Capítulo 35

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Casey

Tal y como lo había prometido, luego de dos años en Japón estaba en Dallas una vez más. Al recibir mi equipaje vi a una morena esperándome y sonreí, claro que ella iba a estar ahí esperándome, siempre lo estaba.

- Por fin llegas, cariño.

- Te dije que debía resolver los últimos asustos, gracias a eso Jeff ha firmado el contrato de los nuevos programadores.

- Si, aún pienso que no deberías hacer negocios con la familia de tu ex novia y venirte conmigo a mi empresa. - Ella hizo un leve puchero y yo la besé cortamente para seguir nuestro camino a su auto.

- Susan, Jeff no tiene problemas con asuntos de la empresa y si te preocupa Andrea sabes que entre nosotras ya no queda nada.

- La detesto.

- Me lo has recordado. - Suspiré.

- Ella te rompió el corazón. - Su ceño estaba fruncido y sabía que se estaba enfadando.

- Pero tú lo reparas cada día que pasas a mi lado. - Una sonrisa creció por su cara.

- ¿Estas segura de irte a vivir con tu hermano? - Asentí.

- Ese era nuestro plan desde pequeños, y ya que con Dianne aún están las cosas complicadas pues quiero estar ahí para apoyarle en cualquier momento.

- Esta bien, pero al menos podré verte y darte mimos mientras él no esta.

- Si, te creo. Él sigue tratandome como si tuviera 15 años.

- Tienes 19, la diferencia no es mucha. - Ella se encogió de hombros mientras me abría la puerta del auto.

- Tú tienes 20 pero eres una inmadura.

- ¿Y eso ha que a venido? - Dijo ella riéndose.

- De que estas contradiciendome. - Inflé mis mejillas.

- Me encanta verte molesta, no puedes culparme de algo que tú haces.

- Tú lo provocas. - Escuché su risa mientras miraba por la ventana y observaba el paisaje que tanto añoraba.

Sin darme cuenta me había dormido bajo el sonido del estéreo del auto de mi novia, ella me despertó cuando llegamos a un gran edificio que supuse que en uno de los departamentos vivía Gregor. Ella me ayudó con mi maleta y al abrir la puerta confetis llegó a mí.

- ¡Sorpresa! - Vi a mis padres, mi hermano, Tori, Kristen y Takeshi en el lugar y yo sólo pude sonreír.

Tenía a las personas que quería a mi lado, al menos a la mayoría.

- Bienvenida a casa. - Mi hermano me alzó en sus brazos y reí, cuando me bajó al suelo toqué su cabello que esta más largo como su barba que le daba un toque maduro. - Extrañaba hacer esto.

- Y yo. - Sonreí cuando noté sus ojos iluminarse.

- He traído pizza. - Kristen rompió nuestro momento pero me dio igual ya que estaba más preocupada del hecho de que estaba en un abrazo entre Kristen y Tori, el apocalípsis se acerca, ¡Corred!

- Te extrañaba tanto, pequeña.

- Chicas... - Murmuré y ellas se separaron con una sonrisa. - Yo también las extrañaba. - Ellas se miraron y tomaron sus manos. - Chicas, miren quiero presentarles a mi novia. - Susan se acercó a nosotras con un vaso de agua y le sonreí cuando me lo dió. - Ella es Susan, mi mejor amiga y novia. Susan, ellas son Tori y Kendall.

- Un gusto. -Mi novia les sonrió al igual que ellas pero la diferencia es que mi novia lo hizo de verdad. - Casey me ha contado tanto de ustedes.

- Espero sean cosas buenas.

- No tengo muchas cosas buenas que contar de ustedes. - Me burlé y ellas rodaron sus ojos. Sentí los brazos de mi padre atraparme y sonreí. - Hola papá.

- Me alegra tanto de que vuelvas definitivamente.

- Si, bueno al menos hasta que con Susan nos vayamos a Nueva York. - Ella sonrió pero miré a mi madre que no tenía tan buena cara.

- ¿Nueva York? - Ella preguntó. - ¿Qué harán en Nueva York?

- Susan es de allá y queremos pasar un tiempo para decidir en que lugar podríamos vivir.

- ¿Tienen planes a futuro? - Mi hermano preguntó algo asombrado.

- Desde Japón ya tienen todo pensado. - Takeshi habló mientras comía.

- A Casey y a mi nos gusta tener un orden que podamos controlar.

- No pueden controlar nada del futuro. - Habló Gregor que parecía molesto.

- No, pero si queremos un futuro juntas. - Hable molestandome.

Fred y Takeshi son los únicos a los cuales no les molesta mi relación con Susan, los demás quiero suponer que aún no se han acostumbrado al hecho de que empezará mi vida una vez más luego de que Andrea me lastimara de tal forma, al recordarlo mi corazón aún se encoge pero debía ser fuerte y seguir adelante.

- Lamento lo que paso durante la tarde. - Desvíe mi vista del televisor hacia mi hermano, hace una hora se habían ido todos los invitados. - Es sólo que ella no es Andrea.

- Lo sé.

Sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora