Mis pensamientos y la ansiosa necesidad de terminar con mi vida, fueron interrumpidas por un brusco apretón en mi muñeca.
—No— escuché.
Abrí los ojos, miré hacía abajo, ¿acaso aquella palabra provino de los labios de Sascha? Por un momento pensé que se trataba de otra alucinación, realmente no estaba pasando, pues la única cosa que deseaba antes de morir, si es que no existía una vida después de la muerte, era volverlo a escuchar, a sentir y abrazar.
La frialdad de su mano me hizo reaccionar, Sascha realmente había hablado, como si la vida le hubiese dado una segunda oportunidad.
Mi mano se quedó atorada, presionando y agarrando fuertemente el pedazo de espejo, entonces pude ver cómo la sangre me escurría por el antebrazo pasando por el codo y goteando hasta el piso. No sentía nada, no parecía real.
Sascha se incorporó rápidamente como si no sintiera ningún dolor, alzó los brazos débilmente, dejándolos caer sobre mis hombros, como si intentara abrazarme pero no tuviera la suficiente fuerza. En aquel momento, todas las fuerzas que me habían quedado para sostener aquel pedazo se fueron y mi cuerpo parecía resentir, por fin, todo lo que había pasado; mi mano se abrió soltando el vidrio.Con los brazos temblorosos, lo abracé, tan fuerte como pude.
—Sascha...— susurré a su oído, acariciando y alborotando su cabello, a la vez que con la otra mano, lo agarraba fuertemente de la espalda, como si aún tuviera miedo de que algo me lo pudiese quitar.
— ¿En qué estabas pensando?—preguntó Sascha con un tono de decepción pero también de preocupación, pues su voz se entrecortaba.
—Yo...yo solo pensé que te había perdido, no lo soportaría Sascha— contesté dejando escapar mis lágrimas nuevamente.
—Alex, no, no, no— sentí la desesperación en su voz —No puedes hacer esto— me alejó de él para tomarme de los brazos y mirarme fijamente a los ojos —Lo ideal es que ambos salgamos de aquí y creeme, lucharé hasta mi última fuerza para que tú y yo estemos libres de este lugar, pero, si yo no lo logro, no quiero que te detengas, tienes una vida allá fuera Alex, unos padres que te quieren y se preocupan por ti, te amo, pero no seré el único hombre dispuesto a hacerlo, pero sí el que te amó con todo su corazón, con todas sus fuerzas, pero tú no puedes terminar con tu vida por mí Alex, no puedes- dijo enojado.
—Sascha...— comencé a hablar para defenderme y justificar mi acción, pero él no me dejó terminar.
—No Alex. No estás bien, creo que necesitas descansar un poco, no has dormido nada y necesito que te encuentres bien para cuando nos vayamos de aquí. Recuerda que bajamos inicialmente a éste lugar, por las llaves, no tenemos que olvidarlo.
—Sascha, bajé aquí contigo con la misma tarea, terminémosla juntos, no quiero separarme de ti, no ahora- lo miré suplicante, y sus ojos parecieron cumplir la prórroga.
—Está bien— accedió finalmente sin verse del todo convencido.
Sascha comenzó a levantarse con un poco de dificultad, pero aún así logró incorporarse en poco tiempo, después, se agachó nuevamente para tomarme por los codos y levantarme. Me tomó por la cintura y yo pasé mi brazo sobre sus hombros para que ninguno de los dos perdiera el equilibrio al caminar.
Caminamos débilmente hasta la puerta sobre los trozos de vidrio, teniendo cuidado de que alguno no fuera lo suficientemente grande como para atravesar los tenis, una de las linternas se asomó entre ellos. Salir de ahí fue como disminuir el peso del aire sobre nosotros; los oscuros pasillos fueron nuevamente el reto a vencer. Miré a Sascha de reojo, y con la dificultad que la escasa luz me ofrecía lo pude ver cansado, no precisamente por el sueño, más bien, como si su paciencia hacia la situación se hubiera acabado.
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SASCHA
Fanfic-Nadie se va de Hughroom Alex, al final siempre hay una razón que retiene a las personas aquí, no te irás, no intentes huir. -¿Qué te hace pensar que algo me va a retener aquí, en este horrible lugar? -Eso no lo se. -Ten por seguro...