Quedo totalmente expuesta a su mirada.
Sus ojos oscuros me contemplan y veo un atisbo de sonrisa aparecer en su rostro perfecto.
Se acerca a mi cuerpo y vuelve a torturarme.
Su coqueteo me enerva, siempre es igual.-Volverá a pasar.
Y tiene razón. Me resulta irresistible, no lucho, nunca. Dejo que surja, siempre.
Muerdo mi labio inferior. Deseo que vuelva a suceder, siempre lo deseo. Deseo cada caricia, cada promesa, cada encuentro.Regreso a casa.
Camino despacio pensado en esos ojos oscuros clavados sobre los míos, arrancándome suspiros sin piedad.
Me resulta simplemente irresistible.Vuelvo a recordar sus palabras llenas de promesas: "Volverá a pasar.", y no puedo evitar sentir como me invade la felicidad.
Él desea que esta historia no tenga fin. Y yo estoy aquí por y para complacerlo.
Me quedo plácidamente dormida pensando en él.Los días pasan despacio. Demasiado despacio.
Últimamente he perdido el contacto con esos ojos claros. Y el contacto con el chico de ojos oscuros es algo que ha sido casi inexistente desde hace medio año.El fin de año marca el comienzo de algo nuevo, pero no necesariamente el de algo diferente.
Escribo un mensaje al chico de ojos claros, uno simple: "Feliz año."
Su respuesta es mucho más animada y completa: "Feliz año payasa, un placer haberte conocido." Con un emoticono que simula una cara sonriente.Su respuesta me resulta tierna y sonrío. Mis últimos meses han girado a su alrededor todo el tiempo.
¿Debería hablarle al chico de ojos oscuros? Definitivamente su respuesta me asusta más.Finalmente lo hago, no puedo contenerme. Le hablo exáctamente igual que a el chico de ojos claros: "Feliz año."
Su respuesta, al igual que la del chico de ojos claros, también me arranca una sonrisa: "Feliz año, ¡Qué esto siga en pie por muchos años mas!"Me paso la noche bailando y celebrando el año nuevo.
Me paso la noche contemplando esos ojos oscuros que me vuelven loca.
Me paso la noche deseando otro 2015.Por otro 2015.