Trigésimo Primer Capítulo

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<<David>>

Fue lo primero que apareció en mi mente. Cerré mis ojos con fuerza, deseando una vez más, que todas aquellas perturbadoras ideas creadas por mi mente se alejaran; ésta acción hizo que de alguna manera se agudizara mi sentido del oído, fue difícil no imaginar quién estaba detrás de esa puerta y las circunstancias que podrían hacerle crear tan desgarradores sonidos.

La linterna de Greta iluminó indirectamente el rostro de Sascha, sus ojos estaban completamente abiertos, podía imaginar sus pupilas dilatadas tratando de poder captar un poco más el espacio. Después de un par de segundos pareció reaccionar, dejó caer la linterna y se abalanzó hacia la puerta, como si todos aquellos objetos que obstaculizaban el paso no existieran, y con la fuerza de ambas manos, comenzó a tratar de abrir la puerta, sin importarle los demás archiveros que aún había por quitar; aún con la poca luz pude ver cómo los músculos se marcaban.

Greta tomó la pequeña linterna del suelo y me la dio, nuestras miradas se cruzaron por unos segundos y, como si ambas hubiéramos dicho algo, nos dirigimos hacia los archiveros; Greta se puso la linterna entre los dientes para dejar sus manos libres, yo hice lo mismo. Nos miramos, rápidamente y con todas nuestras fuerzas, intentamos hacer todos los papeles y muebles a un lado, para que cada vez fuese más fácil para él hacer más grande aquella abertura. Intenté directamente mover un archivero, pero mis fuerzas eran inútiles, fue ahí cuando entendí que no sólo era vulnerable emocionalmente, sino que a cualquier persona se le haría fácil fracturarme un hueso o desmayarme con un golpe, y no tendría oportunidad de defenderme. Quizá era una carga, la típica niña inútil que necesita quien la salve.

—¡Mierda!— gritó Sascha cuando notó que su fuerza no serviría si primero no nos encargábamos por lo menos de la mayoría de lo que nos estorbaba.

Sus facciones exaltaron repentinamente su desesperación. Se agachó para comenzar a hacerlos a un lado al mismo tiempo que nosotras, mientras el sonido de aquellos ruidos se hacían más fuertes y constantes.

Sascha terminó quitando la mayoría de los archiveros, mientras Greta y yo, juntas, aún con su fuerza superior a la mía logramos ayudar muy poco. Sascha, sin pensarlo dos veces, al ver el área más despejada, comenzó a abrir la puerta, nuevamente pensé que no lo lograría, pues sus venas azuladas se marcaron, recorriendo sus brazos hasta sus manos, sin embargo, lo juzgué mal. De repente soltó un grito que denotaba el esfuerzo, junto con una mueca; logró dejar un pequeño espacio, pero suficiente para que su cuerpo pasara. Los sonidos cesaron. Volteó al piso en busca de la linterna, al notar ésto se la extendí con la mano y la tomó. Rápidamente asomó medio cuerpo por la abertura, con la linterna y el sigilo de un detective de los programas de televisión.

—Alex, Greta, escúchenme bien, no quiero que ninguna entre aquí— dijo en un tono moderado pero muy rápido.

—Sascha...— fue todo lo que logré pronunciar cuando la puerta se cerró tras él, simplemente se había encerrado, sin decir más.

Una desesperación desmedida se apoderó de mí, ¿por qué había dicho eso? ¿Qué... qué carajos?¿Qué cosa podría ser peor de todo lo que he visto para que Sascha tan solo haya cerrado la puerta tras él?

—¡No, no, no!¡Sascha abre la maldita puerta!— grité mientras golpeaba mis puños contra el acceso que se me había negado. Miré a Greta repentinamente, que no había movido ni un dedo.

—¿Qué solo te quedaras ahí mirando?— pregunté molesta.

—Sí Sascha no quiere que entremos debe ser por algo, Alex— pude ver miedo en sus ojos. Probablemente había imaginado lo que se encontraba detrás.

Quizá había imaginado lo mismo que yo. El cuerpo sin vida de David, desgarrado por la bestia que producía aquellos sonidos.

—¡Por favor!— exclamé  con las lágrimas de ansiedad ante esta idea—¡Sascha, abre la puerta, ahora!— grité. —¡Sascha! ¡Basta! ¡Abre la puerta!— nuevamente no obtuve respuesta, rápidamente miré a Greta —¡Tienes que ayudarme a abrir la puerta!

SASCHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora