Capítulo 33

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Casey

Observé a la chica a mi lado y le sonreí mientras ella depositaba un beso en mi mejilla. La chica pelirroja traía un café con ella y observó mi cuardeno de notas, traté de alejarme de ella pero ella sólo se acercaba más.

- Me incomodas Susan.

- Sólo quiero ver tu proyecto, Casey. - Ella suspiró.

- En realidad, parecía un acoso bastante grave. - Un chico moreno se sentó frente a nosotras.

- Tú la llevaste a una de esas cafeterías con chicas vestidas con disfraces, así que ni hables Fred. Eres un asquereso.

- Pienso que fue un buen regalo de cumpleaños. - Yo bajé mi mirada al patrón que construía. - ¿Que inventas ahora?

- Sólo estoy mejorando la aplicación que hice, he encontrado nuevas fallas.

- ¿Fallas? - Asentí.

- Pero el profesor Takinawa dijo que era perfecta. - Yo suspiré.

- Se equivocaba, yo también. Encontré una pequeña falla cuando la memoria se llena, afecta la aplicación y quiero solucionarlo.

- Pues quizás necesitas agregar esto. - Susan me quitó la libreta y completó el patrón correctamente.

- Eso pensaba. - Le sonreí.

- ¿Cómo esta tu linda novia? - Fruncí el ceño.

- No me agrada que le digas linda, eres un pervertido pero eres mi amigo así que no le digas linda cuando lo dices de esa forma. - Él asintió con una sonrisa burlona. - Ella esta bien, ha estado ocupada en la universidad y la florería.

- Si ya tiene una florería, ¿Para qué estudia algo más?

- Es su decisión. - Me encogí de hombros. - Tengo que llamarle, nos vemos luego.

Me levanté de la mesa del comedor y caminé hasta mi habitación, arreglé un poco el lugar antes de llamarla, ella contesto en cosas de segundos y sonreí.

- Konnichiwa. - Ella me saludó con una sonrisa.

- Hola a ti también.

- ¿Cómo van las cosas por allá?

- Muy bien, me han dicho que es posible de que me vaya en unos meses más, soy demasiada lista para este lugar. - Bromee y ella rió. - ¿Cómo estás tú?, te ves cansada.

- Si, bueno no todos somos unos cerebritos y estudiar ingeniería en recursos naturales no es tan fácil como creía. Además he estado llena de trabajo en la florería, aunque Tori y Kristen vienen a ayudarme de vez en cuando no es agradable ver como se besan por toda la tienda.

- Quizás deberías contratar a alguien.

- Me lo pensaré. - Sonrió.

- ¿Cómo está tu papá?

- Bueno, sabes que cuando murió mamá estuvo bastante decaído pero creo que ya esta mejor, hasta creo que esta saliendo con alguien.

- Eso es asombroso por él. - Ella asintió. - ¿Y Dianne?

- Sola, desde que terminó con tu hermano sólo se preocupa de sus estudios.

- De verdad pensé que nunca terminarían.

- Ella también lo hacía. - Murmuró.

- Sabes que él sólo no confiaba mucho en el hecho de su novia estudiara medicina en New Heaven mientras él se quedaba en Dallas estudiando artes. - Ella hizo una mueca.

- Lo sé, pero sólo son excusas, miranos a nosotras.

- No compares las emociones, no todos resisten las distancias. - Ella suspiró.

- Sólo cambiemos el tema. Supongo que Fred no te ha llevado por el mal camino hoy. - Me encogí de hombros.

- Susan se preocupa mucho de que no haga tonterías con Fred, no te preocupes nunca más dejaré que él me traiga una bebida.

- Eso espero, eres una borracha muy llorona. - Me ruboricé.

- Tengo que irme, debo ir a comprar a Akiba con todos los demás, lo siento.

- No te disculpes, pasala genial yo saldré con Tom mañana así que mientras duermes yo estaré con él en alguna librería y esas cosas aburridas. - Yo sonreí.

- Te amo.

- Te amo más.

La llamada se terminó y suspiré mirando el piso, la extrañaba un montón pero sólo sería un tiempo más antes de poder estar siempre a su lado. Bajé al gran salón del edificio residencial de la universidad y vi a los chicos riendo, cuando me acerqué Susan me abrazó por los hombros y yo sólo sonreí. Susan era la única a quien le he permitido tocarme con naturalidad en Japón y al parecer no soy a la única que le molesta el contacto físico en esta universidad.

- Quiero un gorro con orejitas. - Dijo Fred mientras caminabamos al metro.

- Gay. - Bromeó Takeshi, nuestro amigo oriental. - En serio, amigo necesitamos encontrarte una novia.

- Si es tu hermana con unas lindas orejas de gato, acepto. - Como era de esperarse Takeshi le dio un fuerte golpe en su brazo y nosotras sólo reímos.

- No te metas con mi hermana y espero que no tengas fantasías con ella porque juro asesinarte.

- Era sólo una broma viejo. - Fred alzó sus manos. - ¿Saben?, en Manchester me espera una chica, al menos eso espero. -Él suspiró.

- ¿Una chica? - Todos le miramos sorprendidos.

- Se llama Jane.

- ¿Doe? - Susan bromeó y él sólo rodó sus ojos.

- No idiota, Jane Parker, es mi ex novia bueno al menos hasta que regrese. Sé que ella esta esperándome. - Murmuró mirando el piso.

- Bueno, quiero ir por un nuevo videojuego. - Susan cambió el tema cuando notó que el animo de Fred cayó, al igual que el mío.
Cuando llegamos en la ciudad llena de adolescentes gastando todo su dinero, nosotros fuimos a la tienda de videojuegos y compramos unos cuantos los cuales seguramente nos durarán una semana, luego fuimos a una tienda y Fred se compró su gorra y una para mi, como si fuera nuestro ritual pasamos al salón de juegos y jugamos en cada juego que podíamos. Vi una cabina de fotografías y pensé que si Andy pudiese venir nos sacaríamos un montón de fotos.

- Venga, nos sacaremos unas fotos y cuando se las muestres a tu novia, de seguro va a querer venir a sacarse unas contigo. -Takashi tomó mi brazo llevándome a la cabina junto a los demás.

Y aunque normalmente me hubiese sentido incomoda con esa cantidad de gente en un lugar tan pequeño y con Susan en mis piernas, no me importaba porque ellos eran mis amigos que siempre me hacían sentir bien incluso si Andrea no podía estar a mi lado. Las fotos eran increíblemente ridículas y cada uno se quedó con dos del set de fotos, aunque me pareció un poco raro que Susan insistiera en quedarse con la foto en la cual besaba mi mejilla me daba igual, ella se veía feliz.

"Hey, Cass se me olvida recordartelo, mi tío quería hablar contigo. Besos."
"Okay, apenas pueda le llamo. Ya ve a dormir que ya es tarde en América."
"Ya iré mandona, te amo cerebro."
" Te amo, pinky."

Sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora