Parte 22

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Luke se despidió de mi familia tras haber hablado con mi padre a solas durante casi diez minutos, en los cuales sufrí un gran nerviosismo. Pero al ver sus caras, serenas, incluso felices, mis miedos desaparecieron. Mikel, tras estrecharle la mano a Luke, había subido a su cuarto a, según él, acabar de estudiar.

Acompañé a Luke a la puerta y le dí un pequeño beso de despedida

-¿No vienes?-Dijo desilusionado.

Negué con la cabeza.

-Esta noche no. Hay alguien con quien quiero hablar, pero no te preocupes, mañana tengo la noche libre.

Se encogió de hombros y se me lanzó a darme un beso.

-Algo es algo.

Se volvió y cogió el coche en el que dentro Tom tomaba un café. Saludé al chófer y cerré la puerta de entrada.

Todo había ido bien... Bueno, había ido decente. Me había imaginado un apocalipsis. Sonreí ante aquella idea. Una plaga de zombies no es ni de cerca tan peligroso como ver a mis padres enfadados, o, para mi, ver a Luke alejarse de mí. Me despegué de la puerta y fui al patio.

Mi madre recogía los pocos platos que quedaban, y mi padre pasaba la escoba. Me los quedé mirando en el umbral. Papá le dijo algo que hizo que mi madre sonriera. Él puso a escoba recta y la utilizó como micrófono mientras cantaba una canción de su época. Mamá rió y cogió la fregona y la utilizó como si tocara una guitarra. Y así, como se de dos niños se trataran, crearon su propia banda de música imaginaria. Sacudían la cabeza como roqueros y se turnaban la letra de la canción que ambos conocían. 

Al no querer estropear aquel momento de pareja, me encaminé a la cocina casi de puntillas.

Alexse encontraba fregando los platos , ya que se nos había estropeado el lavavajillas, y metiendo los platos en los armarios

-Espera, eso lo hago yo.

Ella me sonrió a modo de agradecimiento, me dio un beso en la mejilla y salió de la cocina.

Me puse los auriculares, saqué el ipod y puse una de las canciones de Luke para repasar la nueva coreografía mentalmente mientras fregaba los pocos plato que Alex había dejado.

Al acabar, me sequé las manos y subí por las escaleras en diercción a mi habitación, pero al ver la puerta de Mikel entreabierta, decidí hacerle una visita. Llame a la puerta.

-Si, espera.- oí un ligero alboroto.- Un momento!- otro golpe.

Mikel abrió lo poco que quedaba por abrir la puerta y me sonrió a desgana. Tenía los ojos algo rojos, y la nariz roja de mocarse.

-Quieres algo?- dijo en un susurro.

-No, solo verte. Puedo entrar?

Asintió y se hizo a un lado para dejarme pasar. Su habitación estaba muy bien ordenada, aunque esta vez menos de lo habitual. Tenía la cama algo removida, aunque había intentado disimularlo, y el ordenador estaba entreabierto en ella. La papelera estaba repleta de pañuelos usados y había una caja de clínex en la mesa. Por lo demás todo estaba perfecto, las estanterías estaban ordenadas, con sus decenas de libros rectos en ellas, la mesa limpia de suciedad, y los armarios cerrados. 

Me senté en la cama y él hizo lo mismo pero en la silla negra que utilizaba para estudiar.

-¿Estás bien? Pareces resfriado.

-Bueno...- se hizo un silencio.- Tengo que contarte algo.

-Lo que quieras.

-Solo lo hago por que necesito consejo de una chica. Mira...- soltó un suspiro.- Hace meses conocí a una chica en la facultad. Era... es guapa, buena y lista... muy lista.- Paró. Notaba lo que le estaba costando hablar sobre ella.- Ibamos a salir todo el grupo de amigos, y a ella le habían roto rl corazón, así que su hermano, mi gran amigo, decidió que debía salir con nosotros. Laura,  empezó a hablar conmigo, y nos caímos bien de inmediato. Ella tiene dos años menos que yo, este año era su primer curso en la universidad. Bueno, total, que al tercer día ya le había pedido salir... y ella dijo que si.- sonrió al recordar aquel momento, pero se puso serio enseguida.- Hoy habríamos hecho los tres meses. Pero hace una semana que se fue.- Pude ver como se humedecían sus ojos.- Sus padres no tenían suficiente dinero como para seguir pagando las dos plazas de universidad que ocupaban los dos, así que Laura decidió abandonar la carrera para que por lo menos su hermano la pueda acabar. Y... y... y la echo de menos.- se le rompió la voz.?

-Habeis cortado?

-Si... Ella no cree en las relaciones a distancia, pero su hermano me dice que le llama para saber de mí, que le llora y todo, pero que no me dice nada por que cree que así me olvidaré antes de ella y pasaré página...

Me acerqué a él y le toqué la espalda.

-Pero es que no sabe que no podré pasar página? La quiero!- dijo subiendo la voz.- Estoy completamente enamorado de ella, y cuando no la veo a mi lado... no puedo... no puedo!

Le abrazé para que sintiera mi calor y le acaricié la espalda. Estuvimos un buen rato así, hasta que su respiración se calmó. 

-Mikel... Gracias por contármelo.

-Necesito que me des consejo. ¿Que hago? ?La dejo ir? ¿Me quedo sin lo que más deseo?

-Podrías ir junto a ella.-

Mikel me miró como si estuviera loca. 

-Vive en Australia,¡Se ha ido a Australia!

-Y? - dije sin ver el problema.

Se levantó de la silla y empezó a dar vueltas por la habitación.

-Pero, ¿Y mis estudios? ¡Y mi carrera? No puedo abandonarla ahora, solo me queda un año.

-Un año que se te hará muy largo sin ella, por lo que me has dicho. - me levanté y le cogí de los hombros para pararle.- Hay muchas salidas. Sacas muy buenas notas, ¿porque no hacer el último año online? Dan esa opción a los alumnos más avanzados, y tu eres uno de ellos, o ir a otra universidad de allí.

Mikel se me quedó mirando durante un largo tiempo, procesando lo que le acababa de decir, y de golpe se sentó en la cama y abrió el ordenador.

-¿Que haces?

-Enviarle al director de la universidad una petición de curso online.- giró su rostro y sonrió. Y aquel gesto fue el mejor que había visto durante días. Una sonrisa llena de esperanza, de ilusión, de un amor esperando la oportunidad de iluminar el resto del mundo con su grandeza.


Tras darme las gracias, salí de su habitación y me fui a la mía

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Tras darme las gracias, salí de su habitación y me fui a la mía. Cogí mi móvil de encima de la mesa y lo desbloqueé. Tenía un mensaje de Luke. 

<<Todo bien?>>

<<Si, perfecto. Necesitaba hablar con mi hermano...>>

En poco tiempo recibo una respuesta.

<< Y todo resuelto?>>

<<Si, ningún problema>>

<< Buenas noches, ratita. Descansa, mañana tienes ensayo>>

Pongo los ojos en blanco y tecleo la respuesta.

<<Vale, vale. Buenas noches>>

<< Te quiero>>

<<Te quiero>>


Un baile de dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora