Pasé el día lo mejor que pude. Me divertí mucho con mis compañeros de clase, que, sospechosamente, se acercaban mucho más a mi en aquellos momentos. Algunos me habían pedido hacerse una fotografía conmigo o que les firmara un autógrafo y no me negué. Habían hecho una nueva coreografía para el siguiente campeonato, ya que había pasado a la final. El día anterior habían pasado la lista de las seleccionadas, y yo estaba en ella, iba a ir con el individual y el equipo. Aquella noticia me alegró el resto de la mañana. Para cuando llegó la hora de irse a casa, me invitaron a ir de cena y, más tarde, de fiesta para celebrar el éxito en el campeonato. Acepté sin pensármelo dos veces, quería pasármelos bien en vez de quedarme en casa leyendo o viendo cualquier película que dieran después de las noticias. Me pondría guapa y saldría a pasármelo bien, sin Luke, algo que hacía semanas que no hacía.
Salimos a comer a un restaurante cerca de allí, uno discreto. Con éxito, evité llamar la atención y, entre risas y anécdotas, empecé a conocer más a fondo a quienes tenía a mi alrededor: Celcilia, y su hermano Marco, eran provenientes de Italia y trabajaban ayudando en la empresa de su familia, una cadena de restaurantes. Emma era una chica dos años mayor que yo, y aspiraba a trabajar en teatros. También conocí a Jaime, Miriam y Laia, los tres recién llegados, pero ya superaban a la mayoría de la clase.
Volví a casa y preparé la cena para que, cuando volvieran mis padres, no sentáramos a la mesa todos juntos. La nevera estaba casi vacía por el poco tiempo que habíamos tenido para salir a comprar; los fotógrafos seguían molestando, en su lucha por sacar información, a poder ser mala, de mí y de mi familia. Los guardaespaldas entraron en casa conmigo, y se quedaron en el comedor, hablando de sus cosas. Supuse que también tenía que alimentarles a ellos. Así que cogí cuatro cosas y intenté cocinar sin prenderle fuego a la casa.
Después de comer, regresé a mi cuarto mientras mis padres se encargaban de recoger y limpiar los platos. Me lancé en la cama y miré el móvil. Tenía ganas de oír la voz de Luke, le echaba de menos, así que le llamé. Marqué y, antes de que sonara el segundo tono, ya tenía a Luke en el teléfono.
-Hola, preciosa.
-Hola.- susurré, me sonrojaba incluso cuando él no estaba a mi lado.- ¿Cómo ha ido el día?
- Habría ido mejor contigo.- Suspiró, en señal de agobio.- Te echo de menos...
-Yo también. No aguanto que estemos tan lejos.
-Entonces vente a vivir conmigo.
Sonreí. Ya me gustaría a mí hacerlo. Pero lo veía demasiado pronto... Igual que con el tema de matrimonio. Iba a una velocidad de vértigo, y tenía que mantenerme en pié, con los pies en la tierra, para que todo saliera bien.
-Lo digo en serio, Cass. Si quiero que nos casemos, deberíamos empezar por ahí. - su voz sonó sincera.- Vente conmigo, aquí, la ciudad en la que naciste. Técnicamente sigue siendo tu hogar.- dejó la línea en silencio.-Eso o acabaré por secuestrarte. -bromeó.
Me reí y miré el reloj... Se estaba haciendo tarde, y aun me tenia que preparar para la fiesta de noche.
- Por cierto, Luke, está noche he quedado con unos amigos para ir de fiesta.- no contestó, así que seguí hablando.- Iremos a un bar y tomaremos unas copas.
Sabía que no le hacía gracia aquel plan, y menos cuando no estaba aquí para acompañarme, pero lo había dicho en tono firme, no le estaba pidiendo permiso, y solo le informaba. Y parecía entenderlo.
-Preferiría que te quedaras a salvo.
Pues no, no lo entendía.
-No me quedaré el resto de mi vida encerrada en casa. Solo te puedo prometer que no llegaré tarde. Y te llamaré.
-No te olvides de Jack y Josh.- iba a abrir la boca para pedir si podían mantener las distancias conmigo un poco, pero me cortó.- Y no repliques.
-Vale vale...- había una tensión en el ambiente que no me gustaba.- te quiero.
-Yo también te quiero.- dijo tiernamente.
Le colgué y quedé mirando la foto que tenía de fondo de pantalla: él me abrazaba y alargaba el brazo para hacernos la foto con el móvil. Tenía el pelo revuelto y no llevaba camiseta, en cambio, yo llevaba una de las suyas, y le miraba de reojo, sonriendo.
Dejé de pensar en lo mucho que deseaba que estuviera allí, y empezé a prepararme para la quedada: un vestido negro estrecho y algo corto, cabello ondulado y maquillaje a lo natural, todo "prestado" de Alex. Es decir, ropa que le había cogido antes de que volviera a casa. Había tardado un buen rato en decidirme que ponerme y que hacer con mi cara, pero decidí atreverme con aquel estilo. Cuando bajé las escaleras y me topé con John, me miró, sorprendido.
El bar estaba lleno de gente, adolescentes amontonados en las mesas o en la pista de baile, pero todos con un vaso en la mano. Encontré a mis amigos apoyados en la barra. Ya habían empezado a pedir sus bebidas y hablaban ya incluso de ir a bailar junto al resto de gente. Y todo porque Jack y Josh habían decidido discutir sobre el plan de la noche: no se pegarían a mi, me darían espacio para no levantar sospechas ni agobiarme, pero me habían puesto tiempo limite: como máximo tenía que estar en casa a la una de la mañana. En la barra pedí a la camarera una cerveza y los guardaespaldas no quitaron los ojos de encima de ella hasta que me la dió. ¡Solo faltaba que la probaran antes que yo! Le di un trago y me acerqué a conversar con mis compañeros, que hablaban acerca de otros clubes de baile. Bebí y bebí aquella noche y, trago tras trago, mis preocupaciones y mis inseguridades iban desvaneciéndose. Jack y Josh me llevaron al coche justo a la hora que habíamos quedado y incluso fueron ellos los que tuvieron que abrir la puerta de mi casa... No acertaba en el agujero, y cada vez que fallaba, soltaba una risita. Me dejaron en la habitación y se fueron a donde fuera que dormirán, en el coche supuse.
Estirada en la cama, sin siquiera haberme cambiado de ropa, me puse de lado y me quedé dormida mientras admiraba mi anillo de prometida y echándole de menos. El móvil había vibrado dentro del bolso, pero me pesaba demasiado el cuerpo como para poder levantarme y responder a un mensaje.
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Siento haberos hecho esperar... pero es que este Sábado ha sido mi cumple!!! 18 años ya... Que vieja ;b Espero que hagáis disfrutado de este capítulo... y el Viernes que viene subiré otro sin falta
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Un baile de dos
Novela JuvenilCass, una gran bailarina, busca cumplir su sueño de trabajar profesionalmente en el mundo del baile. En su camino se cruza alguien que empuja su carrera al estrellato, y se lleva su corazón. El famosísimo Luke, cantante y actor, se enamoró de su nue...