Capítulo 15: De nuevo en casa

7.5K 432 113
                                    

Puedo apreciar el amor que llenan los ojos de Peeta al mirarme, y no puedo evitar resistirme a inclinarme y tomar mis labios con los suyos. Él rápidamente responde al beso y lo intensifica. Me besa con tanto sentimiento y tanta pasión que el cansancio que nos recorría por el ajetreado día se transforma en algo mucho más fuerte e intenso.

De nuevo hacemos el amor, pero esta vez como prometidos.

No salimos a cenar y pasamos el resto del tiempo en el compartimiento, acurrucados y descansando. No es hasta la mañana siguiente que hacemos acto de presencia en el vagón-comedor. Allí ya se encuentra Katniss y Haymitch no tarda en llegar. Nadie comenta nada y desayunamos con tranquilidad. Nuestros estilistas y equipo de preparación, así como también Effie, se han quedado en el Capitolio. Regresamos a casa y no se prevén eventos próximos a parte de la boda así que no se requiere su presencia constantemente con nosotros.

Es entrada la tarde cuando llegamos a la estación siendo recibidos por la familia de Peeta y Katniss, y algunos habitantes del Distrito. Agradezco que esta vez no sea una bienvenida tan grande como la que nos hicieron al regresar de los juegos.

Para mi gran sorpresa, la familia de Peeta se acerca hacia nosotros y nos felicita por nuestro compromiso. Su padre más caluroso y sus hermanos amablemente. Es su madre la excepción, quien se queda rezagada a un lado ignorando completamente nuestra presencia. Parece que se ha presentado a recibir a Peeta más por el qué dirán que por ganas.

La madre y hermana de Katniss también se acerca para felicitarnos por nuestro compromiso, y la dulce de Prim queda encantada con el anillo de compromiso cuando se lo enseño.



Los meses corren y con ello, el asunto de la boda se vuelve casi nuestro tema de cada día. Se requiere una boda perfecta, obvio son órdenes del presidente, y es por ello que se vuelve un tema recurrente en nuestras vidas. Por eso, el día de hoy voy a volver a ver a mi estilista después de meses sin verle, se encuentra en camino al 12 para hacer la prueba de los vestidos de novia y hacer de ello un reportaje para que de aquellos que me gusten, el Capitolio elija cual será el que llevaré en mi día.

El tiempo ha corrido tan rápido que apenas faltan cuatro meses para la cosecha, y, por tanto, va a hacer ya un año que fuimos elegidos como tributos.

Peeta se ha instalado en mi casa, no oficialmente, pero si pasa todos los días aquí y prácticamente hemos dormido juntos todas las noches desde que regresamos del tour. Ha trasladado algunas de sus cosas a mi casa y hay un espacio en mi armario repleto de su ropa. No me disgusta, todo lo contrario, me encanta ver nuestra ropa junta, un indicativo más de que todo es real y que nosotros existimos.

Regresando al asunto de la boda, todavía faltan seis meses para el gran día, pero el presidente Snow está empeñado en que se haga ya un reportaje para enseñar a Panem, pero en especial al Capitolio, el progreso sobre todos los detalles y preparativos de la boda.

Estoy asomada a la ventana viendo como caen los copos de nieve cuando veo aparecer las figuras de un grupo de personas adentrándose desde el final de la calle en dirección a nuestras casas. Unos minutos después ya estoy abrazando a Cinna, Effie y a mi equipo de preparación.

He hecho que Peeta se marche de casa durante toda la mañana para que no pueda ver los vestidos, ordenes de Effie. En realidad, podrá verlos si ve el reportaje, pero no voy a ser yo quien desobedezca a esa mujer.

Me paso toda la mañana enfundada en distintos estilos y tejidos que conforman el repertorio de vestidos de novia que han traído. He de admitir que todos son preciosos y que me ha costado decidirme por los seis que tenía que elegir, pero gracias a la ayuda de todos ellos y de Katniss, Prim, su madre y Madge, quienes me han acompañado en este proceso, he conseguido escoger los que más me gustaban de todos.

