Los extensos discursos de los patrocinadores del evento terminaron entre grandes aplausos y vitoreos, aquel año habíamos conseguido el doble que el año anterior, y todos parecían estar encantados con ello. Empezó la música de fondo, y mientras los bailarines calentaban y probaban la pista, los jueces se preparaban para hacer su trabajo y el público se iba acomodando en sus asientos. Me deshice de los pantalones de chándal y salí ha entrenar junto a mis compañeras, quienes se me habían adelantado.
Repasaba por encima el baile e intentaba caer bien en cada acrobacia para evitar lesionarme. Mantenía mi concentración en lo que hacía, olvidando completamente a Luke, quien permanecía en la misma sala que yo. Intentaba no chocar con toda la gente que se movía por allí, bailaba con el peculiar hormigueo en el estómago, familiar de todos los conciertos dados y campeonatos participados. Siempre me ha gustado aquel sentimiento, como adrenalina en el cuerpo, una electricidad de nervios y excitación ante aquellos eventos.
Apenas permanecí en la pista unos diez minutos antes de volver al vestuario para prepararme y salir a comer algo. Álex, mi hermana, se quedó ahí con las niñas a las que había entrenado. Me puse el vestido para el individual y me peiné de nuevo la deshecha trenza. Encima del vestido me puse una camiseta y los pantalones de chándal. Mi actuación era de las últimas, ya que la competición estaba dividida por edades y mi categoría era la última, así que decidió ir a tomar algo y reponer fuerzas. Salí del polideportivo y di con un bar justo en frente. En la barra pedí un capuchino y un pequeño bocadillo. Me senté en la mesa que estaba junto a la grande ventana que daba a la calle. Puse dos bolsitas de azúcar en mi café y le di vueltas con una cucharilla mientras que, con la cabeza apoyada en la palma de mi mano, miraba hacia afuera.
Luke parecía verdaderamente diferente. Había oído una de sus nuevas canciones, y no se parecía nada a ninguna de las que había compuesto anteriormente, se notaba todo lo que había puesto en ella y lo importante que era cada nota y cada palabra. Había rehecho gran parte de su vida en tan solo unas semanas, y parecía cómodo de aquella manera. Para las pocas entrevistas que había concertado y que yo había podido ver, no siempre por casualidad, mostraba una alegría contagiosa. Me parecía que habían pasado años desde nuestro último encuentro y allí estaba. Se presentaba sin avisar y se proponía puntuar las actuaciones. ¡No iba a poder concentrarme sabiendo que no me quitaría los ojos de encima! Ya me estaban dando ganas de echar el desayuno por la boca. Me puse lo cascos y puse la canción que bailaría, necesitaba concentrarme para no quedarme en blanco en medio de la pista. Cerré los ojos y me imaginé bailando ahí en medio, con los acordes de fondo y las miles de miradas en el escenario, las luces y los aplausos, y pensar en una coreografía perfecta y limpia.
Volví a entrar en el polideportivo, me maquillé en el vestuario y esperé entre los asientos de los bailarines a que fuera mi turno. En esa competición había de los mejores bailarines que hubiera podido ver nunca, el nivel era muy alto y las puntuaciones eran algo duras al mínimo error. Habían acrobacias increíbles y música de todo tipo, bailarines de diferentes lugares y buen rollo por todos lados. La gente procuraba disfrutar con lo que hacía, vivir al máximo el momento, y todo eso era lo que yo quería hacer. Luke mantenía su puntuación según lo hacían los demás jueces, era como si lo hubiera estado haciendo toda su vida.
Al llegar mi turno, una señora de traje negro se me acercó y me guió hacia la entrada del pequeño escenario ahí montado. Cerré los ojos y respiré hondo para tranquilizar los latidos de mi corazón mientras la que iba antes de mí acababa su número. Restregué las palmas sudorosas de las manos en la falda del vestido y abrí los ojos, sin temor alguno.
A partir de aquel momento todo pasó muy deprisa. Los focos me deslumbraron, de manera que no podía identificar al público, empezó la música, y yo quedé arrastrada por la letra y la melodía de la canción.
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Un baile de dos
Teen FictionCass, una gran bailarina, busca cumplir su sueño de trabajar profesionalmente en el mundo del baile. En su camino se cruza alguien que empuja su carrera al estrellato, y se lleva su corazón. El famosísimo Luke, cantante y actor, se enamoró de su nue...