Los fines de semana son geniales, sin embargo, implican no poder perderme en esa mirada tan intensa durante cinco segundos. Cómo extraño esos cinco segundos.
Se disculpa por haberse quedado dormido la noche pasada, lo cuál es simplemente adorable. Aunque a mi me pasó exactamente lo mismo...
Me preocupa. Me preocupa muchísimo. Se ha lastimado jugando.
Le duele bastante la pierna, sin embargo va a jugar cuando le corresponde. El día 11.
Él y su fecha especial. Bueno, para mí también lo es, siempre llevará su nombre.Sabes que ha llegado el frío, cuando abren la discoteca de invierno. Hoy todo parece mucho menos tenso, mucho más normal entre nosotros.
Hay una alegría silenciosa emanando desde lo más profundo de mi ser.Debería estar aquí, en la discoteca... pero su pierna no se lo permite, debe reposar para el partido de mañana.
Es algo que me apena bastante... me gustaría verlo.Pero su ausencia... hace que la oscuridad me aguarde.
Vuelven mis fantasmas del pasado.-Hace mucho que no hablamos... desde verano. Me gustaría mucho hablar contigo... si tú quieres, claro.
Sus ojos oscuros e irresistibles me examinan. Esperan una respuesta. Él es sexy.
Es la definición más completa que se me ocurre. Tiene unos aires de superioridad que hacen que me derrita por dentro, los ojos oscuros, y un estilo impecable.-Claro.
Digo casi sin pensar. ¿Qué estoy haciendo? Estoy enamorada de mi chico perfecto, ése de la mente maravillosa y los sentimientos magnificados. El de los ojos claros.
Mi subconsciente me traiciona y se siente atraído hacia la oscuridad.
Estos días sin una relación normal con mi niño de ojos desconcertantes y enormes han hecho que pierda la esperanza en un futuro con él.
La luz que había traído comienza a apagarse de forma casi imperceptible.¿Acaso una parte de mi desea volver a traer de vuelta la oscuridad? Tal vez sigo deseando que esos ojos oscuros me trastornen y me hagan perder el sentido del juicio.
Hay un conflicto en mi interior. Luz y oscuridad luchando por la permanencia.