Stydia Oneshots <3

Skin

Don't hold back,
You know I like it rough

~Skin

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A/N: Por si la letra de la canción no es suficiente aviso, este oneshot es smut.

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Lydia suspiró por enésima vez en lo que llevaban de tarde. Estaba sentada sobre la cama de Stiles, con las piernas cruzadas y tres libros de la misma asignatura abiertos ante ella; mientras que Stiles estaba de pie, apoyado contra el borde de su escritorio, unos metros más allá. Si hubiese tenido la fuerza suficiente, se habría levantado de la cama para darle algún golpe al chico. Se los merecía por llevar más de dos horas haciéndole perder el tiempo con una sesión de estudio que claramente no necesitaba.

—Por Dios, Stiles, ¿de verdad que no me puedo ir? —Lydia se pasó una mano por la cara y estiró el cuello de un lado a otro—. Llevamos aquí mucho rato y ya me has demostrado que te lo sabes todo.

—Vamos, Lyds, no puedes irte —repuso él—. Te necesito.

Lydia lo fulminó con la mirada y soltó otro suspiro. La frustración se estaba empezando a apoderar de ella, y todo por culpa de Stiles. La había llamado hacía un rato alegando que iba muy perdido en Biología y que necesitaba ayuda urgente para el examen del próximo lunes. Era viernes y Stiles parecía saberse cada ejercicio de la lección, así que Lydia no entendía qué demonios estaba haciendo en su casa y por qué le había pedido ayuda para estudiar.

—No me necesitas. Te sabes todo el tema perfectamente; ni siquiera sé qué hago aquí. Incluso me podrías dar tú la clase.

Stiles esbozó una pequeña sonrisa burlona y descruzó los brazos que había tenido sobre el pecho todo el rato para ahora apoyar las manos sobre la mesa. Se inclinó levemente hacia atrás, consiguiendo que el borde de su camiseta se subiera ligeramente y dejando ver una fina línea de piel sobre el inicio de sus vaqueros. Piel que a Lydia no le pasó desapercibida. ¿Cómo iba a hacerlo después de lo que había pasado hacía justo una semana, en aquella fiesta en casa de Danny? Sacudió la cabeza para apartar todo recuerdo de la fiesta de su mente. Se había prometido que no pensaría en eso, y mucho menos con Stiles delante.

—Pero sí que tengo preguntas, Lyds, necesito que me las respondas.

Sin mirarle a la cara, la chica se puso a recoger sus libros.

—No es cierto —se quejó—, lo único que has hecho en estas últimas horas ha sido responder correctamente a todo lo que te he preguntado, además de sonreírme con suficiencia desde la mesa.

—No he dicho que tenga preguntas sobre el temario del examen.

Nada más escuchar sus palabras, Lydia se detuvo a medio camino hacia la puerta de la habitación. No le gustaba hacia dónde se dirigía la situación, así que trató de inventarse una rápida excusa para salir de casa de Stiles cuanto antes y no tener que empezar una discusión con él.

—Mira, Stiles, tengo un poco de prisa, así que si no vamos a hablar del examen del lunes, me voy a ir yendo, que todavía tengo muchas cosas que hacer.

Con la mano sobre el pomo de la puerta y muy dispuesta a salir de esa casa sin perder un segundo, Lydia sintió los dedos de Stiles aferrarse a su otra muñeca. Se quedó inmóvil durante un momento y apretó los labios, todavía dándole la espalda al chico, pero enseguida se giró para encararlo. Mala idea.

En cuanto Lydia lo miró a los ojos, Stiles dio un paso al frente y acortó casi toda la distancia que lo separaba de ella, dejando entre ellos unos incómodos centímetros que a Lydia no le gustaban nada. Estaba acorralada contra la puerta y el cuerpo de Stiles, no había ninguna posible escapatoria hacia ningún lado.