Casey
Miré mi plato con cereal y ordené los cubiertos antes de empezar a comer. Mamá cocinaba el desayuno del resto, mi padre leía el periódico como cada mañana pero mi hermano y yo sabíamos que era por las historietas y el sudoku, mi hermano hacia sus deberes apresurado aunque pude ver como tenia respuestas erróneas.
- Eso es 72. - Le murmuré y él se apresuró a corregirlo. - Eso es 3, tonto. - Él sonrió.
- Casey, te he dicho que lo dejes solo. Tiene que ingeniárselas por él mismo. - Yo bajé la mirada antes de asentir.
- Lo siento, mamá.
- Sólo me ayudaba un poco. - Vi como mi hermano fruncía el ceño.
- Cariño, los hermanos se ayudan. - Mi padre bajo el periódico. - Además sin Casey, Greg no podría aprobar fácilmente matemáticas.
- Greg debería saber ingeniárselas. - Mi hermano desvió su mirada y me sentí mal, mamá no era muy amable con él.
- Greg solo está presionado, pero él es muy listo. - Mi hermano sonrió ante mis palabras y eso me alegró. - Termina tu desayuno, en 5 minutos tenemos que salir a correr. - Él asintió dejando sus deberes a un lado.
Fui a mi habitación por mi ropa de deporte y me apresuré a cambiarme, miré mis tenis y el reloj, creo que tengo tiempo para hacerlo por mí misma. Empecé como me enseñó papá pero sentí unas manos en mi otro pie.
- Algún día lo harás más rápido, pero hoy tenemos que salir antes, iremos al centro comercial.
Me agradaba mi hermano, él siempre me sacaba de casa como sea y me hacía sentir como una persona normal. Siempre me consentía y espero que algún día pueda devolverle todo lo que ha hecho por mí. Bajamos corriendo a pesar de que mamá siempre dice que puedo caer, empezamos a trotar hasta la parada de autobuses y nos apresuramos a subir al que estaba, nos sentamos en los últimos puestos como siempre.
- Anoche me ha agregado Andrea.
- Lo sé, lo noté. - Él sonrió. - ¿Estás bien con eso?
- No me ha hablado. - Hice una mueca.
- ¿Querías que lo hiciera?
- Ella es muy graciosa, además si agregas a una persona a Facebook es para hablarle, ¿No?
- Se supone, ¿Crees que es linda? - Yo asentí. - Dianne me dijo que a ella también le gustaban las chicas.
- ¿Podríamos ser amigas?
- Dios, me refiero a que podrían salir, ha ella le gustaste. - Yo negué sonrojada.
- No es así, además no quiero salir con nadie. - Bajé la mirada.
- Escucha, sé que siempre te protejo pero tienes que llevar una vida como las demás personas. No porque eres algo diferente a los demás tienes que cerrar tus puertas. - Yo lo miré confundida. - Es solo que siempre te niegas a salir porque tú te pones las limitaciones.
- Mamá dice...
- Al demonio lo que dice mamá, sé que es una mala palabra. Bajemos. - Nos levantamos para bajar en el centro comercial y él tomo mi brazo llevándome a la tienda de videojuegos. - Sé que falta una semana para tú cumpleaños pero vamos a elegir tu regalo. - Yo sonreí antes de darle un corto abrazo. - Hey Matt. - Vi al chico con lentes del mostrador quien sonrió.
- Hey Greg, déjame adivinar, ¿Eres Casey? - Yo asentí con una sonrisa.
- ¿Eres mentalista? - Él rió levemente.
- No, pero Greg siempre nos habla de ti. Deberíamos jugar un día. - Yo asentí con una gran sonrisa. - ¿Quieren ver lo nuevo? - Mi hermano asintió y seguimos a Matt hasta el fondo de la tienda. - Esta es la nueva entrega de Resident Evil, salió hace dos semanas y...
- Ya lo he terminado. - Él me miró antes de mirar a mi hermano.
- Bien, ella si debe ser un diosa. Aún no puedo acabarlo.
- Era sencillo.
- Mejor por qué no me dices que buscas. - Yo miré la tienda un poco dejando atrás a mi hermano. Choque con alguien sin darme cuenta y cuando me iba a disculpar vi a Andrea.
- Hey, que sorpresa verte por aquí. - Ella me sonrió.
- Hola.
- ¿Vienes en ropa de deporte al centro comercial?
- Greg me ha hecho venir así. - Confesé y ella parecía divertida, era ridícula.
- Te ves bien. - Yo me ruboricé levemente.
- ¿Qué necesitas? - Matt se acercó a nosotros.
- ¿Aquí venden las entradas al evento? - Matt asintió. Los eventos que organizaban eran geniales, me gustaría ir algún día. - Hey. - La miré. - Te preguntaba si irás.
- No lo creo, Greg se siente intimidado. - Yo baje la mirada.
- ¿Quieres venir conmigo? - Yo sonreí inmensamente.
- ¿Puedo ir? - Miré a mi hermano.
- Podemos decirle a mamá que iremos con Dianne a algún lugar. - Yo sonreí.
- Acepto.
- Genial. - Ella fue con Matt al mostrador y le entregó el dinero. - Las cuidaré hasta el día del evento.
- No sabía que te gustaran los videojuegos. - Ella parecía algo nerviosa.
- No tanto pero creí que sería interesante.
- Lamento romper su momento, pero Casey debemos irnos.
- Quiero la primera versión de Final Fantasy. - Matt asintió con una sonrisa.
- Hey. - Volví mi atención a Andrea quien tomó mi mano y escribió algo ahí. - Luego hablamos. - Me guiñó un ojo antes de irse.
Vi mi mano y observé el número que estaba ahí junto a su nombre con un corazón.
- ¿Cómo atraes a las chicas? - Mi hermano pasó su brazo por mi hombro.
- Los genes West. - Sonreímos porque eso era lo que siempre decía él.
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Sólo tú
Novela JuvenilCasey nació con el síndrome de Asperger, creció bajo el manto de su madre y clases en casa. Nunca pudo socializar mucho y definitivamente Andrea lo notó. A diferencia de Casey, Andrea ha tenido una vida normal a pesar de los conflictos con sus padr...