Me enfrento al fin de semana más aburrido de la historia.
Nadie quiere salir, y no tengo noticias sobre mi caballero oscuro.
¿En serio? Qué asco.
Sólo lo tengo a él. El chico con los ojos más desconcertantes que he visto en mi vida.
Yo soy verano y él es invierno. Yo soy sol y él es lluvia.
Es el invierno más extraño que he vivido, incluso yo comienzo a echar de menos el frío.
¿Por qué no hace frío? ¿Dónde está el invierno? ¿Dónde están las precipitaciones?
Sus ojos claros extrañan el frío y admirar la caída de la lluvia.
-¿Por qué te gusta tanto el invierno?
- No lo sé, me encanta. Es amor puro.
Si supiera explicarte por qué me gusta tanto, no seria tan verdadero.
Cuando llueva, cuando haga frío, prueba a ponerte lo justo para pasar frío pero sin sufrir. Da una vuelta en silencio, sólo mirando el cielo gris, el ambiente que se genera conforme caminas. La tranquilidad viene y, poco a poco, notas calma.
Yo lo hago siempre. Me voy, solo, no paso frío, lo gozo. Me voy a un campo, me tiendo en el suelo mirando el cielo gris, y quizás me ponga algo de música.
Cuando llueve lo que hago es sentarme con la ventana abierta, viendo como la gente sin paraguas corre de la lluvia, escuchando como la lluvia cae. En mi es... es inexplicable lo que produce.
Cuando llueve y no tengo paraguas ando con los ojos cerrados escuchando la musica, que no hay, porque en serio, que mejor musica que la lluvia no vas a encontrar.
Supongo que suelo ver lo bonito de lo que todo el mundo ve como feo, y veo feo lo que todo el mundo ve como bonito.
Mis ojos me reflejan a mi cuando llueve.
-Gracias por compartir esto conmigo.
No se trata de que veas la belleza en algo que carece de ella. Todo tiene su punto en realidad. Simplemente algunos no sabemos verlo.
-Ojalá pudieras verlo, en serio.
