CAP 120 (PARTE 1)

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Mis ojos se abren y estoy tirada en el suelo lo extraño es que no me duele nada y no hay nada roto, esto es extraño. Me levanto y veo a mi alrededor todo esta blanco, las paredes, los muebles, la casa. Incluso yo traigo un vestido, no recuerdo haberlo traído puesto. Hay una luz hermosa que viene de afuera, que me hace sentir bien. Esto es tan extraño camino hacia la sala, después a la cocina, al salón, subo las escaleras pero no veo a nadie.

Todo esta tan... blanco... limpio e impecable. No es que no lo estuviera pero... ¿Qué es esto? ¿Un sueño? ¿En realidad estaba soñando?

No claro que no, todo fue real, todo lo que me dijo mi padre fue real.

- ¡Gail! ¡Taylor! ¡Papá!- les hablo pero nadie me contesta, no hay nadie. La puerta de la entrada se abre y un fuerte viento entra, es un aire lleno de júbilo que me envuelve y me relaja.

Así que salgo y comienzo a caminar y llego al prado, Wow está lleno de muchas florecitas de todos los colores, florecillas que jamás han estado aquí, es un panorama realmente hermoso. Miro todo alrededor y me puedo dar cuenta que hay una mujer con un vestido parecido al mío. Ella está de espaldas viendo hacia la costa, su cabello es largo y castaño.

Camino hacia donde está y me detengo a escasos dos metros de distancia.

-De toda la casa, este era mi lugar favorito.- me dice aún de espaldas, yo me ladeo para ver su rostro pero no puedo ver quién es. Y ¿Cómo que este era su lugar favorito? ¿Por qué dice eso? ¿Acaso ella vivió aquí?

Pero después de todo, tiene razón, el prado siempre ha sido también mi lugar favorito de la casa, es extenso y fresco. Me gustaba acostarme ahí y correr y dar piruetas.

-Si, a mí también me gusta este lugar.- le contesto

-Lo sé.- ella se voltea y cuando veo su rostro me quedo perpleja y mis lagrimas comienzan a salir.

-Hola mi amor. Sabía que algún día te volvería a ver.- me sonríe con un hermoso brillo en sus ojos y ternura.

OH. POR. DIOS.

¡ES MI MADRE! DIOS MIO ES ELLA. SANTO CIELO NO PUEDO CREERLO. ¿Esto es un sueño? Porque si lo es no quiero despertar nunca.

¡Es ella! ¡De verdad es ella!

¿Pero como es que esta aquí? No lo puedo creer, es mi madre... es mi mamita. Ella me sonríe dulcemente y me abre sus brazos

-mamá.- susurro y ella asiente y yo sin dudarlo corro hacia ella y la abrazo ella me abraza también.

-Hola mi corazón, al fin estamos juntas mi niña.- abrazo con todas mis fuerzas a la mujer que tengo frente a mí. No puedo creer que esto esté pasando, este es el sueño más hermoso y bonito que he tenido del cual no quiero despertar nunca.

Nos mantenemos abrazadas por lo que parece ser mucho tiempo, hasta que finalmente nos separamos, nos damos ambas manos y reímos, las lagrimas que caen sobre mis mejillas son lagrimas de felicidad, nunca me había sentido tan feliz. Mi madre me quita las que caen con su pulgar, pone su mano en mi mejilla y yo me recuesto en ella sosteniendo su mano. Cuantas veces no quise que esto pasara ¿Cuántas? Abro los ojos para encontrarme con su mirada llena de amor

-siempre me decía que si tuviera la oportunidad de verte tendría muchas preguntas por hacerte... y ahora que te tengo frente a mi... solo puedo decirte... Gracias mamá, gracias por dar tu vida por la mía, gracias por darme la oportunidad de vivir, gracias por ser mi mamá. Te amo.- sin pensarlo, una vez más la vuelvo a abrazar y ella también me abraza y acaricia mi cabello.

UNA SOMBRA MAS DE GREYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora