Hablamos durante todo el día... el problema llega con la noche.
-No puedo analizarte.
-¿Y por qué te atrae tanto?
-Porque nunca puedo predecir tus reacciones, y eso es nuevo para mi.
Siempre sé cómo reaccionan.-Pero yo no soy ellos.
-Eso es lo que tanto me atrae, la incertidumbre. Porque el juego sin peligro, no es juego.
-No busques juego, no conmigo.
-Sé lo que buscaba al principio, ahora... ahora ya no sé lo que busco.
-Ya nada.
-Quería jugar contigo... luego me hablaste de tí, de tu mente, de cosas demasiado complicadas incluso para mí.
Llevo sin saber qué busco de tí desde que me abriste un poco de tu mente.-Yo sabía demasiado desde el principio.
-Haberte enfrentado a una mente como la mía antes, te da mucha ventaja.
Tú... tú si que puedes predecir mis movimientos, y saber lo que pienso.-Yo no intento ni predecir ni pensar qué piensas. Yo dejo que todo fluya.
-Y yo me dejo llevar en medio de halo de misterio e incertidumbre. Sabes perfectamente lo que siento, y no desde la noche que nos besamos... lo sabes desde antes.
Y no entiendo por qué no has huido de mí... sería la reacción normal.-Odio hacer daño.
-No quiero que lo único que te una a mí sea el miedo a hacerme daño.
-No sé qué decirte.
-Lo que piensas.
Me sentí atraida por ti, por tu imágen. Y al empezar a hablar contigo jamás esperé que pudieras ser así.
Me sorprendiste, y me ilusioné. No todo en la vida es tan perfecto, así que simplemente no me correspondes.-Todos esperan que sea un "Típico". Hay que fijarse bien en los ojos.
-Siempre supiste demasiado.
-No lo elegí yo.
-¿Por qué no me pusiste límites cuando empezaste a ver que estaba siendo una imbécil? Es decir, yo estoy aquí, echa un lío desde hace mucho tiempo. Y tú... simplemente estas ahí, imparcial.
-No soy capaz de hacer daño, no me sale.
-¿Y no es mejor decirme que no te gusto cuando mis sentimientos son menores?