Casey
Andrea seguía durmiendo así que salí con cuidado de la habitación y bajé a la cocina por algo de comer, allí me encontré con su madre que tomaba una taza de té, yo me serví jugo y unas tostadas sentandome cerca de ella.
- Hey, buenos días.
- Buenos días señorita González.
- Eres muy educada. - Yo bajé la mirada. - Dime Camila, de hace mucho no utilizo mi apellido de soltera. - Yo asentí mirando mi vaso con jugo.- ¿Tú también me odias?
- Odiar es malo y es una pérdida de tiempo, no tengo porque odiarle, pero usted es quien atormenta la mente de mi novia así que no es la mejor persona que pueda conocer, de todas formas no le culpo usted estaba en una enorme depresión y no se dió cuenta de lo que hizo.
- ¿Eso te ha dicho Andrea? - Yo me encogí de hombros.
- No es difícil darse cuenta que usted fue una madre joven y un embarazo es muy complejo, debió pasar por muchas cosas y sigue haciéndolo, usted busca el perdón pero no ha pedido disculpas.
- ¿Cómo?
- Usted quiere que ellos le perdonen. - Ella asintió. - Pero, ¿Ha pedido disculpas?
- Bueno, buscaba demostrárselo.
- Lo sé, pero ellos no lo notarán hasta que usted se los diga. - Me encogí de hombros.
- Eres una buena chica, me hubiese gustado estar viva para su boda.
- ¿Boda?
- Si, les aseguro que se casarán. - Yo me ruboricé levemente. - Oh, cierto. Feliz navidad. - Ella acarició mi cabeza antes de levantarse.
- Feliz navidad.
El padre de Andrea nos dio regalos a ambas, a mi me dio una antigua consola que era de él y a Andy le regaló una cámara instantánea, aunque ella no lo dijo porque estaba enojada por la decisión de su padre sabía que le había gustado e incluso me obligó a tomarnos unas fotos. Cada vez que entrabas en su habitación podías ver las fotos en su pared. Su madre le daba su espacio así que no hubieron grandes problemas, a la hora de la cena hubo algo que me llamó la atención. Cuando subí al baño su madre cantaba desde la habitación en la que se quedaba, eso me recordó la hermosa voz de Andy también tenía.
- Canta muy bien. - Ella sonrió y me miró desde la cama. - ¿No bajará a comer?
- Luego. ¿Sabés?, casi fui una gran cantante pero elegí a Andrea, yo tuve la oportunidad de tener esas dos vidas pero cuando sostuve a Andrea por primera vez supe que debía preocuparme de ella siempre y ella sería mi primera opción... Luego sólo arruine mi vida y la suya como ya debes saber. - Me senté al pie de la cama y la miré por unos segundos.
- ¿Por qué empezó a beber?
- Mi madre siempre tomaba cuando el abuelo de Tori la dejó, cuando ella murió hice lo mismo y sin darme cuenta ya había perdido el control en la primera copa. Cuando iba a conseguir un poco más de alcohol me ofrecieron una extraña sustancia y ahí supe que ya estaba perdida. Quizás en el fondo todo lo que hice era para que Andrea se alejara de mi, ella seguía preocupándose de mi y yo fui una pésima madre, sólo quería que ella se alejará.
- No es tan mala madre, aunque nunca debió lastimarle de aquella manera, debió irse.
- Debí hacerlo.
- Sé que cuando estaba sobria hizo buenas cosas, lo sé porque Andrea es diferente a su padre y hace cosas que sólo usted debió enseñarle. - Vi como en sus ojos se formaban lágrimas. - Por favor, no llore. No era mi intención que se sintiera mal o algo.
- Todo lo contrario. Eres la primera que me dice la verdad, muchas gracias.
- Muchas denadas. - Ella rió levemente mientras limpiaba una pequeña lágrima que salía de su ojo.
- ¿Puedes hacer algo por mi? - Yo asentí. - ¿Podrías hacerle feliz y nunca mencionar nuestra conversación?
- Claro. - Entrelazamos nuestros meñiques y yo sonreí. - Tengo que bajar asi que, ¿Quiere jugar conmigo videojuegos?
- Tal vez luego, ve a comer. - Yo asentí y volví a la mesa.
Ellos casi habían terminado su comida y su padre se fue dejándonos a solas, la observé y pensé en lo parecida que era con su madre.
- ¿Qué?
- Sólo pensaba.
- ¿En mi?
- En Lana del Rey, me gustaría que ella fuera mi novia. - Bromee pero ella sólo frunció el ceño.
- Pues ve a Malibú a conquistarle, dicen que por ahí vive, me voy a mi habitación.
Ella se fué llevando su plato con ella y yo me quedé confundida.
- ¿Qué hice mal? - Le pregunté a su padre que pasaba por el pasillo
- Nada, Andrea acostumbra desquitarse con los demás. Disculpale, ella le esta costando todo esto pero lo entenderá, al menos eso espero.
- Lo hará, gracias por la comida. - Su padre me sonrió antes de irse a su estudio.
Cuando subí a su habitación abrí con cuidado la puerta y la vi con sus ojos cerrados mientras escuchaba música de su iPod, cerré la puerta con cuidado y me senté a su lado mientras acariciaba su cara con cuidado, noté como sus facciones se relajaban levamente.
- Soy una idiota, ¿No? - Ella se quitó un audífono pero no abrió sus ojos.
- La mayoría de las veces.
- Lamento siempre hacer eso.
- Sé que no lo haces porque lo quieres.
- Te amo.
- Te amo también.

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Sólo tú
Roman pour AdolescentsCasey nació con el síndrome de Asperger, creció bajo el manto de su madre y clases en casa. Nunca pudo socializar mucho y definitivamente Andrea lo notó. A diferencia de Casey, Andrea ha tenido una vida normal a pesar de los conflictos con sus padr...