El mundo mágico siempre ha tenido secretos, unos más importantes que otros.
Secretos en cada esquina, en cada familia y más si dos personas que no debían estar destinadas a estar juntas, quieren estarlo.
Nadie debe saber sobre sus miradas, caricias...
Hermione no podía sacar de su mente sobre lo que había escuchado la noche pasada en la cabaña de Hagrid, mientras peinaba su cabello para el baile, imaginaba la persona de la cual podrían estar hablando, la primera que se le venía a la mente era la hija de Maxime, eso explicaría su falta de parecido entre ambas. Cuando su cabello estuvo ordenado bajo corriendo las escaleras y siguió corriendo hasta llegar a la torre de Gryffindor, se encontró a Fred justo a fuera.
— Justo a quien buscaba — exclamó, al verlo
— Hermione... te diría que te ves bien pero no has acabado entonces... lindo cabello — dijo, Fred — ¿para qué soy bueno?
— Ayer iba pasando por la cabaña de Hagrid y escuche que alguien en el colegio oculta un secreto — susurró cerca de su oído.
— No, ya se quién es... por eso te busque a ti — aseguró, Hermione.
— ¿Quién es? — soltó otra pregunta.
— Lynne... la madre que le conocemos no es su verdadera madre — exclamo, sin saber que alguien detrás de ella la escucho.
— ¡Hermione! — dijo Fred con los ojos abiertos como platos.
— ¿Qué? — pregunto mientras dirigía su mirada al mismo lugar de Fred y ahí estaba ella, Lynne.
— Yo la sabía.... no egga necesaggío investigagg... Mi familia quiere que vuelva con ellos — la última frase la dijo sin acento francés.
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— ¿No eres francesa? — pregunto extrañada la castaña.
— No y ha sido un gran lío fingir el acento — se burló, Lynne.
— ¿Volverás con tu familia? — preguntó, Fred.
— Por supuesto... — dijo como si fuera obvio — pero no le quiero decir todavía a Madame Maxime, ella me ha dado todo y abandonarla porque mi verdadera familia me reclama, me parece algo injusto — explico.
— Ahora parece que tienes sentimientos — comentó, Hermione.
— Claro, porque ahora tengo tú mismo acento — se burló, Lynne.
— Total. ¿Qué haces acá? — preguntó, Fred.
— Vengo con Luna Lovegood — respondió.
— Ella está en Ravenclaw, ésta es la torre de Gryffindor — comentó, Fred.
— Me he perdido, lo siento — se cubrió el rostro avergonzada.
— Yo te llevo, voy para allá — aseguró, la castaña. Ambas entraron en la sala común de Ravenclaw, Lynne busco a Luna y Hermione siguió alistándose para el baile.
...
Todo el mundo ya se encontraba en el gran salón, esperando que empezará "El gran baile" como algunos lo llamaban, cada uno con sus parejas menos Harry que esperaba con ansiedad a Hermione, quien se encontraba preparándose mentalmente para lo que iba a hacer, bajar las escaleras. Minutos antes de que comenzará el primer baile, Hermione bajaba las escaleras junto con las miradas de todos, justo abajo estaba Harry esperándola.
