El mundo mágico siempre ha tenido secretos, unos más importantes que otros.
Secretos en cada esquina, en cada familia y más si dos personas que no debían estar destinadas a estar juntas, quieren estarlo.
Nadie debe saber sobre sus miradas, caricias...
Malfoy luego de tener una larga discusión con él mismo, fue a donde siempre iba cada vez que sabía que no lo verían, la sala de menesteres, en el camino tomo un ave de las dos que se encontraban en una jaula, la coloco dentro del armario, sucedió lo de siempre, regreso muerta.
— No podré hacer esto — exclamo dándole una patada a una mesa del lugar tirando todas las cosas de encima.
...
En el comedor, Ron observaba de lejos a Lavender que lo miraba con furia, no recordaba del todo sobre lo que había sucedido en la noche que paso en la enfermería.
— ¡Basta ya, Ron! — exclamo, Hermione — estás haciendo que nevé
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— Explícame como rompí con Lavender — pidió, el pelirrojo.
— Fue a visitarte a la enfermería y hablaste... — comenzó a contar — no fue una conversación particularmente larga — aseguro.
— No me malentiendan, me alegro de que rompiéramos, pero parece muy molesta — comento, Ron.
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— Sí, así parece, ¿verdad? — dijo burlonamente, Hermione mientras los tres la observaban — ¿dices que no recuerdas nada de esa noche?, ¿nada en lo absoluto? — pregunto.
— Estaba Pansy — susurro para él mirando su mano izquierda — pero no pude ser, yo estaba totalmente atolondrado, ¿no? — comento.
— Sí y mucho — aseguro, la castaña — realmente pensé que entre ellos se arreglaría todo — le susurro a su hermano.
— Yo lo pensé igual — dijo, Harry ingiriendo más alimentos.
— Vaya tonto — bromeo, Hermione haciendo reír a su hermano — Harry es Katie, Katie Bell — dijo al verla caminar por el comedor, este se levantó de su asiento y la siguió.
— ¿Cómo estás, Katie? — le pregunto al acercarse ella.
— Sé que me vas a preguntar, pero no sé quién me maldijo he estado tratando de acordarme, de verdad — aseguro, Bell — pero no puedo — dicho se quedó atónita mirando a la puerta.
