Capítulo 3

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Casey

Miré mi plato con cereal y ordené los cubiertos antes de empezar a comer. Mamá cocinaba el desayuno del resto, mi padre leía el periódico como cada mañana pero mi hermano y yo sabíamos que era por las historietas y el sudoku, mi hermano hacia sus deberes apresurado aunque pude ver como tenia respuestas erróneas.

- Eso es 72. - Le murmuré y él se apresuró a corregirlo. - Eso es 3, tonto. - Él sonrió.

- Casey, te he dicho que lo dejes solo. Tiene que ingeniárselas por él mismo. - Yo bajé la mirada antes de asentir.

- Lo siento, mamá.

- Sólo me ayudaba un poco. - Vi como mi hermano fruncía el ceño.

- Cariño, los hermanos se ayudan. - Mi padre bajo el periódico. - Además sin Casey, Greg no podría aprobar fácilmente matemáticas.

- Greg debería saber ingeniárselas. - Mi hermano desvió su mirada y me sentí mal, mamá no era muy amable con él.

- Greg solo está presionado, pero él es muy listo. - Mi hermano sonrió ante mis palabras y eso me alegró. - Termina tu desayuno, en 5 minutos tenemos que salir a correr. - Él asintió dejando sus deberes a un lado.

Fui a mi habitación por mi ropa de deporte y me apresuré a cambiarme, miré mis tenis y el reloj, creo que tengo tiempo para hacerlo por mí misma. Empecé como me enseñó papá pero sentí unas manos en mi otro pie.

- Algún día lo harás más rápido, pero hoy tenemos que salir antes, iremos al centro comercial.

Me agradaba mi hermano, él siempre me sacaba de casa como sea y me hacía sentir como una persona normal. Siempre me consentía y espero que algún día pueda devolverle todo lo que ha hecho por mí. Bajamos corriendo a pesar de que mamá siempre dice que puedo caer, empezamos a trotar hasta la parada de autobuses y nos apresuramos a subir al que estaba, nos sentamos en los últimos puestos como siempre.

- Anoche me ha agregado Andrea.

- Lo sé, lo noté. - Él sonrió. - ¿Estás bien con eso?

- No me ha hablado. - Hice una mueca.

- ¿Querías que lo hiciera?

- Ella es muy graciosa, además si agregas a una persona a Facebook es para hablarle, ¿No?

- Se supone, ¿Crees que es linda? - Yo asentí. - Dianne me dijo que a ella también le gustaban las chicas.

- ¿Podríamos ser amigas?

- Dios, me refiero a que podrían salir, ha ella le gustaste. - Yo negué sonrojada.

- No es así, además no quiero salir con nadie. - Bajé la mirada.

- Escucha, sé que siempre te protejo pero tienes que llevar una vida como las demás personas. No porque eres algo diferente a los demás tienes que cerrar tus puertas. - Yo lo miré confundida. - Es solo que siempre te niegas a salir porque tú te pones las limitaciones.

- Mamá dice...

- Al demonio lo que dice mamá, sé que es una mala palabra. Bajemos. - Nos levantamos para bajar en el centro comercial y él tomo mi brazo llevándome a la tienda de videojuegos. - Sé que falta una semana para tú cumpleaños pero vamos a elegir tu regalo. - Yo sonreí antes de darle un corto abrazo. - Hey Matt. - Vi al chico con lentes del mostrador quien sonrió.

- Hey Greg, déjame adivinar, ¿Eres Casey? - Yo asentí con una sonrisa.

- ¿Eres mentalista? - Él rió levemente.

- No, pero Greg siempre nos habla de ti. Deberíamos jugar un día. - Yo asentí con una gran sonrisa. - ¿Quieren ver lo nuevo? - Mi hermano asintió y seguimos a Matt hasta el fondo de la tienda. - Esta es la nueva entrega de Resident Evil, salió hace dos semanas y...

- Ya lo he terminado. - Él me miró antes de mirar a mi hermano.

- Bien, ella si debe ser un diosa. Aún no puedo acabarlo.

- Era sencillo.

- Mejor por qué no me dices que buscas. - Yo miré la tienda un poco dejando atrás a mi hermano. Choque con alguien sin darme cuenta y cuando me iba a disculpar vi a Andrea.

- Hey, que sorpresa verte por aquí. - Ella me sonrió.

- Hola.

- ¿Vienes en ropa de deporte al centro comercial?

- Greg me ha hecho venir así. - Confesé y ella parecía divertida, era ridícula.

- Te ves bien. - Yo me ruboricé levemente.

- ¿Qué necesitas? - Matt se acercó a nosotros.

- ¿Aquí venden las entradas al evento? - Matt asintió. Los eventos que organizaban eran geniales, me gustaría ir algún día. - Hey. - La miré. - Te preguntaba si irás.

- No lo creo, Greg se siente intimidado. - Yo baje la mirada.

- ¿Quieres venir conmigo? - Yo sonreí inmensamente.

- ¿Puedo ir? - Miré a mi hermano.

- Podemos decirle a mamá que iremos con Dianne a algún lugar. - Yo sonreí.

- Acepto.

- Genial. - Ella fue con Matt al mostrador y le entregó el dinero. - Las cuidaré hasta el día del evento.

- No sabía que te gustaran los videojuegos. - Ella parecía algo nerviosa.

- No tanto pero creí que sería interesante.

- Lamento romper su momento, pero Casey debemos irnos.

- Quiero la primera versión de Final Fantasy. - Matt asintió con una sonrisa.

- Hey. - Volví mi atención a Andrea quien tomó mi mano y escribió algo ahí. - Luego hablamos. - Me guiñó un ojo antes de irse.

Vi mi mano y observé el número que estaba ahí junto a su nombre con un corazón.

- ¿Cómo atraes a las chicas? - Mi hermano pasó su brazo por mi hombro.

- Los genes West. - Sonreímos porque eso era lo que siempre decía él.

Sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora