Harry bajó las inmensas escaleras, entró a una habitación la cual era muy oscura, en la habitación se encontraba el espejo y frente del espejo estaba un hombre con una toga morada, era el profesor Quirrell.
— ¿Profesor Quirrell?, ¿qué hace aquí? — preguntó Harry extrañado — pensé que sería Snape...
— ¿Severus? — Quirrell rió, y no fue con su habitual sonido tembloroso y entrecortado, sino con una risa fría y aguda — Severus parecía ser el indicado, ¿no?, fue muy útil tenerlo dando vueltas como un murciélago enorme. Al lado de él ¿quién iba a sospechar del po-pobre tar-tamudo p-profesor Quirrell? — dijo tartamudeando como lo hacía antes
—¡Pero él trató de matarme! — exclamó Harry
— No, yo traté de matarte, si no fuera por tu tonta amiga Granger, ella fue a quemar la toga de Severus y él me empujo, perdí el contacto visual y eso hizo que no pudiera tirarte de la escoba. Snape trataba de salvarte, diciendo un contra maleficio. Y qué pérdida de tiempo cuando, después de todo eso, voy a matarte esta noche. — explicó Quirrell, tomó al niño por el cuello y comenzó a apretarlo
— ¡No es el momento! — se escuchó una voz aterradora — ahora, espera tranquilo, Potter. Necesito examinar este interesante espejo. — dijo acomodándose su toga — este espejo es la llave para poder encontrar la Piedra - murmuró Quirrell, dando golpecitos alrededor del marco —. Era de esperar que Dumbledore hiciera algo así... pero él está en Londres... Cuando pueda volver, yo ya estaré muy lejos.
Lo único que se le ocurrió a Harry fue tratar de que Quirrell siguiera hablando y dejara de concentrarse en el espejo, lo distraía hablando de Snape y lo malo que era con él eso lo hacía hablar y alabarse por lo bueno que fue. La mente de Harry trabajaba a mil por hora para saber cómo conseguir la piedra, trató de moverse hacia la izquierda, para ponerse frente al espejo sin que Quirrell lo notara, pero el profesor estaba tan cerca del espejo que no dejaba que el pequeño se viera. Quirrell no le prestó atención. Seguía hablando para sí mismo.
— ¿Qué hace este espejo? ¿cómo funciona? ¡ayúdame, Maestro! — Y para el horror de Harry, la voz le respondió, la voz parecía salir del mismo Quirrell.
— Utiliza al muchacho... utilízalo... — respondió la aterradora voz. Quirrell se volvió hacia Harry.
— Sí... Potter, ven aquí — el profesor tomó al niño de los hombros y lo colocó justo frente al espejo. — me vas a decir todo lo que veas
Harry muy asustado asintió a lo que dijo Quirrell, cerró los ojos, suspiro para luego concentrarse en mentir en lo que veía, lo primero que apareció fue una mujer, pero no cualquier mujer, era la que había visto la última vez que se paró delante de este espejo, ahora que la volvió a ver no se parecía para nada a la estatua de la oficina de Dumbledore, lo que significa que no era Kendra Dumbledore, la mujer tenía el cabello largo con ondas hasta la cintura, ojos color café, tenía rasgos de la familia Dumbledore, Harry rápidamente pensó que era la hermana de Dumbledore, ya que, Kendra y Ariana son las únicas mujeres de esa familia.
El pequeño deseaba tanto descubrir cosas sobre esa mujer que la veía en El Espejo Oesed, Ariana le llamó la atención moviendo sus brazos, cuando tuvo la atención del niño, ella señalo el bolsillo de su pantalón, sintió algo pesado en él, supo que la Piedra Filosofal se encontraba ahí.— ¿Qué es lo que ves? — pregunto Quirrell
— ¿Yo?, eh... es algo personal... — fue lo único que pensó
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The Secret
FanfictionEl mundo mágico siempre ha tenido secretos, unos más importantes que otros. Secretos en cada esquina, en cada familia y más si dos personas que no debían estar destinadas a estar juntas, quieren estarlo. Nadie debe saber sobre sus miradas, caricias...