EL ORIGEN DE LOS GUARDIANES 3: Mi reflejo en el espejo.

Capítulo 37: Noche de Chicas.

Después del "pequeño incidente" las cosas transcurrieron normalmente, Jack y Flora aceptaron la culpa y soltaron a los profesores para que regresaran a casa. La sorpresa llego al día siguiente. Como era habitual, los días viernes los alumnos debían formarse en el gimnasio para escuchar los eventos y hechos importantes que ocurrieron en la semana.

Hola soy Maura- saludo la secretaria. (La extrañaron, lo sé)

Hola Maura- dijeron a coro los cientos de estudiantes.

Resulta que el director está incapacitado y debió tomar licencia por un accidente- explico la mujer.

Jack y Flora intercambiaron miradas picaras y le echaron un vistazo a Eli. La joven de ojos amarillos se dio cuenta cuando un escalofrió le recorría la espalda.

¿Qué?- pregunto- se lo merecía ¿vale? Le hice un favor a esta escuela- los alumnos que alcanzaron a oírla voltearon a verla- quiero decir... era un gran hombre...siempre lo llevaremos en el corazón.

No está muerto- alguien hablo por ahí.

Por desgracia- mascullo Jack.

Como toda escuela, esta necesita un director- continuo Maura- démosle la bienvenida a su nuevo director: ¡Nicolas San Norte!

Los alumnos aplaudieron desganados, por otra parte si Jack, Eli o Flora hubieran estado bebiendo agua de seguro la hubieran escupido de la sorpresa. Debía de ser una mala broma, si eso debía ser ¿verdad?

Norte subió al escenario y hablo con una sonrisa que inspiraba confianza.

Primero que nada: Hola- su acento ruso sorprendió a más de uno- no les daré el discurso latero de dos horas en el que la mayoría se quede dormido-algunas carcajadas se hicieron presente- pasaremos directamente a las reglas- los alumnos pasaron saliva- la primera regla será: así es ¡adiós uniforme!

El gimnasio se llenó de gritos y chiflidos. Todos los alumnos, sin excepción se sacaron las corbatas y la arrojaron al techo.

¡Ya vieron lo que me obligan a hacer para tenerlos bajo control!- exclamo Norte señalando a la castaña y al peliblanco- ¡Chaparros del demonio!

Norte hay cosas más importantes que eso- le grito Jack.

Exacto- apoyo Flora- ahora dinos ¿Cuál de los dos lidera tú lista?

Sigue estando Jack, ahora denme veinte- ordeno el bonachón, los chicos sacaron sus billeteras- veinte flexiones.

Los chicos no tuvieron otra opción más que obedecer. Mientras maldecían entre dientes, acaso el destino los odiaba tanto como para que Norte los tratara como cadetes de escuela militar, pues... parece que sí.

Te dije que era insuperable- se burló el albino pero en un segundo cambio a molesto- ¡maldición olvide la apuesta!

¿La cumplirás?- pregunto la castaña asombrada.

Claro, soy hombre de palabra- sonrió orgulloso.

-Yo diría anciano.

- ¡Es natural! ¿Cuántas veces debo decírtelo?

¡Hey!- exclamo Norte- las cosas serán algo diferentes por aquí. Otra más de sus travesuras y los hare trabajar en mi taller de sol a sol.

Nosotros no nos cargamos al viejo- explico Jack con tono ofendido mientras se levantaba del suelo- aunque me hubiera gustado.

Si claro- dijo el bonachón incrédulo- todos pueden regresar a clases.

~Durante el almuerzo~