<<Anna>>
Vi primero su silueta, usaba una bata de Hospital, que dejaba al descubierto sus pálidas, necrosadas, gangrenadas y arrugadas piernas y brazos. Cuando le vi a la cara fue lo peor, ahogué un grito, temblando y con el miedo a flor de piel sentí un vuelco en el estómago, tal cual murió estaba ahora, la boca abierta y ojos idos, su cabello negro estaba mojado, enredado y desacomodado sobre parte de su cara, su descolorida e hinchada cara. Estaba segura, era Anna.
Para cuando comenzó a dar unos pasos, un sentimiento de pavor desmedido logró impactar con mi pecho provocando que mi garganta se cerrara en ese momento, haciendo que la respiración fuera cada vez más difícil; al principio parecían pasos normales pero conforme avanzaba caminaba con dificultad. A cada paso que daba, se tambaleaba, las extremidades se le iban chuecas, como si estas se fueran rompiendo, se oía el crujir de la madera a cada paso lento que daba. Oí el tronar de una de sus rodillas y cayó al piso, la tenía a no más de tres metros de distancia; la chica se sostuvo con sus brazos de manera que los codos le quedaban viendo hacia la pared, haciendo que la cabeza se le viera hundida; comenzó a arrastrar su tronco y piernas, lentamente, un brazo, luego el otro.
<< ¡Sascha! >> Intenté gritar pero mi boca parecía no funcionarme, no podía articular palabra alguna. No pude sostener el equilibrio, mis piernas temblaban, mis tenis y pantalón resbalaron de mis manos, me pegué a la puerta y me deslicé hacia abajo, mientras las lágrimas comenzaban a recorrer mis mejillas hasta perderse en mis labios, abracé mis rodillas, hundiendo la cabeza en ellas para no verla más. Me tapé los odios y cerré los ojos demasiado fuerte.
<<Era otra visión, era otra visión, era otra visión>>
Los crujidos pararon e inmediatamente mi cuerpo se relajó, mantuve los ojos cerrados hasta que comencé a sentir agua chocando contra mis pies, una planta que flotaba se atoró entre mis dedos y mi blusa larga había absorbido humedad de la parte trasera. El agua no era transparente, era incluso verdosa, como la del lago. Volteé en busca de Sascha para girar el picaporte, abrir la puerta y pedir ayuda, pero ésta ya no estaba, tampoco mis cosas. Fue en ese momento cuando comprendí que esto no había acabado, apenas comenzaba.
El pavor se apoderó de mí. Traté de levantarme mientras temblaba, haciendo el esfuerzo de no resbalar por el agua, escuchaba cómo las gotas que escurrían de mi cuerpo chocaban con el charco que ahora me llegaba a los tobillos. Di un paso con mis pies descalzos, insegura, recargando una mano sobre la pared y peleando con la fuerza de empuje del agua, estiré la cabeza por el miedo de encontrarme con algo peor, al final del pasillo se veía una luz de luna atrapada en una espesa neblina, caminé hasta ahí. Una ola de aire me recorrió el cuerpo provocando que cerrara los ojos y comenzara a temblar de frío por mis piernas descubiertas, cuando los abrí me encontraba en el bosque, a unos metros pude diferenciar el lago, ahí pude ver a aquella An que yo recordaba, peinada y maquillada; estaba recargada en un árbol, como si estuviese esperando a alguien, temblando de frío a pesar de su gruesa chamarra, de estar usando el gorro de ésta con peluche y de sus manos dentro de las bolsas de la misma. Movía ansiosa la pierna y de su bolsa izquierda sacó su mano con un papel. Dudosa me acerqué a ella.
–¿Anna?— le dije con la poca voz que me salía. Estaba justo a su lado, pero ella ni siquiera volteó a verme, mucho menos me contestó, no dejaba de ver su nota, asomé la mirada y alcancé a ver lo que decía.
"An, sé cómo avanzar en la investigación, sé quién está detrás de todo esto, pero no te lo puedo decir en Hughroom. Si quieres respuestas encuéntrame en el lago detrás de las rocas."
Escuché a alguien hablando, volteé a ver al lago, en un abrir y cerrar de ojos Anna ya no estaba a mi lado, estaba al lado del lago, hablaba con alguien que andaba encapuchado, no me permitía reconocerle, me daba la espalda. De repente la expresión de Anna cambió y dio unos pasos hacia atrás.
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SASCHA
Fanfiction-Nadie se va de Hughroom Alex, al final siempre hay una razón que retiene a las personas aquí, no te irás, no intentes huir. -¿Qué te hace pensar que algo me va a retener aquí, en este horrible lugar? -Eso no lo se. -Ten por seguro...