The Secret

Capítulo 9: Segundo Año

La clase de Herbología llegaba a ser más peligrosa que Defensa Contra las Artes Oscuras, ya que el día de hoy, los cuatro leones se encontraban en el invernadero junto con todos los de segundo año, estaban replantando mandrágoras, la profesora Sprout, les enseñaba como hacerlo.

— ¿Alguien puede decirme las propiedades de la raíz de mandrágora? — pregunto, la profesora Sprout y como siempre Hermione levanto la mano — señorita Granger — le dio la palabra

— La mandrágora o mandragula se usa para regresar a los petrificados a su estado original — respondió sin importar las miradas de Draco, el rubio odia que ella conteste todas las preguntas — también son peligrosas. El grito de mandrágora mata al que lo oye...

Hermione guardo silencio unos segundos hasta que la profesora obsequio 10 puntos para Gryffindor, todos los de esa casa le sonrieron a la castaña, aún con el brazo enyesado era una gran alumna.

Eran demasiado los gritos de esa mandrágora, que alguien que no se haya puesto bien las orejeras podría desmayarse y ese alguien fue Neville.

Hermione se acercó a él para asegurarse que estuviera bien, seguía respirando, así que, seguía poniendo atención a la clase, ya que, con su brazo roto, no podía hacer mucho, lo único que le quedaba era observar como lo hacen.
Pronto le quitaran ese yeso, el mismo Dumbledore hizo los horarios de segundo año, así que, se aseguró que Hermione no forzara mucho su brazo y así poder quitárselo más pronto. Ya habían pasado tiempo desde que sucedió lo del sauce boxeador y aún los compañeros de su casa no la dejan olvidar la decepción que le hizo sentir a Dumbledore y a McGonagall.
Todos los de segundo año, lograron reemplantar las mandrágoras, Hermione tenía su pluma apuntando todo lo que pasaba, cada detalle de cómo se realizan las cosas, cuando su brazo de recuperé presentará un examen para recuperar los puntos perdidos.