Parte 24

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Una hora después ya estábamos ensayando con ella. Nos había impuesto un horario fijo de entrenamientos y rutinas a las que no podíamos negarnos. Había augmentado los días de ensayo y  multiplicado las horas de cada uno. Hablaba con potencia, con energía, y nos guiaba en cada paso que fallábamos. Llevaba hecha una coreografía para la nueva canción de Luke, y la verdad es que era chulísima. Estaba muy bien diseñada, con cada cambio de figura y cada paso de baile que le daban un toque fresco que Dan no había sabido crear. 

Luke vino a recogerme para llevarme a casa con su moto. Con el casco puesto nadie podía identificarle, así que cuando freno en la puerta del estudio, nadie se alteró. Me monté detrás de él y nos pusimos en marcha. Aquella noche decidimos ir al cine antes de pasar por mi casa. Yo elegí el cine. Uno a las afueras del centro, un cine escondido entre las calles del barrio gótico, un cine en el que iban pocas personas. Fuí a comprar un bote de palomitas grande y dos bebidas mientras Luke aparcaba y, de paso, se aseguraba de que nadie le reconocía.

-Unas palomitas grande y dos coca colas, por favor.- pedí.

Un chico alto, rubio y con una gorra que tapaba el largo cabello que tenía recogido en una coleta en la nuca me sonrió.

-Marchando.- Llenó un bote con palomitas, fue a la máquina de las bebidas y sacó dos vasos. Los rellenó.- Aquí lo tienes, són ocho euros con cincuenta.

Le pagué y giré sobre mis talones para ir a buscar a Luke con todo en las manos.

Luke me esperaba delante de la puerta 3, donde daban nuestra película, una comedia romántica inglesa, elegida por mí. Le dí un beso y le pasé su vaso.

-Oye...- dijo mientras entrábamos a la sala.- Quien és Logan, y por que está escrito su número de teléfono en mi vaso?

Y en efecto, debajo de la insignia del cine, había escrito a rotulador, en grande, nueve dígitos con el nombre del propietario del teléfono al lado. Me puse a reír en voz baja y me tapé la boca con la mano para no llamar la atención entre la pica gente que había. Luke se quedó traspuesto ante mi reacción, pero segundos después una gran sonrisa iluminó su rostro. Me acompañó hasta el asiento así, mientras me guiaba con una mano en mi espalda para que siguiera adelante. En cuanto nos sentamos, Luke se giró para tenerme de frente.

-No entiendo el porqué de tu risa.

-Tu también sonríes.- me defendí.

-Pero porque no puedo evitarlo, por tu culpa. Pero esto es muy serio, no te puedo sacar a la calle sin que alguien se te tire encima...

-A mi? Fue a hablar el más indicado. - Dije con un dejé de ironía en mi voz- el que lleva las gafas y la gorra hasta para ir al baño.

-Touché.

Le sonreí, pero se la había esfumado toda expresión de alegría del rostro. Puse los ojos en blanco. Empezaron a salir los anuncios en la gran pantalla, pero nosotros nos seguíamos mirando. Metí mi mano en el bolso y rebusqué en él ante su atenta mirada. Cogí mi vaso, y con un boli, escribí en grande su nombre. Luke frunció el ceño y supe que se estaba preguntando lo que pretendía hacer. Cuando acabé con el boli, veví del vaso con la pajita, cerrando los ojos de alegría. Cundo volví a abrirlos, me acerqué a su rostro y le besé en los labios lentamente, sorprendiéndolo.

-Este me gusta mucho más, su sabor es incopiable.

Sonrió, satisfecho.

-Incopiable? Esa palabra existe?

-Si, en mi mundo si. Y en él solo hay un hombre, y ese eres tú. Así que deja de preocuparte por fantasmas.- le dí otro beso.- Venga, que la peli ya empieza.

Me senté bien y me puse a ver la peli. De reojo, veía que Luke no había quitado sus ojos de mí, y por cinco minutos permaneció así. Luego me cogió la mano, pasó mi brazo por encima del posabrazos y permaneció toda la película acariciando lentamente mi mano con sus dedos.

En el final de la história, no lo pude evitar, acabé llorando como una desgraciada. Los jóvenes de reencuentran y proclaman a los cuatro vientos que se quieren.

-Nunca volveré a separarme de tí - decía John- ni aunque pudiera hacerlo. Pero el caso es que tu eres parte de mi ahora, y no puedo evitar odiar el aire que corre entre nosotros por mantenernos separados, aunque sea a milímetros de tí.

Y estrechó a su amada entre su brazos, mientras ella lloraba de alegría y de alivio.

Luke me miraba de soslayo con muchas ternura. Rodeó mis hombros con su brazo y me estrechó a él. Besó mi sien y me habló suavemente.

-Vamos ratita, que es tarde.

Nos levantamos y salimos de la sala de cine. Al pasar por delante del puesto de comida, Luke echó una mirada de advertencia a Logan, el dependiente, quien se me había quedado mirando cuando habíamos salido.

No lo entendía. Cómo a alguien como él le entraban celos? Él, quien lo tenía todo. Luke parecía vulnerable... incluso inseguro. No quería que él se sintiera así, pero por otra parte, saber que él sentía algo tan fuerte por mí que hacía incluso que me enseñara a otro Luke que nunca había conocido.

Luke me llevó hasta la moto y, con su chaqueta encima, recorrimos la ciudad a toda velocidad.

Un baile de dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora