Capítulo 21: Primer contacto

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Nos adentramos en el ascensor los tres, pero antes de que se cierren las puertas una vencedora y ahora tributo, que reconozco como Johanna Mason del Distrito 7, se adentra en el ascensor tirando un tocado de ramas al suelo.

—Odio a mi estilista, odio a este traje horrible y los odio a todos. —Despotrica furiosa. —Mi estilista es estúpida, llevamos siendo arboles por cuarenta años consecutivos con ella. Ojalá hubiera pillado a alguien como Cinna, sus trajes son fantásticos. —Dice con fastidio. —Oye guapo, ¿podrías ayudarme con esto? —Se dirige a Peeta. La miro entre indignada, sorprendida y sin creer que haya dicho eso frente a mí. Siento mis celos salir a flote, esos que hace tiempo no tenía. Peeta me mira incómodo mientras baja la cremallera y no puedo evitar fulminarlo a él también con la mirada. Haymitch a su lado lo veo intentar disimular una risa.

Una vez Peeta le ha desabrochado el vestido, ella se lo quita quedando totalmente desnuda, sin ninguna prenda de ropa que la cubra. Peeta desvía la mirada hacia mi sonriéndome incomodo. Cuando por fin se baja en su planta, Peeta y Haymitch se sueltan en risas y eso solo hace que me enfurruñe más.

—Celosa... —Suelta Haymitch causando más risas entre ellos dos mientras que yo solo bufo en respuesta y les ignoro irritada.

El enfado se me pasa tan pronto como llegamos a la habitación.

—Ha sido muy incómodo, te lo prometo, me reía porque me ha hecho mucha gracia como la sentenciabas con la mirada. —Me aclara Peeta una vez estamos solos en nuestra habitación.

—Si, igual que tu con Finnick esta tarde. —Le recuerdo.

Nos cabíamos de ropa y nos vamos al comedor para reunirnos con todos a cenar. A mitad de la cena Peeta me aprieta la mano por debajo de la mesa, señal de que es el momento.

—Tenemos algo que deciros. —Comienza haciendo que todos guarden silencio y estén expectantes a lo que tenga que decir.

—Lo siento Haymitch, si lo hubiera sabido no me hubiera ofrecido como voluntaria. Se que esto complica aún más las cosas. —Tomo la palabra, noto como se me humedecen los ojos mientras me dirijo a él.

—¿Qué ocurre chicos? —Nos mira preocupados.

—(TN) está embarazada. —Suelta la bomba Peeta. Effie se lleva las manos a la boca con una fuerte exclamación y el resto nos mira entre sorprendidos y tristes.

—¿Pero que estáis diciendo? ¿Estáis seguros? —Pregunta desconcertado nuestro mentor.

—Me sentía mal desde hace días, y cuando llegamos le expliqué a los médicos y me hicieron unas pruebas, y en los resultados confirman que lo estoy. —Explico. —Según las pruebas, tengo diez semanas de gestación aproximadamente.

—Qué demonios... Esto es una locura... —Dice levantándose de la mesa exasperado sin saber que hacer. —Está claro que no puedes ir a los juegos. Vere que puedo hacer.

—No, espera. —Le detiene Peeta cuando Haymitch se dispone a abandonar nuestra planta. —Esperemos a las entrevistas de mañana, lo diremos ahí, quizás sirva de algo...—Haymitch se queda pensativo.

—De acuerdo, si eso no lo para...—No finaliza la frase, pero todos sabemos que le sigue.

Tras terminar de cenar nos retiramos a nuestra habitación a descansar. Nos ponemos el pijama y nos tumbamos en la cama.

—¿Puedes descubrirte el vientre, por favor? —Me pide Peeta inclinado ligeramente sobre mí mirándome con expresión inocente. Me subo la camiseta del pijama para que tenga total acceso a mi apenas abultado vientre. —Gracias.

—De nada amor. —Le digo enternecida mientras le peino el pelo del flequillo. Peeta acaricia mi vientre y le susurra.

—¿Sabes una cosa bebé? Pase lo que pase, tu mamá y yo te amamos mucho desde el primer momento que supimos de ti. —Le escucho susurrar. —No sabes cuanto desearíamos tenerte ahora mismo entre nuestros brazos, pero por desgracia, quizás no podamos conocerte y tú a nosotros tampoco. Solo quiero que sepas que nos has alegrado nuestras vidas. —Las palabras de Peeta me conmueven y por eso, sumado a las hormonas del embarazo, me hacen llorar. Se da cuenta y asustado y preocupado se levanta para acunar mi rostro. —Ey, amor, ¿qué ocurre?

En llamas (Peeta Mellark y Tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora