Capítulo 22: Entrevistas

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Me acaricio distraídamente el vientre hasta que finalmente escucho mi nombre.

—Y ahora, recibamos a nuestra queridísima reina del hielo. Una de los tres vencedores de los juegos del año pasado, con nosotros ¡(TN) Smith! —Esa es la señal que me indica mi entrada, me adentro al escenario con paso decidido. —Madre mía, pero que preciosidad... —Exclama fascinado Caesar. El público suelta exclamaciones, sonidos de sorpresa y admiración. Y les doy la razón, porque el vestido es precioso.

Este año no hay sillas por lo que nos mantenemos de pie. A nuestras espaldas, hay una tarima donde se encuentran los once tributos ya entrevistados.

—De verdad que estas hermosa (TN), Cinna lo ha vuelto a hacer. —Continúa alagando el presentador.

—Gracias Caesar, la verdad es que si, Cinna con cada creación que hace se supera más y más. —Recalco el mérito de mi querido estilista.

—Perdóname que pregunte, pero necesito saberlo. —Se disculpa Caesar. —¿Este es el vestido de novia que ibas a llevar para tu boda?

—Si Caesar, este es. —Digo con nostalgia.

—¿Cómo que lo llevas puesto hoy?

—Por cortesía del presidente Snow. —Intento que mi voz suene neutra para que no se detecte todo el odio que siento por ese hombre.

—Y dinos, ¿Cómo te encuentras con todo esto de que se ha tenido que cancelar la boda? ¿Y con el hecho de volver a la arena? — Pregunta directamente el presentador.

—Si te soy sincera Caesar, muy dolida. Me duele saber que seguramente no sobreviviremos a estos juegos, y aunque lo hagamos, será uno de los dos, no ambos. — Expreso con total sinceridad, sin esconderme.

—Lo de presentarte voluntaria por Katniss, fue un gesto muy bonito por tu parte. ¿Por qué lo hiciste? Podrías haberte librado de entrar en la arena.

—Verdaderamente fue por impulso, pensé que, de las dos, quien más tenía que perder era ella.

—¿Te arrepientes de hacerlo? —Indaga él.

—No me arrepiento, pero ahora sé cosas que quizás me hubieran hecho plantear lo que hice. —Hago referencia a mi embarazo, solo que ellos todavía no lo saben.

—¿Qué tipo de cosas, si se puede saber? —Me intenta sonsacar Caesar.

—Es un pequeño secreto, y si te lo contase ya no lo sería. —Digo misteriosa, dando a entender que no soltaré prenda, al menos yo no.

—¿Qué opinas de Peeta? ¿Que se presentase voluntario también? —Cambia de tema al ver que no logrará sonsacarme nada.

—Sé que no lo hubiera podido impedir, aunque quisiera, desde el momento que yo me presenté supe que si Haymitch salía, él no me dejaría ir sola.

—Se nos acaba el tiempo por desgracia, pero antes de que te marches, me gustaría preguntarte. ¿Este año tienes algo escondido en tu vestido? Me decepcionaría saber que no.

—Por supuesto que sí Caesar. ¿Quieres verlo? —Le pregunto juguetona.

—Está claro que sí, reina del hielo, sorpréndenos. —Me anima el presentador del pelo de colores singulares.

Me aproximo hacia el borde del escenario, cercana al público para que puedan ver bien todo lo que muestro. Giro lentamente, como una bailarina recreando una pieza que toca la orquestra. El vestido blanco comienza a prenderse en llamas azules y se deshace en copos. Cuando termino de girar, me miro en una de las grandes pantallas y me impacta lo que veo. El vestido ha cambiado por completo, ahora es una mezcla de azul oscuro y negro, y es menos voluminoso que el de novia. Por instinto, elevo los brazos y conforme lo hago, unas alas se abren a mis espaldas dando así al vestuario un significado concreto.

En llamas (Peeta Mellark y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora