Trabajo grupal

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     Luego de nuestra cita todo fue mas sencillo, Nick iba por mi, me llevaba a casa, salíamos a almorzar y volviamos temprano para evitar sospechas, estábamos bien, bastante bien.
     Durante aquellos días se nos dio en clases un trabajo en parejas a cargo del profesor Ávalos, todos rieron y gritaron al escuchar las instrucciones pero todo se volvió silencio cuando el maestro dijo :"Yo designaré los grupos". Crueldad extrema, extrema pero irónicamente agradable. Reí para mis adentros al escuchar los abucheos de queja contra el mandato.
    Las parejas fueron dadas y tristemente no hubo mayor ciencia en ello que la de decir:  "Trabajarán con su compañero de asiento". Molesta le lancé al profesor mi mejor mirada de odio.
-No me mires así-Dijo- Es hora de que aprendas a trabajar en equipo.
-Pero yo sé trabajar en equipo.
-Nada de peros, ya están designados.
       Me crucé de brazos mientras el muchacho a mi lado anotaba las indicaciones del ensayo que tendríamos que presentar, mientras me miraba a pestañazos cortos pero penetrantes, parecía disfrutarlo.
      Esa tarde nos pusimos de acuerdo a regañadientes sobre como y cuando nos dedicaríamos al trabajo, el profesor me había jugado una mala pasada: el ensayo valía el 45% de la nota final. Genial.  Decidimos vernos en mi casa mañana para iniciar cuanto antes la agonía de recopilar información.
      Esa misma tarde Nick tuvo una reunión muy importante de adultos realmente importantes para lograr un trabajo, al menos así me lo había dicho hacia algunos días y la verdad era que estaba ansiosa por saber que tal le había ido. Me mordí las ganas de llamarlo y me dediqué a beber un chocolate caliente que quemaba mi esófago con su dulzura ardiente mientras terminaba deberes acumulados en una interminable lista de "cosas por hacer'.
       Al día siguiente Derek caminó conmigo hacia mi casa mientras yo casi arrastraba los pies con el malhumor pesándome a cada paso. El parecía contento de sobremanera por poder ir a mi casa, sin duda es mi culpa, quizás debía haberme arriesgado a ir a su choza, sin embargo, estaba mas que segura de que estaría mil veces más segura en mi propio territorio. Entramos sin dar palabras de bienvenida ni mucho menos preámbulos petulantes del tipo "esta es mi casa, ¿Qué te parece?" No fue necesario, todo eso lo dijo el sin necesidad de interrogatorio ni de miradas incómodas, esa era la parte sencilla: él hacía casi todo el trabajo.
       Sin hablar demasiado nos dedicamos a elegir un tema apropiado que diera de qué hablar al momento de presentarlo, era una de las exigencias del profesor: debe causar controversia. Pasamos por cada rama de la ciencia para llegar a algo sencillo pero a la vez imperdonable de tratar: la eutanasia. Ninguno dijo nada, sino que imaginariamente una escopeta nos había dado la partida de la carrera, ambos agachamos la cabeza para investigar en las computadoras portátiles sobre el tema. Sonreí, me agradaba que él se mantuviera a raya sin necesidad de decirle algo en especial, podría decirse que incluso era una especie de vasallo bien entrenado, incluso podríamos volvernos amigos si él dejaba de preguntar estupideces cada vez que me ve.
        Una o dos horas mas tarde me levante para ofrecerle algo en silencio, no pregunté, no dije absolutamente nada, sino que solo serví galletas y jugo para ofrecerlos en una bandeja, si queremos trabajar bien al menos hay que mantenernos con energía.
-Gracias- Susurró al recibir el vaso desbordante de néctar de durazno.
        Di un suspiro al ver la sonrisa encantadora que tensaba sus labios, no es tan desesperante cuando se mantiene trabajando, al fin y al cabo ha sido una buena idea trabajar con él, aunque ni siquiera  tuve opción de elegir lo contrario.
        Una hora mas tarde sonó el timbre, me levanté para encontrarme a Nick sonriente  tremendamente ilusionado, parecía que por fin se dedicaría a su pasión: sería editor en jefe, podía verlo en sus brillantes ojos aguamarina. Esquive sus intentos de besarme y le hice pasar a la sala de estar donde Derek terminaba de guardar sus cosas. Pude ver la furia y los celos arder en cada centímetro que me separaba de Nick, más aun al momento de darse un apretón de manos tosco y casi educadamente repugnante, ambos estaban incómodos y eso me dejaba al medio, siempre he detestado estar al medio de las cosas si que solo despedí a Derek en la puerta de la casa para volver y encontrarme a Nick de un pésimo humor, sentado con los brazos fuertemente apretados sobre su pecho. Celos en su máxima expresión.
-¿Por qué estaba aqui?
        Me senté a su lado para poder abrazarme a su costado y explicarle cómo habíamos llegado desde dos extraños en un supermercado a dos compañeros de clase que hacen informes y trabajan juntos. Nick seguía tenso, parecía que la yugular explotaría en charcos enormes de sangre amoratada.
-¿En verdad crees que lo habría invitado a casa porque sí?
       Nick suspiró, parecía que por fin recobraba la respiración.
-Lo siento, sé que no te agrada y que estás obligada a ello, pero ¿No pudieron estudiar en la biblioteca? No quiero que esté tan cerca de ti.
      Sonreí mientras el recobraba el ánimo con el que había llegado hasta la puerta de mi casa. Caray, Nick, eres todo un show.


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