia se daba la vuelta para poner rumbo a la puerta del vestuario, pero justo antes de que se pudiera alejar demasiado le vino a la mente la imagen de la expresión de ella tras el beso y supo que no podía dejar pasar la ocasión. Instintivamente, alargó el brazo para agarrarla de la muñeca y tirar de ella de nuevo hacia él. Lydia se giró para mirarle con intención de preguntarle si algo iba mal, pero no tuvo tiempo: Stiles ya había juntado de nuevo sus labios.

Esta vez, sin embargo, era completamente diferente al beso anterior. Para empezar, era Stiles quien había iniciado el beso, y Lydia no tardó ni un segundo en devolvérselo. Además, antes había sido un gesto suave, prácticamente una caricia para que el chico lograra calmarse y, por el contrario, ahora era un beso mucho más apasionado, aunque igual de intenso.

La lengua de Stiles se abrió paso hacia la boca de Lydia, lamiendo primero sus labios mientras la chica dejaba escapar un gemido casi inaudible. Lydia colocó sus brazos alrededor del cuello de Stiles, obligándole a acercarse más a ella, y él bajó las manos hasta la parte baja de su espalda con la misma intención que Lydia. Ninguno parecía querer que existiera espacio entre ellos.

Cuando se separaron, ambos tenían los labios hinchados y más rojos de lo habitual, al igual que sus mejillas. Los ojos de Lydia brillaron cuando se clavaron en los de Stiles.

-Ahora ya podemos ir a clase -susurró Stiles.

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Al tocar el timbre que indicaba la última hora del día, todos los alumnos salieron del aula y se dirigieron hacia el aparcamiento. Lydia pasó un momento por su taquilla a dejar unas cosas y se dio cuenta de que los libros que habría necesitado para la clase anterior estaban dentro. Había estado tan abstraída pensando en lo que había pasado con Stiles que ni siquiera se había fijado en que no tenía el material de la asignatura.

Negó con la cabeza y se dispuso a salir, como todos su compañeros. Justo antes de alcanzar la puerta que conducía al exterior, Stiles salió del pasillo lateral para cogerla de la cintura y arrastrarla tras de sí de nuevo al pasillo por le que había venido, de modo que ambos quedaron lejos de la vista de cualquiera, ya que no había nadie más por ahí.

Antes de darse cuenta se estaban volviendo a besar como si la vida dependiese de ello; Stiles con la espalda apoyada contra la pared y Lydia inclinada sobre él, con las manos sobre el firme pecho del chico. Sus bocas se movían perfectamente acompasadas, como si hubieran estado destinadas a besarse. El corazón de Lydia latía cada vez con más fuerza debido a la adrenalina que recorría por todo su cuerpo ante la posibilidad de que alguien los pillara.

Stiles subió una mano hasta la mejilla de Lydia y se la acarició suavemente una vez se separaron, sus narices todavía rozándose.

-Stiles, ¿por qué has hecho eso? -preguntó Lydia sin apartar la vista de sus labios.

-No me digas que no lo estabas deseando.

Stiles se disponía a volver a besarla cuando Lydia se apartó en el último momento.

-Pero yo estoy con Aiden y tú, con Malia. ¿Qué pasa con ellos? -inquirió.

El chico miró un segundo al suelo antes de volver a alzar la mirada y contestar.

-Te necesito a ti -le susurró en el oído.

Eso fue suficiente como para que Lydia se estremeciera y volviera a chocar sus labios.

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De vuelta en su casa, Lydia se dio una ducha para poder pensar en todo lo que había pasado a lo largo del día.

Había besado a Stiles. Luego Stiles la había besado a ella. Y luego ella otra vez. Lydia sabía que quería más, pero aquello era imposible. Tanto Stiles como ella estaban en una relación con otras personas. No debería estar pensando en sus labios.

Decidió mandarle un mensaje al chico preguntándole si podía venir a su casa, pues quería hablar con él para dejar las cosas claras. La respuesta de Stiles fue inmediata, y en diez minutos llamaba a la puerta de su cuarto.

-Hola -dijo él sentándose en la cama de Lydia.

-Tenemos que hablar -contestó ella. Como Stiles no decía nada, continuó. -Lo que ha pasado hoy no puede volver a pasar. Nos hemos dejado llevar por el calor del momento, pero no ha estado bien.

Stiles entrecerró los ojos mínimamente.

-¿No ha estado bien, Lydia? -preguntó. -Pues debo de ser el único de los dos que cree que ha sido exactamente lo que tenía que pasar.

-Stiles...

-Nunca antes había sentido que un beso fuera tan real, Lyds. Nunca. Ni siquiera con Malia. Pero ha sido rozar tus labios y darme cuenta de que siempre has sido tú.

Lydia cerró los ojos y se frotó la cara con las manos, en parte para que Stiles no viera cómo se le había subido el color a las mejillas.

Era absurdo negar que ella no había pensado exactamente lo mismo, pero le costaba horrores admitirlo. Quizás fuera porque nunca ningún chico había significado tanto en su vida como Stiles lo hacía. Quizás fuera porque estaba aterrada ante ese nuevo sentimiento.

Pero en lo más profundo de su ser sabía que, por mucho que luchara contra ello, su corazón siempre la guiaría hasta Stiles. Así que, aunque no tuviera ni idea de adónde podría llevarles este nuevo giro en sus vidas, Lydia se rindió ante su intento de alejar a Stiles y dejó que su sueño más secreto se apoderara de ella.

-Podemos intentarlo -dijo antes de agarrarlo del cuello de la camiseta y atraerlo hacia sí para besarle.