El mundo mágico siempre ha tenido secretos, unos más importantes que otros.
Secretos en cada esquina, en cada familia y más si dos personas que no debían estar destinadas a estar juntas, quieren estarlo.
Nadie debe saber sobre sus miradas, caricias...
McGonagall y Snape descubrieron que Moody en realidad era Barty Crouch Jr., las clases en Hogwarts habían acabado a Harry y Hermione les entregaron el premio por ser campeones del Torneo, el cual era 500 galeones para cada uno, ambos decidieron obsequiárselos a los gemelos Weasley para que abrieran esa tienda que tanto anhelaban. El verano no lo pasarían en casa de Jean pues ella los dejó quedarse en la casa de la familia Black, la cual usaban como casa de seguridad para la orden del fénix con la promesa de que iría a visitarlos. Harry y Hermione se encontraban descansando en la misma cama como antes de que los separaran por el Torneo.
— Harry... — susurro la castaña
— ¿Qué sucede? — pregunto, Harry
— ¿Si Draco y Pansy tienen padres mortifagos, crees que los obliguen a convertirse en uno? — le pregunto.
— Supongo que sí, mira lo que sucedió con Ron, él piensa que Colagusano es su padre y acepto ser parte sin dudarlo, ¿porque ellos no lo harían? — explico.
— ¿No podríamos evitarlo? — pregunto.
— No lo creo — dijo
En ese momento abrieron la puerta era Sirius les aviso que había visita y requerían de la presencia de ambos, con desgana se levantaron de la cama y bajaron las escaleras, al llegar a la planta baja lograron ver a la familia Máxime.
— ¿Qué es lo que sucede aquí? —pregunto, Harry.
— Tenemos unas cosas que aclarar — dijo, Ariana que estaba detrás de ellos.
— Muchas de hecho — agrego, Sirius.
Lynne le dijo a Madame Máxime que se quería transferir a Hogwarts porque quería convivir con su verdadera familia, ella empezó a sollozar al tener que separarse de la persona que cuido por años, la puerta sonó y dos cuerpos entraron por el lumbral, eran los Lovegood que venían por la rubia, la menor no sabía nada sobre su relación con Lynne.
— Lamentamos llegar tarde — exclamaron los gemelos al entrar — Ginny tenía que arreglar su cabello.
— Mamá me dijo que conoceríamos a alguien — aseguro, la pelirroja.
— ¿De qué nos perdimos? — pregunto, Arthur.
— De nada, todavía — respondió, Harry.
— William no tardará en venir — aseguro, Molly.
— ¿Y Percy? — pregunto, Sirius.
— Tenía cosas que hacer — respondió, George.
— Como siempre — aseguro, Fred.
— ¿Podemos continuar? — pregunto, Lynne.
— ¡Hola francesita!, ¿qué haces por acá? — pregunto, Fred.
— Soy inglesa, ya te lo he dicho, Weasley — giro los ojos, cansada del pelirrojo.
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