— Luna — dijeron los tres al mismo tiempo al ver la casa de su amiga.
Se acercaron a la casa de la familia Lovegood, Ron alcanzo a leer un letrero que decía: Cuidado con las ciruelas dirigibles.
La castaña golpeo la puerta esperando ver a Luna o a Lynne, pero fue su padre quien salió.— ¿Qué desean?, ¿quiénes son?, ¿qué quieren? — pregunto rápidamente, el señor Lovegood.
— Hola, señor Lovegood — dijo detrás de Hermione — soy Harry Potter, él es Ron... — señalo al pelirrojo — y ella es... — miro a su hermana.
— Ya nos conocemos — aseguro evitando que dijera su nombre, la castaña — ¿podemos entrar? — pregunto, el señor los dejo entrar.
— ¿Dónde está Luna? — Harry le pregunto al señor entrando a la casa mientras él les servía unas tazas de té.
— ¿Luna?... llegará en seguida — respondió sentándose en su sillón, los chicos lo siguieron en la acción.
— ¿Ves?... te dije que ella se encontraba bien... — comentó, Hermione
— Así que... ¿cómo puedo ayudarlo, señor Potter? — pregunto, el señor Lovegood.
— De hecho... es sobre algo que llevaba colgado en el cuello en la boda — comento, Harry.
— ¿Se refiere a esto? — elevo su collar.
— Sí, eso exactamente, lo que nos preguntábamos es... — comentó, Harry — ¿qué es? — pregunto.
— Bueno... es el símbolo de las Reliquias de la Muerte, claro — respondió como si fuera muy obvio.
— ¿Las qué? — pregunto, Hermione.
— Las Reliquias de la Muerte — volvió a decir — supongo que todos conocen el cuento de los Tres Hermanos — comentó.
— Sí, sí — respondieron, Ron y la castaña mientras Harry negaba con la cabeza.
— Lo tengo aquí — aseguro, Hermione sacando el libro de cuentos.
Había una vez tres hermanos que viajaban por una sinuosa y solitaria carretera al atardecer, con el tiempo los hermanos llegaron a un río demasiado traicionero para cruzarlo pero siendo diestros en las artes mágicas los tres hermanos solo agitaron sus varitas e hicieron un puente, sin embargo, antes de poder cruzar una figura encapuchada bloqueó su camino.
Era la Muerte y se sentía engañada porque normalmente los viajeros se ahogaban en el río, pero la Muerte era astuta, fingió felicitar a los tres hermanos por su magia y les dijo que cada uno había ganado un premio por ser lo bastante listos para evadirla.El mayor pidió una varita más poderosa que cualquiera que existiera y la Muerte se la fabricó de un saúco que estaba cerca, el segundo hermano decidió que quería humillar a la Muerte aún más y pidió el poder de traer a seres amados desde la tumba, así que, la Muerte tomó una piedra del río y se la entregó, finalmente, la Muerte giró hacia el tercer hermano, un hombre humilde, él pidió algo que le permitiera irse de ese lugar sin que la Muerte pudiera seguirlo y así fue que la Muerte, de mala gana, le dio su propia capa de invisibilidad.
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The Secret
FanfictionEl mundo mágico siempre ha tenido secretos, unos más importantes que otros. Secretos en cada esquina, en cada familia y más si dos personas que no debían estar destinadas a estar juntas, quieren estarlo. Nadie debe saber sobre sus miradas, caricias...