Cuarto Capítulo

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—¿Cómo has conseguido entrar?— dije cerrando la puerta detrás de mí.

—Caminando y por la puerta, no es tan difícil, lo acabas de hacer— Sascha habló sin ni si quiera voltearme a ver, estaba acostado en su cama, viendo hacia arriba, con las manos en la cabeza y las piernas dobladas.

—Déjame ver tu llave.

Soltó una carcajada y volvió su cuerpo hacia mí.

—¿Por qué haría algo así?— preguntó un tanto agresivo.

—Porque te lo estoy pidiendo yo, de buena gana—al decir lo segundo baje la vista.

—¿Por qué me lo estás pidiendo tú?—se incorporó y empezó a caminar hacia mí.

—Sólo enséñamela, por favor—susurré quedándome aún a un lado de la puerta.

—¿Y quién eres tú? ¿Eh?—me gritó y sólo se me ocurrió mirarle con odio.

—¡Sólo enséñame la maldita llave!—le contesté fuerte y clara, aunque por dentro muriera de miedo.

Apresuró el paso y de la nada golpeó las palmas de su mano a la pared, tan fuerte que me hizo brincar. Me tenía encerrada entre sus brazos, sintiendo su respiración acelerada y fría. Mi cuerpo temblaba, de perfil le vi las manos que me impedían salir, eran ciertamente imponentes, sus venas parecían azules y fuertes, era impresionante la manera en la que se le marcaban a través de esa piel tan blanca y fina; tener a alguien así, como él, tan cerca, me ponía mal.

—Apestas a cigarro, demasiado— dije aún sin verle a la cara y guardando la distancia que no había entre nosotros cuando su aliento chocó con mi barbilla. Él sonrió y me levantó la cara, provocando que lo viera a los ojos.

—Pequeños placeres de la vida— contestó.

—Creo que mis "pequeños placeres de la vida" no concuerdan con los tuyos— bajé la mirada, él aún me sostenía la cara.

—Eso es porque no te puedes ver de la manera en la que yo te veo a ti— mientras decía eso se sacó la llave del bolsillo, sonriendo irónicamente y levantando la cara, sientiendose orgulloso al ver que me había callado, yo decidí ignorar lo que había dicho, sólo se burlaba de mí.

Le arranqué la llave de la mano y le di vuelta, tal como lo pensé decía "PISO 9 HABITACIÓN 93" la recepcionista me había mentido. Se la devolví y le aparte por los hombros bruscamente, me fui a sentar a mi cama dejándolo atrás, sin darme cuenta una lágrima me cayó por la mejilla, rápidamente la limpié.

—¿Por qué lloras?—preguntó.

—No estoy llorando.

—Podrás engañarte a ti misma si así lo quieres, pero a mí no.

—¿Qué quieres saber? Creo que te ha quedado claro el hecho de que no quiero compartir habitación contigo y la única persona que puede solucionar esto es una recepcionista de mala cara y pésima actitud que me odia.

—¿Y por eso lloras?

—¿Qué te va a importar a ti?

—Que si lloras por eso me parecería exagerado.

Me quedé callada esta vez, era insoportable.

—Terminarán expulsándome y regresándome a casa—continué después de unos minutos, sin embargo, ya no sabía si lo decía en tono de preocupación o de alivio. Él se carcajeo.

—¿No te has tragado todo ese cuento de que si no cumplimos con las reglas nos expulsarán, verdad?

Me volteé para verle a los ojos pero no dije nada por la confusión.

—¿Alex? Te estoy hablando.

—No comprendo.

—Si no cumples con las reglas no te vas, simplemente te...castigan—chasqueó los dedos como si a penas recordara lo que iba a decir.

—¿Te castigan?— pregunté.

—Sí, de la manera más bruta que pueda existir.

—Tú sólo quieres espantarme, ¿no te parece que ya has arruinado demasiado este curso? En dos días—dije bajando la cara para no verlo.

Él caminó hasta mi cama para después arrodillarse frente a mí.

—¿No me crees?

—No—contesté evadiendo sus ojos que buscaban los míos.

—Como quieras.

—Yo sólo quiero largarme de aquí.

—Nadie podría conseguir eso, ya te lo he dicho.

Le vi a los ojos, en los cuales era muy fácil perderse.

—¿A qué te refieres exactamente?—pregunté mientras analizaba todo su rostro y él se mordía el labio impaciente.

Después de unos segundos contestó.

—Nadie se va de Hughroom Alex, al final siempre hay una razón que retiene a las personas aquí, no te irás, no intentes huir.

—¿Qué te hace pensar que algo me va a retener aquí, en este horrible lugar?

—Eso no lo sé.

<<Ten por seguro que no será nada, Sascha>>

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Un beso, Giselle.
(Quiero aclarar una vez más que el personaje de SASCHA es Shawn)

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