A/N: continuación del oneshot anterior, Lydia.
~~~
Stiles se miró al espejo por cuarta vez en cinco minutos. Decir que estaba nervioso era quedarse cortos, pues sentía como si sus piernas fueran de gelatina y como si su corazón fuera a formarle un agujero en el pecho de lo fuerte que le estaba latiendo. Esto solo le había ocurrido en contadas ocasiones anteriormente, y tras ninguna de ellas había salido bien parado.
Se podía decir que su vida amorosa no había sido digna de película romántica.
No quería sentirse tan agitado en estos momentos, pero no podía evitarlo. Siempre había sido del tipo de persona difícil de conquistar, puesto que las pérdidas que había sufrido a lo largo de su relativamente corta vida habían hecho que construyera una especie de barrera antisentimientos. No dejaba que sus citas llegaran a emocionarle tanto como para revisar el reloj media docena de veces aun sabiendo que los minutos no habían empezado a correr más rápido desde la última vez que lo había comprado.
Pero la noche anterior algo había sido diferente. No había sido la primera vez que se la encontraba, pero sí que fue la primera que habló con ella. La había visto en el bar las dos noches anteriores y se había fijado en ella desde el primer momento, pero no había sido hasta que ella se sentó a su lado y empezaron a hablar cuando se dio cuenta de lo mucho que le gustaba. Tanto que él mismo se había sorprendido ante la facilidad con que la chica de adorables ojos verdes y pelo rubio fresa había conseguido engatusarlo con solo unas palabras.
Por supuesto, Stiles se había mantenido firme y había seguido sus tácticas habituales para ligar; no tenía intención de que la chica descubriera cuán nervioso podía llegar a estar a su lado.
En contra de todo pronóstico, el rato que pasaron junto a la barra del bar consiguió desarmarla, pues estuvieron un buen rato discutiendo sobre el nombre de la chica, el cual fue su billete para conseguir su número de teléfono. Incluso a estas alturas, a Stiles no se le había ocurrido pensar que probablemente habría obtenido su número en cualquier caso, tanto si adivinaba su nombre como si no.
Unos minutos antes de la hora a la que se había prometido salir de casa, Stiles abrió la puerta y descendió las escaleras del edificio, en dirección a casa de Lydia. Ahí había sido el último lugar donde la había visto la noche anterior, donde, tras unos instantes de vacilación por parte de ambos, Stiles se había dado cuenta de que ni de coña se iba a marchar a casa sin besarla. Se aseguró de ello.
Tras separarse, Lydia tenía las mejillas coloradas y era incapaz de juntar la mirada de vuelta con la suya. La tenía fija en algún punto del rostro de Stiles que no eran sus ojos, pero él estaba encantado con la visión de la chica tan emocionada pero a la vez tímida junto a él. Era difícil creer que fuera la misma que tan decididamente se había sentado junto a él unas horas antes.
Antes de marcharse cada uno en su dirección, Lydia le tomó de la muñeca y tiró de él para volver a besar sus labios, que ya estaban preparados para recibirla.
Cuando se quiso dar cuenta, Stiles ya estaba en la calle de Lydia, y sus nervios aumentaron por un segundo al comprobar que ella ya se encontraba ante el portal de su casa, esperándole. Vestía de verde y llevaba el mismo color de pintalabios que anoche, y Stiles no pudo menos que tomarse un segundo para inspirar profundamente antes de acercarse y saludarla con un beso en la mejilla.
No en los labios. Eso había sido anoche; la dinámica ahora era distinta. No en vano esta era su primera cita de verdad.
—Estás... increíble —dijo Stiles, y lo hizo de corazón.
ESTÁS LEYENDO
Stydia Oneshots <3
FanfictionRecopilación de Stydia Oneshots (algunos AUs) que se me van ocurriendo cuando no estoy intentando matar a Jeff Davis mediante vudú por no haber hecho Stydia canon antes del 31/01/17. Puede contener O'Broden porque soy muy O'Broden trash. Si tenéis a...