En llamas (Peeta Mellark y Tu )

Capítulo 12: En el Capitolio

Entre besos y risas, llega la hora de comer y tras eso cada uno nos retiramos a nuestro compartimento a prepararnos para la llegada al 2.

Cuando estamos preparados, Peeta es quien pasa a buscarme a mi compartimento y ambos nos dirigimos hacia el vagón-salón a la espera de la inminente llegada al Distrito. Todos juntos nos dirigimos al edificio de justicia del Distrito.

Todo inicia, damos nuestro discurso cada uno de nosotros, relatando con exactitud palabra por palabra lo que tenemos escrito en nuestras tarjetas. No añadimos ni cambiamos nada, todo lo decimos tal cual el Capitolio nos manda. No nos salimos del guion. Antes de finalizar, Peeta se acerca más a mí y coge mi mano. Se que ese es el momento de anunciar lo nuestro.

—Antes de finalizar, queríamos haceros conocedores, de algo que a (TN) y a mi nos hace felices de anunciar. —Comienza a hablar Peeta. — Creo que no es secreto para nadie que ambos tenemos sentimientos el uno por el otro. Hemos estado juntos desde hace un tiempo, y ahora nos hemos sentido preparados finalmente, para anunciaros nuestra relación. —Anuncia retocando un poco la verdad para intentar generar un mayor impacto. Apenas llevamos un día juntos en una relación formal y oficial, pero es mejor mentir en eso, puede llegar a beneficiarnos.

El anuncio genera diferentes reacciones, algunos nos aplauden, otros no muestran ningún tipo de reacción a ello. Bueno o malo, espero que llegue más positivamente al resto de Distritos y que ayude para aplicar a los rebeldes.

Han pasado dos días desde nuestra visita al 2, justo ahora estamos en el Capitolio, lo que me tiene muy ansiosa. Peeta lo ha notado, sobre todo por las noches, que, a pesar de su presencia, he tenido algunas pesadillas. Mi nivel de ansiedad es tanta que incluso durmiendo Peeta conmigo es incapaz de alejar a mis pesadillas como ocurre normalmente.

Nos estamos alojando en nuestro piso del edificio de entrenamiento, el mismo en el que nos alojamos en los juegos. Es un poco contradictorio ya que por un lado me genera un sentimiento de familiaridad y por el otro me trae muy malos recuerdos.

Me alegra mucho volver a ver a nuestros estilistas. En cuanto Cinna ha llegado ha echado a Peeta de mi habitación, que ahora es de ambos porque así nos hemos instalado, para que se marchara a preparar con Portia y me dejase prepararme a mí.

Justo cuando Cinna está terminando de ayudarme a colocarme el vestido, entra Katniss a mi habitación ya vestida con un precioso y deslumbrante vestido negro. La parte de los hombros está decorada con plumas negras y rojas, la parte baja de la falda es de un tul transparente y el resto del vestido lleva relieves con una tela negra brillante. Al contrario que el suyo, el mío es un vestido de gasa color azul con bordados blancos decorando el vestido, los hombros descubiertos con un escote de hombros caídos y la falda larga y suelta en corte línea "A".

Katniss lleva unas sandalias negras, una especie de guante negro en su mano derecha, que recuerda a los que usa un arquero y unos pendientes plateados. Yo llevo unos zapatos de tacón forrado con pequeños diamantes y justo en la punta adornado con una gran flor de cristal, llevo un collar con forma de media flor además del de mi madre y unos pendientes con piedras azules. Hasta hace poco no me había puesto pendientes pues no tenía los agujeros hechos, pero después de planteármelo y ver que para algunos estilos era adecuado, me los hice.

El pelo también lo llevamos recogido de manera diferente. A Katniss le han hecho una trenza en la parte delantera de la cabeza, como si fuese una corona, y detrás le han hecho otras dos trenzas más pequeñas dejando el resto del pelo suelto. En cambio, a mí me han recogido el pelo hacia atrás con una extraña trenza y me han dejado parte del pelo suelto y rizado. A demás, me han colocado una diadema de estrellas que complementa muy bien con mi vestuario.