Huye Conmigo

Contención

   Joan llega a mi casa y no viene sola, me molesta verla acompañada de Noah y no estoy muy segura de por qué. Me contengo lo más que puedo hasta que llegamos a la esquina y entonces es cuando comienzo poco a poco a repasar mentalmente todo lo que ha sucedido. Tiemblo, respondo de forma automática y cuando me doy cuenta he estado en modo avión todo el camino, Noah nos lleva en su auto. Ambos me hablan de una reunión en el departamento de Noah y pienso que no estoy de humor, pero tampoco tengo el ánimo para negarme, quizás así pueda lidiar mas tarde con esto, más calmada, más dispuesta a una resolución. 

   Llegamos al departamento de Noah y me doy cuenta en seguida del motivo por el cual nos encontramos aquí, Joan mira pícara al primo de Noah y entiendo que se ha organizado esta pequeña reunión para darles una excusa que les permita estar un momento juntos. No me sorprende, Joan es una mujer bella, con convicciones, con personalidad, el tipo de mujer que todo hombre toma en serio, no para el momento. Siento que voy a llorar, pero trato de controlarlo, Joan me mira con cierta tristeza, creo que intenta leer lo que me tiene así, trato de sonreír pero no estoy segura de lograrlo. 

-¿Qué ha pasado?-Dice Joan mientras toma mi mano.

-Joan, han pasado cosas, pero no puedo decírtelas aquí-Digo. 

-Noah, ¿Podemos ir un momento a tu habitación? Necesitamos privacidad.

   Joan tiene confianza natural y desearía tenerla también. Noah asiente sin dejar de mirarme y me doy cuenta de que no debo verme muy bien. Mi teléfono vibra frenéticamente, imagino que es Nick intentado contactarme, lo ignoro, no quiero hablar con él. Camino detrás de Joan y, una vez que me veo sentada a su lado, comienzo a sollozar.

-Lo lamento, no debería estar llorando-Digo mientras me limpio con las mangas del sweater.

-No digas eso, ¿Quieres contarme lo que sucedió?

 -Pues resulta que tengo un novio, bueno ya no sé si es mi novio. Él es un hombre mayor y es amigo de mi hermano.

   Joan se sorprende y eso me hace reír.

-Supongo que es algo que no esperarías de mí.

-¿Él te hizo algo?

- No, digo, si, pues ha sido una relación secreta y muy tormentosa. Me engañó hace algún tiempo aunque en ese momento estaba ebrio. Pues ahora mismo acabo de encontrarlo, sobrio, con una mujer en su oficina, en pleno acto.

   La voz me tiembla y no puedo evitar sollozar, no lloro como esperaría, pero quizás aún no asimilo bien lo que sucedió. Quiero reír para que Joan deje de mirarme tan preocupada, darle a entender que eso no me hiere, pero no puedo hacerlo. 

-Vaya, no esperaba nada así- Dice Joan y me doy cuenta de que está atónita.

-Ahora no sé muy bien qué hacer, estaba tratando de terminar con él y ahora no sé si estamos juntos.

-Nena, es obvio que no. No puedes quedarte con alguien que te trata así- Dice Joan mirándome con cierta ternura, casi como una madre, más bien como una hermana mayor.

-Lo sé, al inicio era tan emocionante y ahora, bueno creo que ya no sé cómo manejarlo, cómo salir de aquí, cómo huir de Nick. 

   Joan me abraza, huelo su perfume y pienso que me gusta esta contención, agradezco su presencia y creo que me voy sintiendo mejor. Quizás aún me quedan lágrimas que llorar, pero de cierta manera comienzo a sentirme aliviada. 

   De pronto, Noah golpea la puerta y se asoma con una expresión preocupada en el rostro. 

-Joan, Jane ¿Están bien?-Dice mientras se acerca.

-Creo que ya estamos mejor-Digo con un intento de sonrisa en los labios.

   Durante la noche comienzo a relajarme, Joan no me deja sola y Noah nos enseña unos cuadros que ha aprendido a pintar, bebemos vino y siento cómo se relajan mis músculos. Es viernes, creo que había olvidado eso, por eso mis padres parecían hasta felices de que saliera. Aún no estoy segura de lo que haré, pero estoy contenta de contar con ellos.