Cambios

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Quise reir ante los comentarios que siguieron, ya tenia diecisiete años y solo ahora notaba los cambios paulatinos en mi cuerpo delgaducho y casi sin forma, pero alto y algo parecido a la palabra "femenino".
-Ya debes ir con una escopeta para cuidarla de los muchachos-Rio Michael.

-Claro que si- Respondió Marc- Su último novio ha sido el unico, y fue todo un problema.

Era cierto, el chico que habia sido mi novio tenia tendencias suicidas debido a los constantes problemas que tenia en su casa, antes no era asi, era dulce pero precipitado, y solía oler a perfume caro, le gustaba hacer todo al instante y dejarme abandonada cuando tenía problemas con sus padres; supongo que era algo que tenia que suceder, ni siquiera creía que mi hermano lo recordara, ya era mas de un año desde entonces
Estaba contenta de que notaran que ya no era la muchachita que corria y los obligaba a jugar con muñecas o tomar el te, era agradable saber que ya me acercaba a su nivel, estaba lejos, pero mucho mas cerca que antes.
Alce mis inquietas manos para alcanzar un vaso de jugo, lo bebi a largos tragos y me acerque a la cocina, donde note que aun no había nada preparado.
-¿Que hay de cenar?-Comente con molestia, ya tenia hambre y el reloj me daba la razon.
-Nuestros padres querían que preparara legumbres, pero se que las odias-Fue diciendo Marc- Asi que creí que preferirías comer otra cosa, algo como...¿pizza?
Mi barriga comenzó a dar gritos sonoros.
-Debes estar hambrienta.
Me sonroje al notar que todos me miraban, especialmente Nick que tapaba su boca para cubrir una carcajada.
-Algo así.
Marc se acerco al teléfono y comenzó a marcar, una vez que le contestaron fuimos dando ingredientes, esta noche de viernes parecía ser prometedora. Me senté en el sofá entre Richard y Nick, contenta de que había una película buena en la televisión para pasar el rato.
-Iremos a comprar unas cosas-Dijo Marc mientras tomaba su chaqueta.

Me encogí de hombros mientras tomaba el control para adueñarme de la televisión. Cuando cerraron la puerta me recosté sobre todo el sofá haciéndome única propietaria.

-Hey, esos no son buenos modales.
Era la voz de Nick y Michael reia a sus espaldas. Me senté velozmente con las piernas juntas.
-¿No que iban a comprar?
-No tienen por que ir todos, solo fueron por unas bebidas.
Michael choco los cinco conmigo para luego hacerse un espacio en el sofá al mismo tiempo que Nick se sentaba en el sillón individual que se posicionaba a mi lado.
-Cuéntanos pequeña Jane ¿Que ha sido de tu vida?
-Este año daré la prueba para ingresar a la universidad.
-Wow, mira Nick otra universitaria.
Michael se encogió de hombros, el había estudiado en un instituto que lo califico como técnico automotriz.
-La verdad me pone nerviosa, pero tengo altas expectativas.
Me removí incomoda, mientras cambiaba los canales.
-No hay razón para eso, Marc siempre dice que eres una buena alumna.
-Regular- Corregí.
-¿Que carrera te gusta?-Quiso saber Nick.
-Alguna ingeniería, quizás comercial.
-Matemáticas- Comento Michael.
-Solo espero quedar, de entre todos los ramos, las matemáticas son las que mejor se me dan.
Rei algo nerviosa, no acostumbraba hablar de mi, ni siquiera mis padres tenían ese detalle conmigo.
-Yo acabo de terminar un postgrado en traducción-Comento Nick.
Lo sabia, Nick siempre había sido una especie de cerebrito que sabia de todo y lo demostraba con creces. Michael me miro con ojos divertidos mientras se levantaba para hacer una morisqueta detrás de Nick.
Reímos a la vez que seguíamos hablando de cosas banales, mientras yo seguía buscando alguna película. Me detuve cuando vi a Maria Antonietta avanzar entre la multitud en su matrimonio. La deje allí, me gustaba su historia y debo admitir que la actriz era una belleza a comparación mía.
Cuando volvió mi hermano y puso las bolsas sobre la mesa, me acerque a ver que había en su interior, una botella de vodka, otra de ron blanco, un whisky escocés, dos botellas de agua tónica y creo que tres bolsas de hielo.
-Se divertirán esta noche- Comencé diciendo.
-Nick lo ha pagado, comenzó a trabajar hace un tiempo y esta "pagando el piso'- Dijo riendo Richard.
Pagar el piso, según entendía, era invitar algo con tu primer sueldo. Quise reir, pero una botella extra llamo mi atención.
-Esa es para la cena-Comento Richard aun a mi lado- es vino blanco.
La verdad era que no me agradaba el alcohol, no era un desagrado por su sabor si no mas bien por ignorancia, en mi cuerpo solo habían rondado dos copas de champaña y algunos sorbos ocasionales de licores dulces.
A los diez minutos después llegaron las pizzas y nos sentamos a la mesa mientras mi hermano nos acercaba las cajas. Comimos riéndonos de una película sobre un hombre que con un control puede manipular su vida pero todo se vuelve un desastre, amo la comedia de Adam Sandler.
Nick descorcho el vino, estaba notoriamente entusiasmado con el.
-Fue un regalo de mis padres cuando me titule y sabia que no lo disfrutaría solo si que creí que seria mejor con mis bestias favoritas.
Todos reímos mientras el comenzaba a distribuir el contenido de la botella en multiples copas.
-¿Quieres probar?- Pregunto Nick acercándome una copa servida.
-Yo no lo se.
-Hermanita es momento que aprendas a beber un poco, si no cuando salgas te emborracharas con facilidad-Comento Richard con tono de precaución.
Lo pensé un momento, la verdad era que el tenia razón, supongo que si voy probando de a poco al menos sabre cuales me gustan y los efectos que causan en mi.
-Es muy dulce, no te hará daño-Dijo Marc.
Afirme aceptando la copa con dedos temblorosos, la acerque a mis labios con inseguridad para descubrir que era mas dulce y agradable de lo que había pensado, me gustaba.
Una vez que termine dos trozos de pizza y la copa de vino me levante de la mesa con intención de subir a mi habitación, pero la voz de mi hermano me detuvo.
-No te vayas aun, ¿para que quieres estar sola arriba?
A esa frase le siguieron múltiples comentarios de los chicos que me obligo a volver silenciosamente a mi lugar en la mesa. Quise reír, en el fondo de mi corazón sabía que confiaba en ellos con toda seguridad, me gustaba sentirme parte del grupo.

Huye ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora