Un baile de dos

parte 7

Estubimos esperando a que Tom nos viniera a recojer, pero para ello, antes debía de despistar a los paparazzis que le seguían con sus furgonetas. De mientras, Luke y yo nos habíamos sentado en un pequeño acantilado que daba al mar. Ya era casi de noche, y se podía ver perfectamente la Luna, respaldada por las estrellas. Me había dejado con las prisas la chaqueta en el restaurante, así que empezé a temblar del frío. Luke, sin mediar palabra, se sacó su americana y me la puso encima de mis hombros.

-Lo siento, de verdad... No quería que pasara nada de esto. La cita... perdón, la reunión ha ido perfecta hasta que aparecieron ellos. Me encantaría repetir.

Le miré de soslayo. Él seguía mirando al mar, tan bonito y perfecto como siempre.

-A mi también me gustaría hacerlo. Me he sentido muy cómoda.

Él me miró y sonrió.

-Pero, ¿Quién a pagado la cena? Hemos salido pitando de allí.

-Bueno, conocen mi cuenta del banco, me la sacan directamente de allí.

-¿Lo has pagado tu todo?

Él asintió con la cabeza, como si fuera lo más normal.

-Pues yo te pagaré mi parte. Cuando llegue a casa y...

-No.- dijo tajante.- La quedada la he planificado yo, así que la pago yo.

-Pero que no lo veo justo, que...

-Cass, basta, de verdad. No me cuesta tanto.

Abrí la boca para volver a replicar, pero Luke me calló, y de que forma lo hizo...

Cogió mi cara entre sus manos y estampó su boca contra la mía. Empezó a besarme lentamente, haciendo que me acostumbrara a su lengua. Él imponía su ritmo y yo tenía que seguirlo. Besaba tan bien... Pero entonces pude responder tras la sorpresa de que se lanzara. Apoyé mis manos en su pecho y le empujé suavemente para que me dejara hablar.

-Luke, esto no está bien. Soy tu bailarina, trabajo para ti.

-¿Y?

Quiso volver a besarme, pero le hice la cobra.

-En serio, yo no soy así.

-¿No te sueles llevar por los sentimientos? Porque es lo que estás haciendo ahora.

Y era verdad. Desde que le conocía que esperaba verlo. Pero yo no lo mostraba en público. A mí me gustaba porque le había conocido de verdad, porque sabía cómo era él, lo que le gustaba, lo que temía y lo que le horrorizaba.

-Cass, desde que te conozco que he querido besarte. Me gustas, ¿Vale?

-Luke, me tengo que ir.- me levanté y le miré desde arriba.

-Espera, que Tom no llegará muy tarde.

-Tengo que marcharme, en serio.

Y salí corriendo.

Había salido corriendo como una cría asustada, y no me enorgullecía de ello. Llevaba diciendo que ya era mayor para ciertas cosas, que ya tenía los dieciocho años, pero aún me daba miedo a que me besaran, aunque, sobretodo, a que me rompieran el corazón.
Cogí un taxi para que me llevara a casa.

-Bien chicos, esta hora la utilizaréis para coreografía cada uno el baile que presentará mañana, en la prueba para los solos y los dúos.
Entonces, muchos de mis compañeros empezaron a quejarse en voz baja, ya que no se atrevían a encarar a Dan. No nos habían dicho el día de la prueba, y que sea en tan poco tiempo complicaba las cosas.
-¿Es una broma?- decían unos.- No puede ser...
-Callaros. Soys profesionales, y como tales debéis afrontar los retos que se os pongan por el camino. ¡Si no os veis capaces de hacerlo, no os presentéis!

-No les hables así, Dan. Solo están sorprendidos por la noticia.- apareció Luke ante nosotros.

Clavó sus ojos en mí, mientras yo intentaba concentrarme en Dan, que empezaba a tranquilizarse.

-Cass, podrías venir un momento, ¿por favor?

Le miré y quise que se me tragara la tierra. Sus ojos azules que rozaban el azul me pedían que fuera con él, pero no me apetecía. No quería pasar un momento bochornoso, no quería sentirme mal por rechazarlo.

Pero lo hice, y tenía que apechugar con ello. Caminé hacia el mientras sentía la miradas de envidia de mis compañeras. Cuando llegué a su lado, apoyó su mano en la parte baja de mí espalda y me guió hacia fuera del escenario. Seguí mirando al suelo, mientras ordenaba en mi cabeza las escusas que le pondría por mi comportamiento. Me puso cara a cara con él.
-Cass. Cass, mírame.- llevó su mano a mi barbilla y me la levantó suavemente. Aquel gesto me imnotizó.- Siento lo que pasó ayer. Bueno, no me arrepiento, para nada, pero... Mira, que yo he salido con muchas chicas, pero ninguna cómo tú. Te comportas conmigo de una forma diferente,... No babeas conmigo, no intentas darme siempre la razón y siempre dices lo que piensas... Bueno, ahora no lo haces, y me gustaría que te sinceraras. ¿Cómo te sentiste cuando no besamos?

Le miré fijamente. Lo estaba diciendo en serio, no había ni pizca de burla en su mirada, y me transmitía una seguridad que no sentía.

-Mira, Cass.- dijo al ver que no hablaba.- Me gustas. Y cuando algo me gusta, voy a por ello. Y tu me atraístes en cuanto bailaste para mí.

-Yo no bailé para tí. Estaba ensayando y tú te colaste.

Él sonrió, cómo si estuviera feliz de que le hablara por fin.

-Bueno, ya me entiendes. ¿Te gustó que te besara?

Me tapé la cara, absorta en mis pensamientos, y asentí. Sentía mucha pudor en lo que tenía que ver con sentimientos, porque yo era frágil.

Luke suspiró y cogió mis brazos para destapar mi rostro.

-Dilo.

-Si.

-Si¿Qué?

-Me gustó el beso.

Me pilló por sorpresa cuando volvió a lanzarse y esta vez me besó apasionadamente, acorralándome contra la pared. Metió su lengua entre mis labios y fué intensificando el beso, dejándonos sin aire en los pulmones. No me lo podía creer, tenía a Luke basándome cómo nunca me lo habían hecho, suplicando todo lo que pudiese darle de mí.

-¡Luke!- oímos a Dan cerca, muy cerca.

Se separó de mí con los ojos oscuros de deseo.

- Disimula.

Me lo quedé mirando, achicando los ojos.
Él soltó una carcajada y, con sus manos, me alisó el pelo y me besó en la nariz.

-¡Estáis aquí!

-Cass, vamos, que tenemos que hacer el dúo.- Chris apareció detrás de Dan.

Luke puso los ojos en blanco y asintió con la cabeza.

-Estaba recopilando la información que me quedaba de ella para la nómina.- dijo Luke mientras pasaba por delante de mí para irse por el pasillo que daba a su camarote.