EL ORIGEN DE LOS GUARDIANES 3: Mi reflejo en el espejo.

Capítulo 32: ¿Nuevo amigo? No lo creo.

Flora se encontraba en la cabaña cuidando de los niños, todos estaban sentados en suelo frente al televisor viendo una película animada: "Scooby Doo y la Isla de los zombis"

La castaña se sorprendió al ver que solo el poner a ese perro parlante junto a su pandilla, podía calmar a esos niños como por arte de magia. Era envidiable verlos tan inocentes y sin preocupaciones.

Supongo que así es ser un niño- pensó la castaña con un sonrisa.

~Con Jack~

Entrega de pizza- dijo el peliblanco golpeando la puerta de un departamento.

La puerta se abrió revelando a un hombre alrededor de los 45 años.

¿Cuánto es?- pregunto secamente.

Pues $15.990 más propina- respondió Jack, algo en ese hombre le parecía familiar.

¿Tú eres uno de los chicos que quedaron atrapados en el derrumbe?- interrogo buscando el dinero en su billetera- aquí tienes- extendió el dinero.

Sí - contesto Jack- ¿cómo sabe eso?

Marcos es mi hijo- el peliblanco lo miro sorprendió, ahora entendía por qué le resultaba tan familiar.

Ahh... bueno adiós- Jack entrego las pizzas y se marchó.

El albino regresaba a la pizzería cuando con el robillo del ojo vio a un hombre algo mareado dirigirse a un callejón. No era tan idiota como para no identificar que se trataba de un zombi, nadie está ebrio antes de mediodía. Lo siguió en silencio, el zombi continuo avanzando en el oscuro callejón.

¿Lo tienes?- pregunto una voz algo distorsionada por el eco. No se podía identificar si su dueño era hombre o mujer.

El zombi busco algo en su chaqueta, Jack vio que se trataba de algo brillante. Permaneció escondido pero un gato salto desde una ventana golpeando unos botes de basura creando un gran estruendo y delatando a Jack.

¡Destrúyelo!- ordeno la voz, Jack lanzo un rayo de hielo en su dirección pero el dueño de esa voz desapareció y el rayo impacto en la pared llenándola completamente de escarcha.

El peliblanco no dudo y lanzo un rayo de hielo al corazón de la criatura, dejándola inerte en el suelo, el objeto brillante cayo en la nieve, Jack lo tomo y examino, se trataba de un pedazo de espejo.

¿Por qué quería esta basura?- pregunto fijándose con detalle, lo dio vuelta- ¡¿Pero qué?!- exclamo asombrado. Su ojo derecho y parte de su cabello se reflejaban de un color castaño- Debo hablar con Norte... ¿Pero cómo?

Golpeo su cabeza contra la pared, necesitaba ayuda, no podía dejar el cuerpo allí, sin la energía comenzaría a descomponerse en cuestión de minutos. De repente una idea se le vino a la cabeza.

Sol, dile a Norte que lo necesito por favor- dijo mirando el cielo, solo esperaba que el sol le echara una mano.

¿Qué sucede Jack?- pregunto Norte después de unos minutos de espera.

Esto- mostro el fragmento.

Jack, creo que es frío te entumió el cerebro- dijo Bunny apareciendo detrás del bonachón- eso es un pedazo de espejo.

¡No!... Bueno si- dijo el peliblanco- pero había un sujeto raro que lo quería y...

Tal vez fuera un chatarrero- interrumpió Bunny.

Con la habilidad de tele trasportarse- se defendió Jack- no lo creo cangurito, ese tipo era el creador de los zombis.

No soy un...- dijo Bunny apretando los puños.