Capítulo 6: Pastelitos

7.9K 512 71
                                    

Llega un punto, en el que el suelo está tan lleno de harina que mientras corro alrededor de la encimera huyendo de él, me resbalo y cuando pienso que terminaré de bruces en el suelo, Peeta me agarra en plena caída evitando el golpe. Quedo suspendida entre sus brazos y el suelo, nuestras miradas se conectan y nos miramos fijamente por lo que parecen horas. Lentamente nos vamos acercando el uno al otro acortando el poco espacio que queda entre nosotros.

Deseo que la distancia se acorte y que nos besemos, deseo poder probar sus labios saber si se siente igual de bien ser besada por Peeta como lo es el estar entre sus brazos. Pero pese a mis deseos, Katniss me viene a la mente. Peeta siente algo por ella y no tengo muy claro si ella siente algo por él, pero no quiero ser el segundo planto de nadie. No me da tiempo a retirarme después de ese pensamiento, ya que el timbre suena ocasionando que nos sobresaltemos saliendo de nuestra burbuja y nos separemos. Me dirijo hacia la puerta totalmente avergonzada y con prisas.

Cuando abro, al otro lado de la puerta me encuentro con Katniss y Haymitch, este último con cara de perro mojado.

—¡Hola! ¡Que sorpresa! —Exclamo con demasiado entusiasmo. Hasta yo me doy cuenta de ello. —¿Qué hacéis por aquí? —Les pregunto mientras me intento quitar, en vano, la harina que tengo por todas partes con nerviosismo. Katniss me mira sospechosamente.

—Me ha obligado a venir y no sé para qué. —Le acusa nuestro mentor con mala gana, se nota que está con resaca. —¿Te has bañado en harina o qué? —Se dirige a mí.

—Eh...Bueno... —Me veo interrumpida por una voz a mis espaldas. Y menos mal porque solo de recordar lo que ha pasado, o bueno, lo que no ha pasado en la cocina, siento mis mejillas arder y no me veo con ganas de explicar por qué.

—(TN), ¿quién es? —Me pregunta llegando hacia a mí. —Oh, hola.

—Otro igual... ¿Pero que habéis hecho con la harina? ¿Tirárosla? —Pregunta el cascarrabias de Haymitch al ver el estado en el que se encuentra Peeta, uno muy parecido al mío. Ambos nos miramos y nos reímos.

—Hemos traído comida —Dice Katniss haciendo que me percate de lo que lleva en sus manos. Es entonces que me doy cuenta que hemos pasado casi toda la mañana haciendo el pastel y que ni siquiera hemos desayunado al final. —Y con respecto a él, me he visto obligada a sacarlo de su casa porque iba a empezar con la segunda borrachera del día.

Haymitch pasa entre nosotros hacia el interior de la casa refunfuñando. Siguiendo su acción nosotros tres también nos adentramos siguiéndolo hacia el comedor.

—Iré a colocar la comida en los platos. —Comenta Katniss.

—Te ayudo. —Se ofrece Peeta.

—Vale, Haymitch y yo prepararemos la mesa. —Digo. Apenas sé dónde se encuentra cada cosa en esta casa, así que me tardo un poco hasta que doy con el mantel para la mesa.

Una vez puesta, nos sentamos a comer la rica comida que ha preparado la madre de Katniss.

—Agradece por la comida a tu madre. —Le dice Peeta.

—Si, está muy buena. —Le secundo. —Podrían haber venido a comer también ella y tu hermana.

—No querían importunar. —Me explica ella.

—Bobadas, la próxima vez están más que invitadas. —Le aclaro.

—Sigo preguntándome qué demonios habéis estado haciendo para acabar así de enguarrados como vais los dos. —Interviene Haymitch.

—No estábamos haciendo nada malo, solo hacíamos un pastel. —Le contesto.

—Si, quizás hemos terminado haciendo una pequeña guerra de harina. —Admite Peeta. Me mira y me sonríe haciendo que yo le sonría en respuesta.

En llamas (Peeta Mellark y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora