Caminata

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   Una vez que colgué el teléfono me dediqué a mirar mis manos tiesas sobre mis piernas, estaba esperando que algo sucediera aunque no estaba del todo segura del qué. Estaba sola en casa y no llegaría nadie hasta algunas horas más tarde, entonces decidí tomar mi mochila y salir de allí.

   Me estaba eclipsando entre las paredes blancas de la habitación si que corrí vertiginosamente hasta la puerta. Caminé hacia un supermercado donde compré una cajetilla de cigarrillos y un encendedor, tomé mis cosas y salí con la  necesidad de salir de todo y no volver dentro de un largo tiempo.

   Fue entonces cuando sonó mi celular en el bolsillo trasero de mis jeans, lo tomé con calma y contesté.

-¿Si?

-Hey, soy Derek ¿Quieres dar una vuelta?

-Claro, dime dónde estás.

-Estoy en casa, ¿Dónde estás tu?

-En el supermercado.

-Bien, espérame ahí.

   Colgué y me senté a un costado del supermercado mientras encendía un cigarrillo entre los labios. Aspiré el humo con la sensación de ser observada, me encogí de hombros y seguí fumando tranquilamente, no habían ni bien pasado diez minutos cuando Derek llegó, me miró unos segundo mientras apagaba el cigarrillo en el concreto a mi lado. Me levanté con despreocupación para comenzar a caminar.

-¿Estás bien?-Dijo  Derek luego de un rato.

-Si, ¿Por qué?

-Es que es raro verte fumando.

   Me encogí de hombros y seguí caminando, no sabía exactamente a dónde me dirigía, solo quería seguir caminando. Derek siguió mi paso y comenzamos a hablar de cosas banales como todos las personas hacían, sin embargo, la paz no duró mucho tiempo.

-¿Qué sucedió el otro día? Ya sabes, en la fiesta.

-Nada-Dije sin mirarlo- No me sentía bien, eso es todo.

   Estoy segura de que no creyó ninguna de mis palabras, pero al menos solo se mantuvo en silencio mientra yo fumaba otro cigarrillo. Llegamos caminando hasta el centro comercial y nos detuvimos en las escalinatas.

-¿Cómo llegamos hasta aquí?-Dije.

-No lo sé, ¿No quieres comer algo?

   Afirmé con una sonrisa genuina en el rostro y me adentré con él en el gentío que caminaba, íbamos contra corriente y se sentía bien hacerlo. Llegamos a un local de comida rápida solo para pedir dos hamburguesas y unos granizados, no fue hasta que recibimos nuestra orden que me guió a un parque con columpios que se encontraba a unas cuadras de distancia.

   Nos sentamos en los columpios mientras comíamos nuestras hamburguesas, por fin me sentía tranquila y contenta, podía sentir con claridad la mirada de Derek sobre mí, con toda la ternura que necesitaba. Tomé el teléfono que comenzó a sonar en mi mochila solo para ver que Nick había dejado un mensaje "Te extraño", rayos, justo cuando comenzaba a sentirme bien.


Huye ConmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora