Hoy será el gran día. Por fin podré sentirlo cerca.
Quiero conocer su olor, la textura de sus manos, la oscuridad que oculta tras esos ojos.Me paso la mañana preparándome. Estoy nerviosa. Ni siquiera sé qué ponerme.
Va a ser un gran día. Tiene que serlo.Finalmente me decanto por unos pantalones blancos y negros excesivamente cortos. Mis piernas están cubiertas con unas medias de red.
Mi pantalón no es lo único que hace alusión a mi desnudez. Llevo un body de transparencia negra que deja ver mi sujetador de encaje negro.El botellón está abarrotado y una preocupación atenta contra mi felicidad. ¿Lo encontraré? ¿Me encontrará? ¿Y si no nos vemos?
Me entra el pánico. Decido que no puedo asentarme, que necesito estar en movimiento.
Si él no me encuentra, yo lo encontraré a él.Una amiga me acompaña. Damos varias vueltas y me topo con unos ojos preciosos observándome.
Pero no son los suyos.Este chico tiene unos preciosos ojos azules, el pelo oscuro y un estilo impecable.
Vivimos una aventura hace algún tiempo.Me observa desde la distancia y puedo ver como una sonrisa aparece sobre su boca perfecta.
Mi amiga me anima a acercarme y saludarlo.
Es guapísimo.Se acerca mucho más de lo debido y huyo.
Estoy enamorada de otros ojos.Mi amiga me sirve un vaso enorme del que sólo llena la mitad. Ginebra.
Bebemos mientras caminamos entre la gran masa de gente.Y entonces ocurre. Me topo con esa mirada.
La única mirada que realmente deseo ver.
Está excesivamente lejos así que me limito a saludarlo efusivamente con mi mano.Mi amiga me obliga a caminar en sentido contrario al que se encuentra.
Quiero gritar. Quiero sentirlo.La ginebra comienza a hacer efecto en mi pequeño y delicado cuerpo.
Vuelvo a toparme con el chico perfecto de ojos azules.
Oh no, ahora soy vulnerable.
Me sujeta con firmeza la mano que no tiene el enorme vaso y se acerca a mi cuerpo con una sonrisa maliciosa en los labios.
Coloca su mano derecha sobre la hendidura de mi espalda y suelta mi mano para sujetar mi cintura.Me besa.
