Parte 18

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-¿Tienes hambre?

Negué con la cabeza y le miré de reojo. La luna iluminaba su rostro, marcando sus facciones tan perfectas.

-¿Sabes que? Es la primera vez que me enamoro de alguien. Y la verdad es que és la cosa más increíble y temible que se puede sentir.- murmuró.

Fruncí el ceño y abrí la boca para preguntarle el por qué, pero no hizo falta que lo pronunciara.

-Temo perderte...- me abrazó algo más fuerte, como si quisiera aferrarse a mi, como si yo fuera su ancla.

-No me perderás. No si no quieres.

- No quiero.

-Pues ya está.- dije para tranquilizarle.

Me giré para estar frente a él y volví a besarle. Notaba la preocupación que aún seguía en su cuerpo, la tensión que llevaba en él, y la verdad es que me inquietaba la idea de que le asustara tanto distanciarse de mí.

-El jueves tengo la tarde libre, ¿Quieres hacer algo?

-No puedo. 

-¿Por?- preguntó indiferente.

-Tengo que dar clase.

-¿Eres profesora?- dijo extrañado. Se removió para mirarme de frente. Tenía el ceño fruncido.

-Entrenadora. De las enanas de Arythmic, ya sabes,... donde he pasado la mitad de mi vida...

-Si necesitas el dinero te puedo subir el sueldo...-

-Ni hablar.- dije tajante. Yo no debía tener preferencias dentro del cuerpo de baile. 

Él bajó la mirada a mi hombro y la dejó allí, reflexionando. Sabía que lo hacía con buena intención, pero no le iba a pedir tal cosa solo porque fuera mi novio. 

-Luke, lo digo en serio, no, pero gracias de todos modos.- le dí un suave beso en la mejilla, coda que hizo que volviera a cruzar su mirada con la mía. 

-¿Y si creo que una de mis bailarinas sea pluriempleada afecta al grupo? Además, el cansancio ya se te está marcando en la mirada.- posó su mano en mi mejilla y con el pulgar acarició la parte de arriba de mi mejilla, que casi tocaba con los ojos.- Te quiero en plena forma.- Cerré los ojos y suspiré.

-Luke, de veras, estoy bien. Solo... necesito acostumbrarme al horario. Además, ahora en cuanto acabe los exámenes en la uni podré dormir más... podré dormir.

Con la mirada enternecida, me besó en los labios y enredó su mano entre mi pelo. Me masajeó la cabeza lentamente, cosa que me relajó bastante.

-Crees que alguien nos echa de menos ahí dentro?

-Que más dá.- se encogió de hombros.

Me deshice de sus brazos y, a desgana, me distancié un poco de él. Puso morritos y me miró entre sus pestañas.

-Venga, no seas tontorrón, te estarán buscando. A lo mejor has ganado otro premio, aunque dudo que les quede alguno, todos han caído en tus manos.

Sonrió y me besó en la frente.

  -No tardaremos en irnos de aquí, ¿De acuerdo? 

Asentí con la cabeza y cuando pasó por mi lado me dio una palmada en el culo. Me guiñó un ojo, juguetón, y se alejó por el lado del braco.

Como una completa tonta, volví a entrar en la sala sonriendo y mirando la pulsera. Era simplemente... Perfecta. Nunca nadie me había regalado nada más bonito que aquello, nadie. Vi a Chris en la otra punta de la pista de baile, hablando con varias chicas a la vez. Estaba gesticulando, moviendo las manos para marcar lo que decía. Decidí dejarle allí. Parecía a gusto, y sabía a ciencia cierta que Chris necesitaba relacionarse más, incluso encontrar novia le iría bien. Hablé con varios invitados, directores de cine, productores, bailarines y miembros de bandas de música. 

Un baile de dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora