Capítulo 66: Torre de Astronomía

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— La otra noche estaba en la biblioteca en la sección prohibida - comenzó a contar, Tom — y leí algo extraño, sobre un tipo de magia rara se llama según entiendo un horrocrux

— ¿Como dices? — pregunto, Slughorn asegurando que había escuchado bien.

— Horrocrux — repitió — descubrí el termino cunado estaba leyendo, no lo entendí completamente — aseguro.

— No sé qué estabas leyendo, pero estas son cosas muy oscuras — comento algo molesto.

— Es por eso por lo que vine con usted — dijo, Riddle.

— Un horrocrux es un objeto en el que alguien ocultó parte de su alma — confesó, el profesor.

— No entiendo cómo funciona eso, señor — aseguro.

— Uno separará su alma y esconde parte de ella en un objeto, al hacerlo está protegido si alguien te ataca y destruye tu cuerpo — explico lo más sencillo posible.

— ¿Protegido? — pregunto.

— La parte de tu alma que está escondida sigue viva — respondió — en otras palabras, no puedes morir — agrego.

— ¿Y cómo divide uno su alma, señor? — soltó otra pregunta.

— Creo que ya conoces la respuesta, Tom — comento muy seguro.

— Asesinando — dijo, Tom imaginando la respuesta.

— Sí, matar te parte el alma — aseguro — es una violación contra la naturaleza — explico.

— ¿Solo se separa el alma una vez?, por ejemplo, ¿si fueran siete...? — pregunto algo curioso.

— ¿Siete?, ¡por las barbas de merlín!, ¿no es malo matar solo a una persona? — exclamo sin poder creerlo — partir el alma en siete pedazos, todo es hipotético, ¿no?, ¿académico? — pregunto.

— Por supuesto, señor — respondió, sonriente — será nuestro pequeño secreto — comento.

— Esto es peor de lo que me había imaginado — aseguro, Dumbledore apenas regresando del recuerdo

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— Esto es peor de lo que me había imaginado — aseguro, Dumbledore apenas regresando del recuerdo.

— ¿Entonces tuvo éxito?, ¿logró hacer un horrocrux? — pregunto preocupado, Harry.

— Sí tuvo éxito, pero no solo una vez — respondió caminando a su escritorio.

— ¿Qué son exactamente, señor? — pregunto con curiosidad.

— Pueden ser lo que sea — respondió, Albus — objetos muy ordinarios, un anillo, por ejemplo, o un libro — explico, sacando esos determinados objetos de su escritorio.

— El diario de Tom Ryddle — dijo, Harry al ver el ya conocido libro.

— El diario de Tom Ryddle — dijo, Harry al ver el ya conocido libro

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