La verdad es que Madge y yo hemos desarrollado una muy bonita amistad, pasamos mucho tiempo juntas y me alegro de tenerla como amiga. He de decir que es una gran fan de mi relación con Peeta, y no porque lo diga yo, sino que me lo ha admitido ella misma.

Al mediodía comemos todos juntos en casa de Katniss y tras terminar vuelven al tren para regresar al Capitolio y seguir con los preparativos.

Peeta y yo pasamos el resto de la tarde estirados en el sofá, con el fuego de la chimenea calentando la casa y mientras yo me dedico a leer un libro, Peeta dedica el rato a dibujar. Cada uno estamos en lo nuestro, pero con nuestra compañía y tranquilidad ya nos basta.

Preparamos la cena juntos y la comemos frente a la chimenea. Cuando terminamos de comer y recogemos todo nos metemos en la cama y acurrucados charlamos de cualquier cosa que se nos ocurre en ese momento. En el momento en el que el cansancio empieza a vencernos, nos dormimos, abrazados y felices.

Llevo muchas noches sin tener pesadillas, lo que es un gran logro para mí y he de agradecer a Peeta también porque me ayuda bastante en ello. Esta noche no es distinta y cuando me despierto a la mañana siguiente me encuentro descansada y enérgica.

Me visto con mi ropa de salir a cazar lo más silenciosamente que puedo para no despertar a mi rubio durmiente. Ayer acordamos salir a cazar Gale, Katniss y yo. Me reúno con mi compañera tributo nada más salir de mi casa y juntas emprendemos el camino hacia el bosque.

Peeta sabe sobre nuestras salidas a cazar que se han estado repitiendo de manera puntual cada cierto tiempo entre los tres desde que regresamos de los juegos. No le gusta que lo haga ya que teme que algún agente de la paz nos pille fuera de la valla y tenga repercusiones para nosotros, pero lo respeta y confía en mí, así que, de cierto modo, lo acepta.

Le prometí ayer a Peeta que en cuanto terminase le recogería de la panadería para ir a dar un paseo. Su padre le pidió que le fuese a ayudar con la decoración de un pastel así que estará entretenido gran parte de la mañana.

Nos encontramos con Gale en el sitio acordado y a partir de ahí los tres nos compenetramos muy bien para cazar.

Son las once de la mañana cuando damos por terminado nuestro día de caza, habiendo cazado dos perdices y una liebre, siendo ya mucho teniendo en cuenta la temporada en la que estamos. Con el invierno siempre suele haber muy poca presa que cazar, siempre han sido las épocas que más hambre pasaba.

—Aquí nos separamos, nosotros vamos a ir al Quemador. —Me anuncia Katniss una vez ya estamos a salvo en la Veta. —Luego nos vemos.

—Vale, hasta luego. Gale saluda a tus hermanos de mi parte y agradece a tu madre por el pañuelo. —Me despido.

La madre de Gale el otro día me entregó un pañuelo de tela bordado con las iniciales de Peeta y mía, como regalo de compromiso. Esa mujer es muy adorable y sus hermanos también. Me hizo mucha ilusión el regalo, y donde muchos pueden pensar que es una tontería, la verdad que para mí fue un gran gesto que me emocionó mucho.

Tal y como el prometí, me paso por la panadería de los Mellark a recoger a Peeta. Cuando llego él se encuentra en la trastienda recogiendo todo lo que ha ocupado para decorar el pastel y es su madre quien me recibe tras el mostrador. Nos saludamos escuetamente y se instala un tenso e incómodo silencio entre nosotras que por suerte no dura mucho ya que Peeta aparece listo para marcharnos.

Damos un paseo por la zona comercial y vemos pasar corriendo a niños, pero no le damos mucha importancia ya que siempre se encuentran corriendo de un lado a otro. Es al pasar por la plaza central que vemos a mucha gente concentrada y alboroto. La gente hace una especie de circulo alrededor de toda la plaza, rodeando algo, pero no consigo ver nada. Tengo un mal presentimiento por lo que impulsivamente me suelto de la mano de Peeta y ... 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En llamas (Peeta Mellark y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora