Maldito idiota

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   Estaba segura de que no quería contestarle pero la rabia que tenía... No podía simplemente lanzarla contra ell  pobre de Derek, él no merecía que yo le arruinara el rato que estábamos pasando. Sin embargo, una rabia intolerable llenó cada espacio de mi mente, solo para darme cuenta de que algo no estaba bien en mí.  Entonces el teléfono comenzó a sonar infernalmente en mis jeans. Comenzaba a sentir la desesperación del "Corazón delator"
-Creo que tus padres te llaman, quizás debas volver a casa.

-Si, eso creo. Eres un buen amigo Derek, me animaste bastante-Dije sin pensar mucho en mis palabras.

      Por un momento me conmovió la expresión de preocupación genuina en su rostro, es un buen chico, espero que alguna buena chica se fije en él, alguna chica sin enredos emocionales, ya saben, una chica que no sea como yo.

-Vamos, te  acompaño a casa.

     Nos levantamos para caminar lentamente a casa, donde una gran sorpresa me aguardaba: el auto de Nick se encontraba allí.  Me volteé para ver que Nick y Marc se encontraban mirando hacia mí desde el ventanal del salón.  Entonces un recuerdo algo gracioso me hizo volver a Derek que se mantenía de pie junto a mí.

-¿Sabes? He visto que Melissa babea por tí.

-¿Melissa? ¿La Melissa de la clase?

    Pude notar el leve rubor que coloreó sus mejillas,entonces algo llamó mi atención, estaba temblando ¿De nervios? ¿De miedo?

-Ella no es mi tipo-Dijo y sentí que me estaba lanzando una indirecta que no quería captar. ¿Acaso estaba enamorado de mí? Claro que no, eso no era posible, aunque su nerviosismo me llevaba a pensar en cualquier posibilidad.

-¿Acaso te gusta otra chica?-Dije animándolo a decirme; era pésima con la ansiedad y no quería quedarme con la duda-Vamos, puedes confiar en mí.

-Es que no puedo...

    Entonces sentí que su nerviosismo iba en aumento...¿Acaso realmente estaba enamorado de mí? Era imposible, digo, no podía estar sucediendo esto, ¿O sí?

-Vamos, ahora somos amigos; no sé si te has dado cuenta pero no tengo muchos amigos, si que debo esforzarme en conservarlos- Entonces reí con energía para animarlo.

-Está bien, pero no vayas a decirle a nadie o vendré hasta tu casa a matarte.

-¿Ok?- Dije esbozando una mueca de sorpresa ante aquel comentario hostil.

-Es... Marc.

-¿Marc? ¿Mi hermano Marc?

     Asintió y entonces pude sentir la verdad revelarse ante mis ojos: Derek era gay y yo solo estaba desvariando. Entonces solo pude darle un abrazo, conmovida por la confianza que estaba desplegando sobre mí, riendo para mis adentros a causa de la vergüenza de mis malas sospechas.

-¿Si sabes que a él le gustan las mujeres, verdad?-Susurré cerca de su rostro, mientras aguantaba una risa ahogada.

-Lo sé, aunque ahora mismo estoy intentando conocer a los chicos de la clase, quizás ellos  resulten ser más de lo que pienso que pueden ser.

-Suerte con ello- Reí de buena gana.

   Respiré hondo y aliviada para despedirme y entrar a casa, claro que no sin antes jurar por mis propios pies que no le diría nada a nadie sobre Derek.   Entré a casa para encontrarme a Marc con una sonrisa de oreja a oreja y a Nick con el ceño fruncido.

-¡Por fin mi hermanita llega con un chico! Has crecido tanto-Dijo mi hermano secando una lágrima inexistente al borde de su ojo, entonces saludé a Nick con frialdad.  Cenamos solos los tres porque mis padres se encontraban de camino a una conferencia importante de papá, claro, es viernes y esas conferencias, por lo general, son durante los fines de semana. Rayos, estoy atrapada con estos dos.

Huye ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora